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—¡Al fin! —exclamó tan pronto cuando el rostro de Jeonghan se mostró en su teléfono.

—Joshua, cuando alguien no te contesta después de haber visto tus mensajes es porque probablemente no quiera hablar contigo. ¿Por qué eres tan insistente? —Jeonghan recriminó con la voz apagada, evitando vorazmente los ojos del azabache.

—Prefiero que me lo digan en la cara —reprochó el azabache. Jeonghan se tardó unos segundos en responder, dándole oportunidad a Joshua de examinar su rostro; sus preciosos ojos color caramelo, que a Joshua tanto le gustaban, estaban hinchados como si hubiera terminado de llorar.

—No quiero hablar contigo —contestó despacio—. Voy a colgarte.

—Espera, Han —insistió—. Quiero que hablemos, ¿Si?, prometo que no quiero molestarte pero necesito saber la razón por la que me evitas. Por favor.

—¿Es qué nunca sabes nada?

—Si no me dices, no.

—Es tonto, no quiero hablar de esto —Jeonghan siseó acentuando un puchero

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—Es tonto, no quiero hablar de esto —Jeonghan siseó acentuando un puchero.

—Han, dime —insistió omitiendo arduamente lo lindo que se veía Jeonghan haciendo mohines.

—T-tu dijiste que no me conocías —murmuró un poco inseguro—. Sé que es torpe ¿Si? Pero me dolió... No sé pensé que había... algo —concluyó alzándose de brazos escondiéndose bajo de sus sabanas para no escuchar a Joshua.

—Hey, Ojitos —el azabache lo llamó suave, tan lindo como siempre le hablaba—. ¿Puedes salir de tu caparazón? Se me es imposible explicártelo si actúas así de lindo.

—Bueno —dijo saliendo de sus sábanas—. Te escucho.

—Primero, hablar de esto no es tonto ¿Ok? —reprochó el azabache—. Segundo, no quería que te acosen Han. Mucha gente piensa que mi vida amorosa depende de ellos cuando no es así, tengo una vida detrás de las cámaras. Y yo prefiero mantener detalles privados en privado, internet está lleno de gente tóxica y no quería eso para ti. No mereces nada de eso, no lo soportaría.

—¿Lo hiciste por eso?

—Por supuesto. Agregando que tenía miedo de traerte problemas con tu... novia.

—Sobre eso —Jeonghan se encontró diciendo después de unos minutos—. Terminé con Dawon.

—Oh —murmuró sorprendido.

—¿Oh? ¿Sólo dirás eso? —interrogó curioso (por fin) conectando mirada con el mayor.

—Bueno. ¿Fue malo? —la voz de Joshua tembló con inseguridad. Ultimamente todas las palabras que salían de su boca, eran usadas en su contra, no quería agregar más a la lista.

—No en realidad. Hemos terminado muy bien y seguimos siendo amigos. Nos dimos cuenta que probablemente no nacimos para ser novios —aquello sonó un poco más animado cuando Jeonghan lo dijo, era inevitable sentirse bien porque las cosas habían resultado bien con Dawon—. Sale con alguien.

—¡¿En serio?! —preguntó Joshua asombrado—. ¿Estás bien con eso?

—Sip, de alguna manera no me siento del todo mal.

—Me alegra oír eso, Han —replicó mostrándole una sonrisa.

—Si... —suspiró más tranquilo—. Sigo enojado contigo sin embrago.

—¿Uh? ¿Por? —la pequeña sonrisa de los labios de Joshua cayó a sus talones nuevamente.

—Debiste consultarme antes de dar declaraciones que me involucran. Me hicieron se sentir mal, como un torpe porque tu lo estabas negando y yo no sabía tus intensiones. Sé que puede ser un poco injusto reclamarte algo cuando siempre te decía que no era gay y de alguna manera era un rechazo para ti cada vez que intentabas acercarte, pero estaba tratando de evitar lo obvio por miedo y aunque aún estoy un poco confundido en el tema, estoy tratando de dejarme llevar. Y me desilusionaste con eso —woah, que bien se sintió desahogarse y decir lo que piensas para Jeonghan—. Perdón por eso, perdón si te hice llorar. No me odies, pensé que era lo mejor —dijo mostrándose triste al ver los ojitos recaídos de Jeonghan—. Prometo hacerlo la próxima vez.

—¿Próxima vez?

—Ajá —canturreó detrás de la pantalla—. Ahora que estás soltero oficialmente ¿Podría Yoon Jeonghan, alias Ojitos, aceptar una cita por parte de este humilde plebeyo arrepentido por sus actos? —dijo con un tono divertido haciendo carcajear al más pequeño.

—No seas torpe —Jeonghan rió por primera vez en la noche, le encantaba en secreto cuando Joshua buscaba la forma de hacerlo reír—. T-tu ¿Hablas en serio?

—Por supuesto. Tenemos cosas que hablar —el brillo de los ojos de Jeonghan regresó al instante. ¡Joshua Hong estaba invitándolo a una cita! ¡Una oficial! El ni siquiera sabía porque la idea lo ponía como un adolescente inseguro, pero lo estaba sintiendo así.

—Si quiero tener una cita contigo, Joshua.

𝗠𝗼𝘃𝗲 キ 𝘫𝘪𝘩𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora