Tu nombre

Capítulo 11

Me siento en el sofá como me ordena el maravilloso hombre que me está enamorando y le escribo un mensaje a Lea informándola de que no estaré en casa hasta el miércoles, a lo que me responde que lo pase bien, también escribo un mail para informar de que no podré ir a trabajar el lunes y el martes. El machomean vuelve de la cocina con un vaso de agua y se sienta a mi lado.

-Solo quiero saber una cosa. ¿Estás segura? -Me pregunta cariñosamente.

-Si, y tú?

-Si tú lo estás, yo también. -Me acaricia la mejilla con el pulgar y me da un beso en la frente.

-Solo tienes que saber que voy a tener muchos cambios de humor, puede que llore mucho, dios puede hasta que te grite, que vergüenza. -Me sonrojo y escondo la cara entre mis manos.

-No pasa nada Eli. -Me levanta la cara y se ríe.

Me tomo la pastilla y me acurruco al lado del machomean que enciende la televisión.

-Venga elige una peli. -Dice entregándome el mando.

-¿Te gustan de miedo? -Son mis favoritas.

-Nunca veo porque siempre estoy solo y me dan miedo, pero estando tu aquí creo que no le temo a nada, bueno a una cosa sí, pero es secreto. -Se pone el dedo en la boca señalando silencio.

-Cuéntamelo! -Le exijo arrugando las cejas. Niega con la cabeza y cambio mi expresión haciendo pucheros. -Por favor.

-Te lo contaré pronto. -Me promete.

Pongo una peli de miedo y no puedo evitar reírme cada vez que se asusta. ¿Como un hombre tan grande y fuerte puede tener miedo de una película? Me parece muy tierno, y el hecho de que no haya tenido vergüenza de decírmelo lo hace aún más mono. Me estoy pillando mucho y eso sí que da miedo, pero me relaja pensar que me está demostrando que no me quiere simplemente para un polvo. Joder, ¿y si sí que me quiere solo para un polvo y está disimulando? Y yo estoy creyéndomelo y haciéndome ilusiones.

Borro todos los pensamientos de mi cabeza y me centro en la peli y en el precioso hombre que me abraza cada vez que tiene miedo, no creo que lo hiciera con cualquier chica a la que solo quisiera follarse. Viene un susto y se esconde en mi cuello, es tan mono. Dejo de rayarme y decido que si va a hacerme daño por lo menos voy a disfrutar el tiempo que esté con él.

De repente mi móvil suena y paro la peli, es mi hermano, espero que no haya pasado nada malo, nunca me llama, siempre hablamos por mensaje.

-Dime Hugo. -Cuando pronuncio el nombre de un chico el machomean frunce el ceño intrigante y yo me rio silenciosamente, lo confundo todavía más.

-Hola hermanita, que haces? -Suena muy contento.

-Ver una peli de miedo. -Omito que estoy en casa de un desconocido, sé que me echaría un sermón, no quiere que me vuelvan a hacer daño.

-Estas sola? -Mierda.

-Sí. -No quiero mentirle, pero ahora mismo creo que es lo mejor.

-Bueno te llamaba para decirte que mañana por la tarde voy a verte, tengo dos días libres y me apetece verte, el martes por la tarde me iré. -No no joder.

Tengo muchas ganas de verle, pero si viene justamente esos dos días que no trabajo tendré que explicarle por qué no voy a trabajar y encima iba a pasarlos con el machomean y cuando le diga que viene mi hermano va a querer conocerlo, joder.

-Espero que ya que voy me presentes a ese tal machomean del que me ha hablado mamá. -Por supuesto mi madre ya se lo ha contado...

-Sí claro. -Sigo en shock. -¿Dónde vas a quedarte?

-Tenía pensado quedarme contigo en casa de Lea, pero si me lo preguntas es porque no estás allí ósea que me has mentido y no estás sola.

-Pensaba contártelo más adelante pero como siempre se me ha adelantado mamá. -Veo como la cara del machomean se relaja al oír lo que acabo de decir, habrá imaginado ya que es mi hermano.

-No pasa nada, puedo quedarme en un hotel.

-Lo siento en serio.

-Tranquila Eli de verdad, me alegro de que estés feliz. Hasta mañana.

-Chao.

-¿Qué pasa? -Me pregunta el machomean.

-Mañana por la tarde viene mi hermano y quiere conocerte, mi madre le ha hablado de ti.

-¿Le has hablado de mi a tu madre?

-Sí, es como mi mejor amiga. -Me pongo roja y el machomean se sonríe y me da un beso, parece orgulloso de que le haya hablado a mi madre sobre él, la verdad es que es una cosa muy especial. Me pregunto si él le habrá hablado a alguien de mí.

-¿Y dónde va a quedarse?

-Iba a quedarse conmigo en casa de Lea, pero como estoy aquí se quedará en un hotel.

-No. Dile que se quede aquí, tengo una habitación de invitados Eli. -Me dice cariñosamente.

-¿Estás seguro? -No quiero que esté incomodo, al fin y al cabo, no lo conoce.

-Claro que sí, quiero conocerlo y quiero que disfrutes el tiempo que esté aquí. Además, siendo tu hermano no me parece bien que se gaste dinero en un hotel. ¿Hasta cuándo se queda? -Lo miro embobada, me conoce de hace menos de un mes y ya quiere conocer a mi hermano y que duerma en su casa.

-El martes por la tarde vuelve a Valencia, son justo los dos días que íbamos a estar solos, lo siento.

-Eli, no tienes que pedirme perdón, solos podemos estar muchos días, tu hermano solo viene esos dos, aprovecha que son justo los que no trabajas y pasa tiempo con él, pero mejor si se queda aquí, así también te aprovecho yo. -Me guiña un ojo y me besa los labios con cariño. -Todavía tenemos hasta mañana por la tarde para nosotros solos así que pon la peli antes de que te folle por toda la casa.

No es mal plan, pero tenemos toda la noche para eso, ahora quiero disfrutar viendo a este miedica escondiéndose en mi cuello. Aviso a mi hermano de que puede quedarse en casa del machomean, me dice que no quiere molestar pero que, si el machomean quiere, él está encantado de poder conocerlo mejor. Pongo la peli y sigo riéndome cada vez que se asusta, no puedo evitarlo.

Cuando se termina la peli pedimos unas pizzas y ponemos otra, sé que voy a engancharlo a las pelis de miedo. Cuando ya vamos por la mitad se me empiezan a cerrar los ojos.

Noto como el machomean me coge en brazos para llevarme a la cama, me sienta en la cama y me sostengo como puedo medio dormida mientras me desviste. El roce de sus manos en mi espalda hace que mis pezones endurezcan y cuando me quita el sujetador veo como se le oscurece la mirada de lujuria. Mi sueño es sustituido por un cosquilleo de placer en mí vientre que este hombre me provoca. Me levanto y me quito el pantalón mientras él recorre con la mirada todo mi cuerpo, me giro para quitarme el tanga y me agacho para provocarle. Me acuesto en la cama y aprecio como se desviste, me quedo embobada cuando se quita los calzoncillos y veo lo dura que se le ha puesto solo mirándome.

Se acuesta encima de mí y me besa suavemente, baja por mi cuello con besitos suaves hasta que llega a mis pechos y le da un beso a cada uno, vuelve a mi boca y sigue con besos suaves y lentos. Baja una mano y me acaricia para ver si estoy mojada, cuando comprueba que así es, me la mete despacio. Gemimos a la vez y seguimos con nuestros besos lentos, me da un beso en la frente y en la mejilla, luego vuelve a mi boca con delicadeza. ¿Me está haciendo el amor o es un polvo somnoliento? Se mueve suave y despacio y cuando nota en mis gemidos que estoy a punto de correrme acelera un poco, pero sigue haciéndolo suave a ritmo de nuestros besos. Nos corremos a la vez mirándonos a los ojos en ese delicioso ritmo suave y después sin decir una palabra se aparta para acostarse a mi lado y me pasa las toallitas, cuando termino de limpiarme me coge por la nuca y me atrae hacia él me da un beso y me deja suavemente en su pecho.

-Descansa. -Susurra y me da un beso en la cabeza.

-Tú también. -Imito su gesto besándole en el pecho.

Dios, me ha hecho el amor, no había duda en esa mirada mientras nos corríamos juntos, eso no era un polvo somnoliento, me ha hecho el amor. Voy a morir enamorada de este hombre. 

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