9. Me útilizaron

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No importase donde me encontraba, siempre tendría la salida gracias a las gafas que me habían dado en el trabajo, pero ahora no había como hacer un mapa mental de lo que estaba pasando, o donde estaba entre todo este lugar que ya olía a desperdicio.

Traté de salir por una de las puertas por las que había entrado, pero no vi nada más que pasillos infinitos que conectarían con más y más mierdas por el estilo ¿no podía Umbrella tener un super laboratorio secreto en donde hubiese una hermosa aldea feliz, en la que todos te saludaran con una agradable sonrisa? eso era mucho pedir. 

Y mientras me distraía por los alrededores, tratando de encontrar una salida, mi suerte estaba acechándome a la vuelta de la esquina. Una de esas cosas que se estaban arrastrando por las paredes en la comisaria, estaba justo en este lugar, y podía jurar que había estado siguiéndome por donde entré. Y eso no era lo que realmente me había llamado la atención, lo que había estado observando era el como estaba degustando el cadáver de un hombre que colgaba del techo. 

Justo en cuando se dio cuenta que estaba ahí, soltó el cuerpo y este cayó a el suelo con un ruido que resonó en todo el lugar. Identifiqué el cuerpo como el del científico que había huido después de haberme usado como un escudo humano. Me alegraba al ver que por fin había tenido su merecido, pero no me complacía ver que la criatura que le había dado el castigo justo estaba apunto de darme el mío también. 

— Muy bien, solos tú yo. 

Esta cosa se despegó del techó y de su boca empezó a salir una larga lengua que me hizo cruzar los labios con asco. Posicioné la boca de mi pistola en dirección a su cabeza y empecé a disparar con precisión. Mi magnum era realmente potente, las balas realmente le estaban haciendo daño, pero tenía que tomar mis precauciones para que no me encontrase con sus garras o su lengua. 

Cuando uno de mis proyectiles le pegó directo en uno de sus brazos, el otro se encargó de dar un manotazo en mi dirección. Casi me aplasta con su gran garra, de no ser por qué había tomado la ruta alternativa de hacerme un lado. Pero esto también trajo problemas. El dolor que ya de por si había empezado a pulsar con fuerza, se había extendido aún más de donde estaba mi abdomen, lugar en donde puse mis brazos, junto con los quejidos que me provocaba el dolor. 

— No ahora, no ahora susurré en cuando vi como aquella cosa se estaba recuperando como si nada —. Vamos, solo una bala más...

 Subí el cañón de la magnum y traté de disparar una vez más, pero la garra de esa cosa se encargó de tomarme de la cintura y acercarme de poco en poco. Grité de dolor en cuando sentí al fuerza de esa cosa haciendo presión sobre mi estomago, no podría soportar mucho si seguía apretándome de esa manera. 

— ¡Suéltala imbécil! —  giré mi cabeza para ver de quién se trataba la intromisión. 

Aquella chica con coleta y chaqueta roja que había conocido en la comisaría. ¡Claire! Ella era la que tenía una escopeta en las manos y con ella disparó hacía la cosa que estaba apunto de acabar conmigo. El impacto me hizo moverme hacía un lado. Aquel golpe fue suficiente para que me soltase de una vez, dejándome caer a el suelo con fuerza. 

— ¡Ey! ¿Estas bien? exclamó desde el otro lado de la habitación. 

— ¡Si, estoy bien! 

Me las arreglé para contestar. 

 — ¡Bien, déjame encargarme de esta cosa!

Me hice a un lado para que pudiese encargarse con comodidad de eso. Me recargué en una de las paredes continuas y bajé la cabeza al ver mi abdomen llenándose de sangre por segunda vez, la herida estaba volviendo a sangrar, esto estaba mal. Traté de sacar algo de medicina de mi bolso, con suerte, el spray de medicina podía ayudarme y las vendas me harían detener la hemorragia. 

Stay With Me (Leon Kennedy x lectora) RE2 | 1 Libro COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora