Las fiestas

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Ya llegaron las fiestas de navidad y poco a poco empecé a acostumbrarme a ver a mi padre destrozado por el divorcio y a mi madre con su nuevo marido.

Tuve muy buena relación con Noah pensaba que acabaría odiándolo, pero vi como cada vez más éramos más cercanos. Dejé de pensar en Alex ya que no podía hacer nada y decidí volver a retomar los estudios. Me levantaba e iba al instituto y luego me encerraba en la biblioteca de casa con Noah para que me ayudara a estudiar. Él estudia medicina quiere ser cirujano plástico, es muy inteligente el único problema es que los fines de semana siempre los aprovecha para salir de fiesta con sus amigos y vuelve ya cuando todos estamos desayunando.

Yo en cambio había hecho una amiga en el instituto se llamaba Vicky me caía súper bien. Sara la que era mi mejor amiga, me dejó de hablar porque me dijo que tenía que empezar a madurar que ya no quería juntarse conmigo porque era muy rara. En fin, cosas que nunca entenderé. Cuando por fin llegó el fin de semana Noah me dijo que quería que saliera con el de fiesta y así presentarme a sus amigos, acepté ir, total hacía ya tiempo que no salía de fiesta. A la mañana siguiente me levanté temprano para ir a comprarme ropa y a terminar de comprar los regalos de navidad. Por fin me habían dado las vacaciones de navidad y tenía más tiempo para dedicarme a otras cosas.

-Buenos días cariño ¿Qué tal has dormido? -Dijo mi madre con una taza de café en la mano, tenía un pijama de invierno y una bata puesta.

-Muy bien.

-Bueno, ¿Qué haces vestida tan temprano? -Me dijo frunciendo el ceño.

-Me voy de compras necesito ropa. Por cierto, esta noche salgo de fiesta con los amigos de Noah.

-Menos mal hacía tiempo que no te veía salir de la biblioteca. -Dijo mientras le daba un trago al café.
-Bueno voy a ir contigo no pienso dejarte sola en el centro comercial.

-Vale. -Le dije cogiendo mi taza de café.

Cuando llegamos al centro comercial mi madre se empeñó en ir a una tienda cara, yo no quería que fuera mi padrastro quien me comprara mis caprichos y los regalos de navidad que me faltaban. Así que la deje sola en esa tienda y me fui directa a las tiendas donde suelo comprar mi ropa. Más bien estaba buscando un vestido para estrenarlo esta noche en la fiesta de la casa de los amigos de Noah. Me probé muchos vestidos, pero al final escogí uno de color negro largo de tirantes se ajustaba a mi cuerpo y marcaba mis caderas y dejaba a la vista mi espalda totalmente descubierta. Cuando ya era la hora de comer decidimos parar en un italiano bastante caro, pero como mi madre era la que pagaba pues entramos. Cuando nos trajeron la comida mi madre me miraba un poco distraída como si quisiera preguntarme algo así que intervine.

-Sea lo que estés pensado me lo puedes contar. -Dije mirándola fijamente evitando que desviara la mirada.

-Bueno en verdad lo que quería decirte es que estoy muy orgullosa de cómo te has ajustado a nuestra nueva vida. Sé que no es fácil, pero de verdad que me parece algo muy agradable de tu parte.

Esto no me gusta..

-No es que esté muy ajustada a esta nueva vida, pero por lo menos lo estoy intentado.

-Bueno cambiando de tema ni se te ocurra beber nada esta noche, tienes diecisiete años y con dieciocho tampoco te dejaré beber. Pero solo te pido que seas responsable con los que bebes así que nada de alcohol. -Me dijo con una sonrisa de orgullo.

Ya sabía yo que algo iba mal..

-Vaya así que vas a tenerme controlada como una muñeca hasta los dieciocho, a no perdona hasta que me muera. Porque apuesto todo lo que quieras que encima eres capaz de vivir más tiempo que yo para controlar todo lo que haga. -Dije con tono de enfado.

El mundo en mi contraHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin