↦ Aveugle ҂ ChanSung. [✓]

02.

[...]

Christopher.

Y como si ya nada más pudiera salir peor.

Estaba agotado, absolutamente abatido. Escuchaba los incansables gemidos del rubio encerrado en su habitación, retumbando en las paredes de la mía.

Me desperté a eso de las tres de la mañana porque el potente aroma del menor no me permitió seguir junto con la compañía de Morfeo, y me llevé la decepción de escucharlo gemir sin pudor alguno.

Mi corazón se reventó y unas cuantas lágrimas bajaron por mis mofletes. Dolido.

Jisung había cortado todo contacto posible con Yeonmin, y tenía aproximadamente dos meses que no lo veía con otro Alfa. Está de más decir que estoy un poco más allá de feliz. Tenía una vez más a Han solo para mi. En las noches, las tardes y los días.

Sabía perfectamente, que Jisung había entrado en celo. El olor a vino era demasiado fuerte y las feromonas de excitación inundaban todo el departamento.

Por supuesto, la erección apresada por mí pantalón de dormir dolía como la maldita mierda. Mi Alfa rasguñaba mi pecho para que me pusiera de pié y fuera a ayudar a nuestro Omega, pero no podía.

No podía ayudarlo si ya estaba con alguien más.

Cansado, me puse de pie para colocarme unos zapatos y una sudadera. Quería salir de ese lugar lo más pronto posible. Tal vez llamaría a Changbin o a Minho para dormir en alguna de sus casas por el resto de la noche.

Hyunjin sería mí primera opción, debido a que es el único que sabe cómo me siento actualmente, pero no quería interrumpir su luna de miel con Jeongin. Era muy inoportuno.

Abrí la puerta de mi habitación y casi me desmayo por la potencia del aroma que Jisung desprendía. Me golpeó tan abruptamente que sentí mis piernas flaquear.

Mierda, haber pasado dos años sin follar están pasando factura.

—¡Oh, Joder! —gritaba Jisung sin pudor desde su habitación.

En verdad, ya debería estar acostumbrado, a este punto, pero jamás pude hacerlo. Cada vez que los escucho me vuelve tan jodidamente loco.

Aunque algo me extrañó en demasía: no percibía ningún otro aroma y los clásicos sonidos de piel chocando no se escuchaban.

El aroma a caramelo era demasiado intenso, pero aún así podía fácilmente divisar el aroma del Alfa que lo debería estar acompañando. Pero no fue así. No había ningún aroma a parte del mío y el de Jisung.

—¡Alfa! —gritó el castaño y me quedé estático en mi lugar. En medio del pasillo.

Sentí mi cabeza pulsar. Estaba demasiado confundido.

¿Había vuelto con Yeonmin? ¿Era otro de sus ligues?

O de casualidad, ¿Me estaba llamando a mí?

Me acerqué con cuidado e intenté abrir la puerta, pero estaba cerrada con seguro. Me pareció aún más extraño, Jisung jamás cerraba su puerta con seguro. Ni siquiera cuando follaba con sus ligues.

—¿Jisung? —pregunté con voz curiosa—. ¿Entraste en celo?

Por favor, premio al más idiota al pasillo seis.

—¡Si! —gritó el castaño en medio de un gemido.

—¿Quieres que llame a Yeonmin? —pregunté, aunque malditamente me dolió. Me partió el alma haber hecho la propuesta de entregarle mi Omega a otro Alfa, pero quiero ayudarlo.