06.

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[...]

Omnisciente.

Cansancio.

Esa era una palabra que podía definir correctamente como se sentía Han Jisung a la mañana siguiente, mientras se encontraba sentado en la cocina y observaba hacia la nada, pero pensando en el todo.

Había tenido una de las mejores noches de su vida: Christopher volvió, hicieron el amor, el pelinegro recuperó su vista y le confesó que lo ama como su Omega.

Es... demasiado.

Se sentía colapsado por dentro, sentía su cabeza punzar y su pecho una vez más había tapado las vías del oxígeno hasta sus pulmones. No podía procesar todo con tanta rapidez y eso lo tornaba en un manejo de cansancio e inestabilidad.

Durmieron abrazados, disfrutando el calor corporal contrario y Jisung pensó -torpemente-, que al fin podría descansar en los brazos de su Alfa. Fue todo lo opuesto; no pudo pegar un ojo en toda la noche y, cuando pudo hacerlo, despertó demasiado temprano para su gusto.

Ya no se trata del drama, de lo que pueda o no pasar, de los acontecimientos de la noche anterior, en estos momentos su mente solo colapsó por la cantidad de sentimientos encontrados en tan poco tiempo. Su Omega no había aparecido en toda la mañana y esa era la guinda del pastel. Pensó que estaría feliz, que podrían lograr estar más unidos, debido a que finalmente se habían conectado carnalmente con su Alfa, pero fue todo lo opuesto. Simplemente se desvaneció.

Los pensamientos dañinos del rubio se vieron interrumpidos al sentir unos brazos alrededor de su cintura.

-Buenos días, Sungie -saludó Christopher con ternura.

Jisung le dió una sonrisa con los labios cerrados, y poco a poco se dió la vuelta. Lo observó con ojos de amor, pero aun así tenía amargura dentro de él. Necesitaba limpiar su mente antes de que un caos logre crear una tormenta arrasadora que destruirá sus oportunidades.

Christopher se había extrañado al despertar y no tener el cuerpo de Han en sus brazos, como él había deseado. Para el pelinegro, la noche anterior fue mágica. Desbordaba felicidad, y sus feromonas lo confirmaban. Su aroma estaba aun un poco leve, pero era notable el estado positivo en el que se encontraba el Alfa.

Le extrañó aún más sentir esa vibra pesada en Jisung apenas lo abrazó; el aroma a vino estaba muy lejano y el aroma a caramelo -ilogicamente- tenía un toque amargo.

-Hola -susurró el rubio, haciendo contacto visual.

Bang se acercó para otorgarle un beso de buenos días, pero Jisung ladeó su rostro y sus labios chocaron con los mofletes abultados del Omega.

El pelinegro se separó, observando con una mirada fusionada entre confusión y temor.

-¿Ocurre algo?

Jisung suspiró y asintió, pasando su mano por sus hebras color oro. No iba a mentirle diciendole que todo estaba bien, necesitaba soltar todo lo que tenía por dentro.

-Sí -respondió sin más-. Antes de seguir con esto debemos hablar, Christopher.

El mencionado se tensó, muy poco Jisung suele llamarlo por su nombre con tanta seriedad. A ver, Chris está muy consciente que todo ocurrió de una manera brusca. Tal vez debió llevarlo a cenar para que establecieran una conversación antes de siquiera intentar algo, pero su instinto no lo permitió.

Poder ver a Jisung luego de largos y dolorosos años lo había descolocado por completo. Su Alfa pedía a gritos que hiciera algo de una vez por todas y no pudo controlar su naturaleza.

↦  Aveugle ҂ ChanSung. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora