Extra 01.

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𝐇𝐘𝐔𝐍𝐈𝐍

[...]

Ellos siempre lo supieron. Desde el primer día en que se conocieron era notorio el hecho de que Yang Jeongin y Hwang Hyunjin no eran predestinados.

El Omega y el Alfa no habían sentido esa conexión increíble, ese sentimiento impalpable o esa experiencia de amor a primera vista inefable.

Ellos habían sentido una fuerza errónea que los rodeaba y los llamaba hacia lo prohibido.

No podían expresar en palabras la sensación de estar unidos que sintieron, pero a diario sus partes animales les recordaban que no eran las almas con las que debían estar.

Había leyendas de amores incomprendidos, corazones que decidieron amar a otro que no era por el que ellos nacieron y con el que deberían morir. Era riesgoso, especialmente al tener en cuenta que algún día podrían llegar a conocer a la verdadera persona con la que deberían estar.

Y, aunque eso jamás pasó, Jeongin vivía con el miedo de que algún día llegaría un Omega que le arrebataría a su amado de su lado. Él siempre fue bastante desconfiado y al Hyunjin ser tan carismático, amado, honesto y guapo... era imposible no dudar.

Por eso el día que Hwang se incó sobre su rodilla y le pidió a Yang que pasara el resto de su vida junto a él, fue una metanoia en la mente del Omega. No lo veía venir, nunca cruzó el pensamiento de contraer matrimonio con el Alfa.

"—Tal vez en la siguiente vida no te encuentre, pero mientras tanto planeo disfrutarte hasta el final de esta.

Esas fueron las palabras que le aseguraron a Jeongin que su lugar —aunque en realidad no era así— era junto al Alfa pelinegro.

"—Tal vez la Diosa Luna se equivocó y con este amor tan sincero que siento por ti en esta vida, decida cambiar el curso de nuestras almas para así amarte hasta que se le agote la vida a mi alma.

Está de más decir que haberse casado con un poeta era una debilidad para Jeongin. Él es muy llorón y tener a su amado diciéndole esas palabras diariamente lo volvían un manojo de nervios y sollozos.

Para Hyunjin jamás hubo alguien más. Ni lo buscó, ni intentó hacerlo. Obligó a su Alfa a guardar silencio y tomó las riendas de su destino desobedeciendo a la Diosa Luna.

Él creía, solemnemente, que su destino era regido por él mismo. Que no debía seguir un tonto reglamento, no cuando era tan feliz junto a su príncipe —como solía llamarle—.

"—Claro que me casaré contigo, tonto.

Y sí, las palabras nunca fueron el fuerte de Yang. Él se iba más por los actos físicos o por la presencia de su alma sujetando a la de Hwang cuando el Alfa no podía ni consigo mismo.

"—Estoy dispuesto a asumir cualquier consecuencia en mi siguiente vida, si muero feliz contigo sujetando mi mano en esta.

Una historia de amor que muchos creyeron sería trágica, fue todo lo opuesto.

Posiblemente la Diosa Luna vió que el amor era tan fuerte que incluso rompió sus barreras y los dejó ser felices por el resto de la eternidad.

—No puedo creer que estoy por casarme —admitió nervioso Yang.

Sus amigos sonrieron enternecidos mientras terminaban todos los arreglos en sus vestimentas.

—Me merezco un premio por haberlos unido —habló Seungmin batiendo su cabello inexistente.

↦  Aveugle ҂ ChanSung. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora