Capítulo 7

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La palabra "deseo" comporta una fuerte carga emocional pues se asocia al placer.

El placer que acabo de sentir con ese hombre prácticamente desconocido es más del que Alex y mi vibrador Paco me había dado nunca, pero no estoy hablando de tamaños ni nada de eso, que también... Es simplemente por la pasión que pone sumado a vistas además de su perfecto cuerpo, y obviamente toda la tensión sexual que teníamos. Llamarme loca, pero me ha puesto como una cerda el hecho de que sea un desconocido, no penséis que me ponen los desconocidos ni voy por la calle follándome a todo Dios que no conozca, pero este si, como para no ponerme con el cuerpo que tiene, y esa cara de pícaro, esa cara me mata. Ah y claro, falta añadir que no me tocaba un hombre desde que lo dejé con Alex, no me gustan los líos de una noche, y tener por seguro que este machomean no va a ser un lio de una noche, pienso hacer con él lo que quiera al igual que dejaré que él haga conmigo también. Sigo contemplando las vistas mientras él ha ido a por unas toallas.

-No quiero salir todavía. -Le digo haciendo pucheros cuando lo veo acercarse con las toallas.

-Está bien pues me tendré que meter contigo, no quiero que estés sola ahí, podría comerte un tiburón. Dice riéndose.

Se tira al agua de cabeza y yo contemplo su cuerpo desnudo como si no hubiera nada más que mirar. Me coge el culo con las dos manos por debajo del agua y cuando saca la cabeza vuelvo a estar enroscada en sus caderas.

-Hola. -Me dice acariciándome los labios con su nariz.

-Hola. -Murmuro yo rozando sus labios con los míos.

Nos besamos apasionadamente, pero esta vez no es como antes, este beso no es para follar... espera... ¿Entonces para qué coño es? Me asusto y separo mis labios de los suyos, giro la cabeza hacia las montañas, el cielo ya está más oscuro, pero sigue estando precioso. Me da miedo sentir algo más que atracción sexual por este hombre, no quiero enamorarme de nadie y menos aún de un tío que las tendrá a todas babeando. Ya sufrí bastante con Alex y no pienso sufrir por nadie más.

-Te quieres quedar a cenar?

-No, llévame a mi casa por favor.

Despego mis piernas de su caliente cuerpo y salgo del agua, estoy desnuda y hace un poco de viento así que me tapo con una toalla. Cojo mi ropa del suelo y me seco para no mojar la casa y entro a por mis cosas, me visto y le espero junto al coche. Joder pues claro que quiero quedarme a cenar y a dormir con él, pero sé que si me quedo no habrá vuelta atrás y me pillaré por un hombre que seguramente solo busque pegarme cuatro meneos. Sale de casa vestido y con la cara muy seria. ¿Estará enfadado? No hablamos en todo el camino y se me hace eterno, para colmo en la entrada de la ciudad hay atasco, después de una hora y media de camino y atascos estamos ya entrando en mi calle. Para el coche enfrente de la puerta de Lea.

-Gracias, tienes una casa preciosa. -Le digo yo a punto de salir del coche.

-Espera. -Me coge de la muñeca y me giro hacia él. -Para que no olvides lo que te hago sentir.

Me coge de la nuca y me besa con mucha más pasión que antes para que repita, apoya su mano en mi muslo y la sube hasta topar con mi tanga que en cuestión de milisegundos está apartado, sus dedos me acarician de arriba abajo y gimo, miro el bulto de sus pantalones, quiero más, pero en ese preciso momento me arregla el tanga y se aparta.

-Espero que vuelvas a llamarme.

Suspiro y bajo del coche, él espera a que entre en casa y se va. Mierda, dejándome así normal que quiera llamarlo otra vez. Cuando subo Lea está en la cocina preparando la cena.

-Menos mal que llegas ahora, no sabía si preparar para ti también, voy a hacer tortilla de patata. -Dice guiñándome un ojo, sabe que me encanta. Sonrío y me tiro en el sofá. -Que te pasa? -Pregunta preocupada mirándome a través de la ventanita que conecta la cocina con el salón.

-Me ducho y te cuento. -Lea asiente y yo le envío un WhatsApp a mi madre para que sepa que en unos minutos voy a llamarla.

Me relajo bajo el agua fría, os acordáis de que antes he dicho que el machomean no sería un lio de una noche? Vale pues creo que si va a serlo porque dudo que vuelva a quedar con él, llamarme cagarrica pero no quiero enamorarme de él, no quiero que vuelvan a hacerme daño, tendría que verle mucho interés para que me demostrará que de verdad quiere algo conmigo y solo así quedaré con él. Espero no encontrármelo por la calle porque cuando lo tenga cerca me paralizo y no podría decirle que no a nada, pero por teléfono sí, así que si me llama podré decirle que no, su voz también me afecta, pero puedo controlarme mucho mejor. Salgo de la ducha, sé que hablar con mi madre me hará bien, la echo mucho de menos así que me enrollo el pelo con una toalla y me pongo mi pijama de sandías, es mi favorito en verano, pero el pantalón es muy cortito y cuando venía David no me sentía cómoda poniéndomelo. Cuando bajo, la cena ya está en la mesa y Lea sirve dos copas de vino, le hago un gesto con la mano para que sepa que yo quiero mucho, se ríe y me llena más la copa. Llamo a mi madre y hablamos con ella mientras cenamos, pero a los diez minutos aún no he comentado nada de Alex ni del machomean, así que mi madre pregunta.

-Cariño al final que pasó con Alex?

-El muy gilipollas quería volver. -Pongo los ojos en blanco y me meto un trozo de tortilla con mahonesa en la boca.

-Madre mía, se cree que no te sabes valorar? -Pregunta Lea indignada.

-Y el machomean ese que cariño?

-Pues quedamos para comer y todo genial, me dijo que por la tarde me recogería del trabajo y así fue. Me llevó a un chalet súper bonito que tiene en una montaña apartado de todo y rodeado de pinos, es precioso y las vistas son increíbles, lo hicimos en la piscina desbordante que tiene viendo el atardecer. -Sí se lo cuento todo a mi madre, es mi mayor confidente.

Las dos están con la boca abierta y Lea está a punto de que se le caiga la baba.

-Entonces por qué no te has quedado a dormir con él y has venido con cara de muerta? -Pregunta Lea.

-Pues porque cuando terminamos de hacerlo y vino con las toallas volvió a entrar en al agua conmigo y me besó.

-Y que tiene eso de malo, no es lo que querías? -Pregunta mi madre sin entender nada.

-Pues que no fue un beso sexual mamá, por lo menos para mí fue más especial y no quiero enamorarme y que me vuelvan a hacer daño.

-Tía no puedes renunciar a ese hombre por miedo, la vida es solo una y es muy corta verdad Carmen? -Busca el apoyo de mi madre y mi madre obviamente va a dárselo.

-Cariño Lea tiene razón.

-No, pero esperar que aún no he terminado, corté el beso y me dijo si me quedaba a cenar con él, pero yo le pedí que me trajera a casa, me fui corriendo básicamente a por mis cosas y le esperé en el coche, vino con cara de enfadado lo que me hizo pensar que o de verdad quería que me quedara o que se enfadó porque le rechazaron cosa a la que no estará acostumbrado. -Mi madre y Lea estaban flipando por ver la oportunidad que había dejado escapar. -Ahora va lo mejor... cuando estábamos en la puerta me besó y me toco el xixi diciéndome que me acordara de lo que me hace sentir y le volviera a llamar.

-Madre mía Eli tienes que volverlo a llamar, hazle caso a la mama.

-Tía si no le llamas otro día te vas a arrepentir mucho, yo si fuera tu ya me estaría arrepintiendo de no haberme quedado hoy con él. -Dice Lea haciendo un puchero.

-Os habéis puesto las dos de acuerdo ehh. -Les digo entrecerrando los ojos.

Me enchufo un cigarro y me quita un poco la ansiedad que tengo de pensar lo que me he perdido esta noche, pero mantengo mi idea de dejar que venga él detrás de mí si de verdad quiere algo más de lo de esta tarde conmigo. Nos quedamos un rato más hablando con mi madre y a las doce de la noche nos vamos a dormir, mañana trabajo y ya me costará bastante concentrarme pensando en el machomean para encima ir con sueño. Antes de dormir saco a Paco del cajón y recuerdo lo que ha pasado esta tarde, las manos de ese hombre acariciando todo mi cuerpo desnudo, el atardecer testigo del placer que había en esa piscina, y como me sentí cuando llegué al orgasmo. Consigo correrme, pero ahora que ya sé otra vez lo que es tener a un hombre dentro ya no me sirve de mucho Paco, y más tener a ESE hombre.

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