Capítulo 4

86 6 2
                                    

Noto como mi cuerpo se balancea de un lado a otro, como varias manos no dejan de tocarme. Por fin, por fin dejo de notar todas esas manos encima de mí...

-¿Se va aponer bien?- oigo la voz de Claudia.

¿Quién se tiene que recuperar? ¿quién?, y ¿por qué no me  he enterado, ¿qué ha pasado?

-No te preocupes, se despertará pronto.

Oigo un suspiro, y no puedo evitar abrir los ojos. Lo primero que veo es el techo, con un dibujo de Mickey Mouse. ¿Pero que es esto? ¿En serio? ¿Un dibujo de Mickey Mouse en un techo? A continuación me giro y veo la camiseta rosa de Claudia, en la puerta de salida.

-¿A donde vas?- Al oírme, se gira y se dirige rápidamente a mí.

-¿Qué tal estas?, ¿estás bien?, creía que te había dado algo- mi dice eufórica perdida- ¡No vuelvas hacerme esto! Estaba preocupada, muy preocupada.

-Vale, lo prometo. Pero... ¿qué ha pasado?

De repente abre los ojos como platos y empieza a contarme lo ocurrido, como le cogí del brazo y le gritaba pidiéndole ayuda. Como me desmaye en el suelo, y pidió rápidamente ayuda a don Mariano. La forma que le sorprendió que todos, incluso Marcos, me ayudaran a llevarme a enfermería.

-¿Qué tal estas?- oigo una voz masculina.

Me asomo y me doy cuenta que es Javier, y veo a Marcos detrás de él.

-¿Qué haces tú aquí?- por la forma que lo dice Claudia me doy cuenta enseguida que se refiere a Marcos.

-¿Qué pasa, no puedo preocuparme por mi amiga?

-Ja...,ja... ese chiste es muy bueno- noto como sale la rabia de Claudia poco a poco de ella, como aguante mucho tiempo más va a estallar de furia- ¿Desde cuando te preocupas por tus amigos?, porque eso es nuevo.- le suelta en toda la cara.

-Y desde cuando eres tan refinada, porque ese nuevo gesto de la mano no te lo había visto nunca-  empieza a imitarla y se ríe en su cara. Vale, decidido, como no paren esto va acabar mal.

Antes de que pueda abrir la boca Claudia, su hermano decide dar el paso para finalizar esta batalla entre ex.

-Ya vale ¿no?, estoy harto de que mi mejor amigo y mi hermana discutan todo el  rato

-Pero...

-Pero nada, ¡estoy harto!, siempre que os veis discutís, ¡SIEMPRE!. Hoy venimos a ver a una amiga y empezáis a discutir, así como así, ya os vale... ¿Os parece normal? Porque a mi no, os importa una mierda Sandra y como no, preferís discutir- Abre la puerta y cierra de un portazo.

Entiendo el cabreo de Javier, pero la manera que les ha gritado me a sorprendido, eso no esperaba que lo hiciera.  Solo porque  es siempre muy dulce y amable, eso el lo que me encanta de él.

-Voy hablar con mi hermano, ahora vengo. ¿Te parece bien que te deje con Marcos a solas?-Asiento

-Como si fuera un monstruo

-No, eres peor- le dice borde y le retira la mirada.

Creo que ahora es el momento perfecto para hablar con Marcos, sobre él y Claudia. No es que quiera meterme pero creo que necesita ayuda.

-Bueno que tal estas, enana- la forma en la me llama enana siempre me hace gracia, pero a veces detesto que lo diga solo por el hecho de ser la pequeña de la pandilla. Solo me llevo 2 meses con él.

-Bien..., un poco cansada, pero el médico a dicho que es normal, ¿y tu?

-Bien..- ese bien no suena precisamente alegre,  sino al contrario.

-¿Seguro?, sabes que  lo noto todo.

-Si, seguro.

-Bueno vale...- creo que voy a tener que ser yo la que coja la sartén por el mango en estos momentos. –Oye... quería preguntarme...- Mierda, porque justo ahora, en estoy momentos que estaba decidida a hablar con Marcos y dejar todo aclarado, aparece....

El Miedo De SandraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora