𝐄𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐉𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬 |𝑀𝑎𝑟𝑐𝑜𝑠 𝑅𝑜𝑗𝑜|©

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Maratón [2/2]

Pov Marcos:

Estaba muy necesitado de Julieta , demasiado.

Ella siempre fue hermosa , siempre me tuvo a sus pies pero desde que dio a luz tiene algo más. Algo especial que la hace más hermosa todavía , más de lo que era antes.

Desde que la conocí me llamo la atención pero estando casado no quería mirarla de más por respeto a mí ex mujer. Cuando me enteré de su infidelidad , el poco respeto que le tenía se fue con ella.

Me recargue en Julieta y desde ese momento empezó nuestra aventura de amantes ambos salía que estaba mal , pero nos dejamos llevar por la lujuria y los sentimientos que no nos importó. Me hacía bien estar al lado de ella , todo lo que sentía con Julieta nunca lo había sentido con otra mujer.

-¿Ya terminas? - pregunto.

- Ya va - responde Julieta.

Ella antes de tener intimidad siempre se baña y en mí opinión es al pedo , pero es una costumbre de ella. Siempre lo hizo y está no va a ser la excepción.

Me cansé.

Me levanté de la cama y fui directo al baño , ella se estaba separando en sección el pelo para después poder secarlo.

Agarre su hermoso y largo pelo en una colita para después hacer un rodete. No quería esperar más , la quería, necesitaba a mí mujer.

Pase mis brazos por su hermosa cintura y mis besos en su cuello no faltaban. Mis manos recorren cada centímetro de su abdomen , sabía de su inseguridad después de dar a luz a nuestro hijo y era completamente normal , pero ella es perfecta. Hasta vestida con una bolsa de basura es hermosa.

- Amor te necesito - susurro en su oído , pegando su trasero a mí pelvis , haciendo fricción en nuestras zonas.

- Soy toda tuya.

La voy vuelta y la subo al lavamanos , sus manos ansiosas recorrían mí abdomen marcado por las prácticas. Pego mis labios con los de ella formando un beso lleno de deseo y lujuria.

Nos necesitábamos mutuamente.

Nuestras lenguas eran una guerra imparable , mis manos van hacia el nudo de su toalla y tiro de el dejando a mí mujer completamente desnuda. Me separo levemente de ella viéndola por completo. Era magnífica , era una bomba tallada por los mismos dioses.

Y es mía.

Con sus manos me saca el pantalón corto que tenía puesto junto con el boxer , me separo levemente para sacarme la remera y poder quedar completamente desnudo al igual que ella.

Sin más entre de una sola estocada , rápidamente tape la boca de Julieta por el gemido que largo. Lo que menos queríamos era despertar a nuestros hijos.

Paso mis manos por debajo de sus largas y hermosas piernas haciendo que enrede estás mismas en mí cadera. Voy con mí mujer encima mío hasta la cama , dejándola suavemente en esta.

Fue lo único suave que hice en la noche.

Conmigo entre sus piernas , empecé a moverme lento pero profundo , las caras de Julieta era más excitante que antes sus pechos más grandes de lo que ya eran y verlos rebotar sucesivamente me volvía completamente loco.

Con mí mano empecé a darle placer a ese botoncito rojo que pedía atención , las estocadas aumentaron y cada vez eran más fuertes , no me podía controlar.

Leves jadeos salían de mí boca , no quería despertar a nuestros hijos , menos a Enzo. Llevo una de mis manos a su cuello apretando levemente , esta noche no quería ser suave , ninguno de los dos quería eso.

- Siempre fuiste mía Julieta, y siempre lo vas a ser.

Cuando Julieta está a punto de llegar a su orgasmo, detengo las estocadas y cambiamos de posición. Ella encima mío , con sus manos en mí pecho para estar más cómoda.

Antes de que empiece a saltar encima de mí masculinidad me apoyo en la cabecera de la cama para estar más cómodo. Los labios de Julieta se pegan a los míos ahogando todos sus gemidos y jadeos por parte mía.

Hundo mi cara entre sus pechos , me dedico a besar cada parte de ellos. Lamo , chupo y succionó su pezón mientras que con la mano le doy atención al otro. Los jadeos de Julieta eran bajos al igual que los míos.

Con cada movimiento de ella , oleadas de placer me invadían y estoy seguro que a Julieta también. Nuestro orgasmo estaba a la vuelta de la esquina , una , dos , tres , cuatro estocadas más y nuestro orgasmo nos llenó por completo.

- No siento las piernas - dice ella luego de unos segundos.

- No usamos condón gorda.

- Yo tomo la pastilla amor - dice ella acostándose en mí pecho.

Los dos estábamos cansados había sido un día agotador , y terminarlo de esta manera merece unas horas de sueño.

- Te amo con cada partícula de mí ser Julieta García Rojo.

- Te amo con todo lo que soy , alma y cuerpo Marcos Rojo.

Aparecí después de cuánto ¿Dos meses?¿Uno? Ni idea.
Pequeño maratón de mis dos hermosos bebés calenturientos.
Nos vemos en el próximo capítulo!!!!

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