El. (2)

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Me desperté más temprano, aún era el amanecer, tenía que preparar mis cosas, me quedaría dos días en esa casa, no quería, pero tenia que hacerlo por el dinero, realmente lo necesitaba.

Preparé una pequeña valija con ropa adentro, la dejé en la puerta principal y me coloqué las zapatillas, agarré dos galletas y me las comí, salí de casa y caminé hasta mi coche, dejé la pequeña valija en el baúl y me senté en asiento del conductor, segundos después arranqué el auto y me dirigí hacia la casa.

8:00 A.M.

Llegué a la casa, me bajé del auto junto a la pequeña valija y caminé hasta la puerta principal de la casa y toqué el timbre, me abrió la misma mujer de la semana pasada

—¡Hola, ___! Que gusto verte nuevamente, hoy, como sabrás, estaras aquí dos días.—

—Si, dos días.—

—¡Excelente! Ven, entra, te ayudaré a dejar tus cosas.—

—Bien, gracias.—

Ella y yo fuimos hasta la habitación de invitados, pasamos por el cuarto de Bill, yo me asomé y vi que el estaba escuchando música tranquilamente, sentado en el escritorio, espalda a la puerta, el se giró y me vió, solo me vió fijamente, me puse nerviosa y fuí con la mujer a la habitación de invitados, ella estaba acomodando mi ropa.

—No se preocupe, no haga eso, lo haré yo.— Dije sonriendo.

—Oh, tranquila __, solamente le agradezco que cuide a mi hijo, el es muy...—Ella no terminó su frase.

—¿Raro?¿Fuera de lo común?— dije, intentando terminar la frase que ella empezó.

—Sí, algo así, pero sé que mi hijo no es mala persona, solo quiere ser el mismo, el intenta socializar aunque no le agrade.—

—Entiendo, intentaré ser una compañía para el aparte de ser una niñera, entiendo que el padezca de una enfermedad mental, pero bueno, que se mas se puede decir de él.— comenté, esperando que no reaccione mal a mi comentario.

—De verdad te lo agradezco __, se ve que eres una buena chica.— dijo, con una sonrisa de oreja a oreja, un escalofrío recorrió por mi cuerpo, algo andaba mal.

—Sí...— no sabía que decir, esa mujer me daba un poco de miedo, se parecia a el pero a la vez no.

La mujer terminó de ordenar mi habitación y se acercó a mi para decirme:

—Bueno __, espero que sobrevivas, yo creo en tí, sé que a mi hijo le agradas, no te mató el primer día.— dijo con una sonrisa en su rostro, algo que daba mucho escalofrío, pero forcé una sonrisa y le respondí:

—Gracias, también estoy agradecida de todavía vivir.—

La mujer se despidió y salió de la habitación, yo me quedé allí observando atentamente mi habitación, me sorprendía lo ordenado que estaba todo, tan delicado, hermoso, detallado, aunque, tengo un poco de mal presentimiento, todo está yendo bien.

☠︎︎𝐁𝐚𝐛𝐲𝐬𝐢𝐭𝐭𝐞𝐫☠︎︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora