Capítulo 2

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"El fracaso es la forma de empezar de nuevo, pero más inteligente."

Pues eso mismo, no podría haber mejor frase para describir este momento, desde que Alex me dejó he sido una fracasada que vive en casa de una chica que casi ni conocía por que en mi tiempo libre solo lloraba o me encerraba para evitar tener relación con alguien y que me hicieran daño por el trauma que tenía por culpa de Alex, así que ahora vamos a ser amigas y esta noche vamos a irnos de fiesta a pasarlo genial. Por otra parte, en el trabajo también he sido una fracasada, en una tienda cobrando una miseria y soportando que Marga nos falte al respeto.

Para que lo entendáis, yo antes vivía en el piso de Alex, y trabajaba en la empresa de su padre junto a él, trabajaba como la secretaria de mi exsuegro. Cuando Alex me dejó tuve que empezar mi vida de cero, no tenía amigas porque eran las novias de sus amigos, no tenía casa porque vivía con él y tampoco trabajo. Fue gracias a mi exsuegra que vi el anuncio de Lea, a mi exsuegra nunca le gustó lo que me hizo Alex, por eso a veces aun me llama y nos pasamos un ratito hablando. Pues ya entendéis un poco también porque lo odio tanto, y no sabéis aun ni la mitad de la mitad, pero poco a poco.

Estoy en la cocina preparándome el almuerzo para llevármelo al trabajo y de repente mi móvil vibra y aparece el nombre de mama. Hablamos casi todos los días.

-Hola mama. -Digo emocionada mientras sigo preparándome el sándwich. -Que tal todo por Valencia?

-Hola cariño. -Dice con ternura. -Bien, como siempre. ¿Y tú? ¿Como estás cariño?

Hablamos hasta que son las diez menos diez y tengo que irme corriendo como siempre. Mis padres viven en Valencia, allí nací. Pero cuando llevaba un año con Alex sus padres iban a mudarse a Madrid a ampliar su empresa de electrodomésticos y como yo tenía 18 años decidí irme con él y nos alquilamos un piso para los dos. Ahora ya me he acostumbrado a estar aquí, cuando lo dejamos pensé en volver a Valencia, pero me quedé para ser independiente y no tener que volver a vivir con mis padres. Quería hacer mi vida, pero ahora me doy cuenta de que desde que lo dejamos he tenido una vida muy conformista y eso se ha terminado. Para empezar, voy a buscar un trabajo mejor, pero hasta que encuentre uno tengo que seguir aquí así que entro a la tienda y me pongo a trabajar, es viernes, será un día movido, pero no paro de pensar en las ganas que tengo de salir esta noche.

Son las tres de la tarde y Angela cierra la tienda, ordenamos las prendas desordenadas de los probadores, me despido de Angela y nos vamos. Voy a casa corriendo para comer y volver al turno de tarde. Llego a casa y lo primero que hago es ducharme, hacen 37 grados y estoy sudando. Me pongo vaqueros y camiseta blanca limpios, como unos macarrones de la nevera rápido para poder estar un poco relajada con el móvil en la cama.

A las seis menos diez ya estoy en la tienda, abrimos de nuevo y atendemos a clientes mientras vamos arreglando la ropa a medida que la van dejando por ahí tirada para después a las nueve cuando cerremos no tener que pararnos.

Las horas pasan rápido con toda la gente que hay en el centro comercial por la tarde un viernes, cuando me doy cuenta ya son las ocho y media, entra a la tienda quien menos me lo espero. Veo a Alex entrar por la puerta y detrás de él va Alicia como no. Él no sabía que yo trabajaba aquí, seguro que lo ha traído ella aposta. Pero bueno me da igual. Cuando me ve se me pone blanco y se gira a decirle algo a Alicia, seguramente le dice de irse, pero ella como era de esperar se acerca a mí.

-Oh Eli que sorpresa! No sabía que estarías aquí a estas horas. -No puede ser más mentirosa, claro que lo sabe si cuando viene a dar por culo por las tardes siempre estoy.

-Si, pero ya nos queda poco. -Digo amablemente para que vea que no me importa lo más mínimo que estén aquí.

Coge a Alex de la mano y se va corriendo como si algo le hubiera gustado para enseñárselo, Alex agacha la cabeza y va detrás de ella.

Tu nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora