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📍Aeropuerto Internacional de Ezeiza
—Julieta veni acá— dice Marcos llamándome.
—¿Qué pasa gordo?
—Saludame bien boluda— responde, pasando su brazo libre por mi cintura.
Me acerco a él con cuidado, ya que tenía a Sebas en brazos. Dejó un pequeño beso en sus labios, ya que nuestro bebé y las nenas nos estaban mirando.
—¿Me das otro?— pregunta, poniendo cara de buenito.
—Papá, deja a Juli en paz— dice Morena, mirándolo mal.
—Vos seguí en tu celular, metida— responde, ofendido.
La risa de Luna y Martina, provocan que una sonrisa se forme en el rostro de Marcos. Me acerco a darle otro pequeño beso, pero la pequeña mano de mi bebé tapa la boca de Marcos.
El menos celoso.
—Eh wachin, me tiene que dar el beso a mi— dice mí prometido mirando a nuestro bebé.
Sebastián sonríe mostrando sus encías, observó la escena frente a mi.
Luna golpeó levemente mi pierna llamando mi atención, ella alza sus pequeños brazos hacia mi y la hago upa.
La voz del aeropuerto llama la atención de Marcos y yo. Comienzo a indicarle a las nenas a donde tienen que ir, con nosotros detrás de ellas.
Hicimos todo lo necesario para entrar al avión, y Marcos nos entrega unos boletos con los números de nuestros asientos.
—¿Compraste boletos de primera clase?— pregunto asombrada.
—Más vale, ¿pensás que mi mujer y mis hijos van a viajar incómodos?— responde, mirándome.
—Sos el mejor, amor— dice dejando un corto beso en sus labios.
—Ya lo sabía. Pero me encanta que me lo recuerdes, gorda— responde, dejando ver su lado egocéntrico.
Dios mío este hombre.
Las nenas se ubican en los asientos correspondientes, ellas estaban en la fila derecha, mientras que Marcos y yo estábamos en la fila del medio.
Antes de que una azafata de el clásico comunicado a los pasajeros, Marcos se para y va hacia los asientos de las Martina y Morena. Él abrocha sus cinturones, a la vez que Luna lo miraba desde el asiento de él.
Él vuelve a su lugar, con Luna encima suyo. Ella se acomoda en el pecho de Marcos, y veo como comienza a cerrar sus pequeños ojitos.
En cambio, Sebastián comienza a apretar mi pecho izquierdo.
