A la mañana siguiente, teníamos una excursión para ir a ver delfines y hacer submarinismo. Nunca en la vida había hecho las dos cosas por lo que estaba realmente emocionada. Después de desayunar nos llevaron al lugar de encuentro con los guías de nuestra aventura. Nos colocaron los neoprenos y cogimos el barco hasta adentrarnos en el mar. Era bastante temprano, pero era de día, poco menos de una hora llegamos a una zona donde había muchísimos delfines. Los animales rodeaban el barco y nos seguían hasta llegar a una zona que le impedían seguirnos, seguimos un poco más adentro hasta que el barco se paró en medio del mar. Nos dieron unos tubos de oxígeno para poder hacer submarinismo, nos dijeron que sentíamos presión o mareo que lo dijéramos para subir a la superficie. En menos de media hora me tuvieron que sacar porque tenía un mareo horrible, Alex también se salió a pesar de que le dije que se quedará. Tenía un dolor de cabeza horrible y todavía estaba mareada, llegamos a la orilla y lo único que tenía ganas era de tirarme a la cama para que el dolor y el mareo se fueran. Alex me dejó sola en la habitación y se fue a comer con el resto de la familia, llegó con unas bandejas llena de comida y con una pastilla en la mano.
-Deberías de comer, aunque fuera un poco. - Dejó las bandejas en mi mesita de noche y relleno un vaso con agua.
-Voy...-Me incorporé con cuidad y cuando miré la comida sentí como la boca del estómago se me cerraba. Tenía un aspecto horrible, estaba sudada y pálida.
-No tienes fiebre. Joder tienes un aspecto horrible y sin ofender.
-Tranquilo no me ofendo... ¿Porque siempre me pasa todo lo malo a mí?, estoy hasta el coño de que todo me tenga que pasar a mí. Hoy se supone que iba a ser el mejor día de mi vida y se convertido en el peor de todos, ¿porque el mundo está en mi contra siempre? ¿porque? -Las lágrimas cayeron por mis mejillas y Alex se sentó a mi lado, pasó sus brazos por encima de mis hombros y me pegó a él con fuerza.
-No digas eso Alice. -Nos tumbamos mejor en la cama y si lloré, lloré hasta no poder más y dormir como nunca.
No sé cuántas horas pasaron, pero una voz me llamó.
-Alice despierta.
-¿Qué pasa?. -Pregunté adormilada.
-Es la hora de cenar, dúchate y vístete. - Alex me quitó la sábana que me tapaba y como vio que no me levantaba me tiró un vaso de agua helada por la caro.
- ¡Joder que ya voy! - Malhumorada me levanté y me metí en el baño. Salí del baño con una toalla enredada en el cuerpo y con el pelo mojado, quería ir cómoda así que cogí una falda pantalón vaquera y un top básico blanco. Me dejé el pelo que se me secará al aire y me hice un maquillaje simple, cuando iba a salir por la puerta de la habitación Alex entro impidiéndome salir por la puerta.
- ¿Lista?
-Siempre. - Pasó su brazo por mi cintura y salimos a reencontrarnos con los demás.
Llegamos al restaurante y cada uno se separó para coger la comida que querían. Yo llegué primero a nuestra mesa, por lo que decidí esperar a los demás. Revisé mi móvil y me di cuenta de que quedaban dos semanas para el casting de la película. Estaba mentalizada que el papel principal era imposible que lo obtuviera porque apenas tengo experiencia, pero me gustaría salir en alguna escena. Alex tenía más posibilidades, es un poco conocido y lleva dos años estudiando cinematografía. Todos llegaron a la mesa y nos pusimos a cenar.
- ¿Estas mejor ya Alice? - Me preguntó mi padre.
-Sí, ya estoy mucho mejor.
-Hombre que, si tiene que estar mejor, se ha tirado todo el día durmiendo. - Interrumpió Alex.
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El mundo en mi contra
Teen FictionAlice una chica de 17 años no pasa por el mejor momento de su vida después de la separación de sus padres, sin embargo conoce a los que será sus dos nuevas familias con los que digamos tiene unas aventuras con sus hermanastros que no se lo ponen nad...