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Ese día no estaba siendo uno productivo. Jeonghan no tenía trabajo por lo que decidió quedarse en casa viendo algún programa en la televisión, tampoco llamó a Dawon, pues su última historia en redes le había hecho saber que no se encontraba en casa. No tenía mucha ganas de ver alguien de todas formas.

Quería palomitas o algo de comer mientras vagaba en el sofá, pero se decepcionó cuando abrió su alacena, revelando lo vacío que esta se encontraba. Bufó con molestia cuando su puerta fue tocada, no tenía ganas de ver a nadie, agregando que no tenía idea de quién podría ser.

 Bufó con molestia cuando su puerta fue tocada, no tenía ganas de ver a nadie, agregando que no tenía idea de quién podría ser

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Los ojos de Jeonghan se abrieron de sorpresa y su corazón se aceleró al ver a unos bonitos ojos mirar hacia bajo.

—Uh H-hola —Joshua habló sin mirarlo, apenas terminó Jeonghan volvió a cerrar la puerta.

Jeonghan no quería verlo. No por lo que dijo, sino porque le dolió lo que dijo y aquello no debió de ser así.

 No por lo que dijo, sino porque le dolió lo que dijo y aquello no debió de ser así

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—¿Me abres? —se volvió a escuchar la voz de Joshua

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—¿Me abres? —se volvió a escuchar la voz de Joshua.

—¿Qué estás haciendo aquí? —el menor interrogó una vez volvió a abrir la puerta, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda cuando Joshua llevó su mano hasta su mejilla, dejando leves caricias ahí.

—Soy muy torpe, lo siento.

¿Fue un brusco? Si. ¿Dijo algo inadecuado en el momento inadecuado? También. ¿Podía Jeonghan recriminarlo por lo que dijo? No.

No porque no era una mentira después de todo, ellos no eran nada más que amigos.

Sin embargo Joshua estaba allí parado en su puerta con ojos de cachorrito suplicante y una bolsa en su mano pidiéndole disculpas.

—Sé que probablemente ahora no quieres hablarme. Yo solo pensé que... lo que sea, tal vez no pensé —murmuró el mayor quitando su mano del rostro Jeonghan—. Traje snacks. No sabía que tenías ganas de comer hoy así que te traje de todo lo que te gusta.

Jeonghan lo miró.

—También traje bocadillos para Kkuma —agregó.

Jeonghan no dijo nada, sólo se apartó a un costado dejándole espacio para que pasara. Y así lo hizo.

Oh, Joshua Hong.

𝗠𝗼𝘃𝗲 キ 𝘫𝘪𝘩𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora