Migraine [DkBk] PAUSADA

IX

9 octubre 2009
5:47 AM

La noche iba adquiriendo un cambio de color en el cielo, porque ahora el creador arrastraba el telón del firmamento como una simple tela de seda para dar comienzo a un día nuevo.

Esa mañana, como todos los días, amanece. Pero aquel día una lluvia torrencial se había precipitado antes.

Aquel día el tiempo se detuvo.

Hawks observó el reloj de su brazo izquierdo mientras intentaba dar una calada profunda a su cigarrillo. Estaba intranquilo porque faltaban solo dos horas para salir del turno matutino. Se sentía cansado, observado y angustiado todo el tiempo. Porque era el sub líder de todo su equipo en la policía, tenía que hacer bien el trabajo porque algún día, el menos esperado, tomaría el lugar de Lady Nagant.

Pero él estaba al borde del colapso.

El sistema tenía el poder de manipular los casos a su antojo, manipular las noticias y manipular su mente, que se estaba comenzando a quedar vacía como un cascarón, esperando solo órdenes. Lo podía entender; se estaba convirtiendo en una marioneta con una valoración impropia hacia la vida humana.

¿Entonces qué le pasaba a la gente de hoy? Todo el tiempo quejándose de lo que no podían obtener, porque todo se les hace poco y al final quieren obtener más, más poder, más dinero.

Tienen techo, comida, trabajo, ganan un sueldo bien. Descansan sábados y domingos, y todavía no se quedan conformes. Necesitan tener más, necesitan poder.

¿Qué sentido tiene todo? ¿Qué sentido tiene ser libre?

Cuando llegó hasta ese pensamiento, le dio la última calada. Escuchó las cenizas del cigarro arder. Se llenó los pulmones de humo y después lo soltó suavemente por la nariz mientras movía su cuello para relajarse. Y, posteriormente, lo tiró hacia un charco de agua.

A todas horas estaba lidiando con charcos de sangre y escenas escabrosas. En el trabajo se encontraban con imágenes sangrientas y de cierta forma creó una desensibilización porque era demasiado material aterrador. Sería repudiado toda su vida, por ser parte de un sistema que no podía asumir la responsabilidad con justicia, todo era bajo el mando de la corrupción, la miseria, la culpa.

Hasta que el día llegó y descubrió, con el caso del niño con pequitas, la corrupción del sistema. Y toda la mugre que escondía la policía.

🚬🍂

Una mujer había hecho la llamada a la policía, alertando sobre un “accidente forestal” que había cobrado la vida de una persona. Y después cambió su relato cuando explicó que su esposo estaba muerto.

La noticia era simple en su cabeza. Hasta que llegó al lugar, lo comprendió mejor: Cuando llegó a la casa, se encontró una escena horrible que removió sus entrañas al cruzar el umbral de la puerta.

Había una persona en el suelo, calcinada, alrededor se encontraban botellas de alcohol en el suelo y pedazos de vidrios, todo el lugar estaba lleno de humo.

Había huellas de sangre por el suelo y manchas por la pared. También había vómito con granos de arena.

“Restos de arena para gato… alguien había estado comiendo arena para gato”

Su compañera de trabajo, Lady Nagant, estaba llamando unidades de refuerzo y una ambulancia mientras trataba de buscar en las habitaciones a más personas. Habían creído que en la casa solo había una persona y era la que se encontraba calcinada sobre el suelo.

Hasta que llegaron a la cocina, encontrándose con dos seres viviendo bajo ese mismo techo. Madre e hijo, abrazados y escondidos en la esquina de esa habitación. La piel de ambos estaba marcada de muchas maneras. Mordidas profundas, golpes en formas de moretones y rasguños por todas partes, incluso quemaduras de cigarrillo (al menos en la piel visible).