Tu nombre

Capítulo 8

Si no luchas por lo que quieres luego no te quejes por no tenerlo.

Pues han pasado dos días y el machomean no me ha hablado, luego que no se queje...

Me aplico el gloss y me voy corriendo al trabajo, paro en el espejo que hay antes de salir de casa y me arreglo la camisa blanca de botones que llevo medio metida en el vaquero ajustado negro, me encanta como me veo hoy. Subo al coche y me pongo la música a toda paleta para evitar pensar en el hombre de ojos verdes que no me quito de la cabeza, estoy deseando que sea mañana para salir de fiesta con Lea y despejarme un poco.

El día en la oficina pasa rápido, ya son las cuatro de la tarde y no puedo evitar mirar el móvil cada vez que vibra con la esperanza de que sea él. Termino todo lo que tenía que hacer hoy y cuando salgo me encuentro a Blanca.

-Oye llevas todo el día muy rara y tienes la cara apagada. ¿Estás bien?

-Sí Blanca tranquila. -Le digo educadamente, pero no, no estoy para nada bien, ese hombre se ha metido en mi cabeza, y no me deja ni trabajar.

-Quieres salir mañana o algo? -Pregunta intentando animarme.

-Se supone que he quedado con mi compañera de piso, pero no sé al final si iré.

-Oye como que no, mira vamos a hacer una cosa, vamos ahora a tomar algo, dile a tu amiga que se venga y la conozco y si ves que te lo pasa bien mañana salimos las tres.

-Venga vale. -A ver si así me despejo un poco. -Venga vamos y pasamos a por Lea al hospital que termina ahora también.

Mientras esperamos a Lea en la puerta del hospital mi teléfono suena, lo miro desesperadamente pero no, no es él. Joder, por qué tengo que estar así por un tío que casi ni conozco. Entra Lea en el coche y después de presentar a las dos chicas arranco y nos vamos a un bar a tomar unas cervezas y picar algo.

Después de dos cervezas nos entra hambre y pedimos un pincho de tortilla y ensaladilla rusa, me encanta este plan, pero la verdad es que no lo estoy disfrutando mucho porque estoy enfadada conmigo misma por estar mal por un tío al que he visto dos días y no se ni su nombre.

-Eli estás aquí? -Me pregunta Lea.

-Si lo siento estaba pensando en otras cosas, ¿qué decíais?

-Pues deja ya de pensar en esas cosas y despéjate. -Me anima Lea.

Intento apartar a ese hombre de mi cabeza, no me da la gana que no me deje disfrutar de mis amigas. Pasan las horas entre cervezas y risas, miro el reloj.

-Joder Lea ya son las nueve, vamos a casa no? Tendremos que cenar.

Lea asiente y nos despedimos de Blanca, han tenido buena conexión la verdad, me gusta eso así tenemos una más para las fiestas.

Llegamos a casa y preparo unos huevos con patatas fritas para las dos. Nada más termino de cenar me voy a la cama, me han afectado un poco las cervezas y tengo sueño.

Me despierto y me giro a ver la hora, es la una del mediodía. Me levanto de la cama y me hago el ánimo de ducharme, aunque lo único que me apetece es quedarme en la cama todo el día, me he levantado muy deprimida, sé perfectamente porque estoy así, cuando me separé de Alex lo pasé muy mal y me costó mucho volver a estar bien y ahora que no puedo parar de pensar en el machomean me da miedo volver a estar mal durante meses, por fin había empezado a pensar en mí y ha tenido que venir este jodido dios o fastidiarlo. Creo que esta noche me quedaré en casa tranquila para ordenar mi cabeza e intentar volver bien a mi normalidad el lunes sin tener a ese hombre en la puñetera cabeza. Me relajo bajo el agua fría de la ducha, la verdad es que me hacía falta.