Nueva york

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Antes de que nos pudiéramos dar cuenta ya estábamos preparando las maletas para nuestro viaje a Nueva york. Yo estaba terminando de seleccionar la ropa que me iba a poner cada día cuando la puerta de mi habitación se abrió de golpe, era Lucas, desde hace un par de días no cenaba con nosotros y si me lo encontraba por los pasillos me evitaba.

-Se llama antes de entrar. - Le dije con mala cara.

-Perdón, es que quiero hablar contigo. -Me dijo mientras se sentaba en el borde de mi cama.

- ¿Conmigo? - Le pregunté mientras dejaba la ropa que tenía en la mano.

-Sí, es urgente. -Dejé la maleta y la ropa a un lado y me senté al lado de él mirándolo con cara de preocupación.

-Soy todo oídos. Le dije mientras pasaba mis brazos por sus hombros.

-Hay una chica que me gusta y...

- ¿Una chica que te gusta? eso es genial, ¿es de tu clase? -Le dije con una sonrisa en la cara.

-No, no es de mi clase, la veo todos los días.

-Bueno por lo menos la ves todos los días.

-Ya, pero hay un problema.

- ¿Qué problema? - Le dije con el ceño fruncido.

-Que tiene novio.

-Vaya.

-Y no sé qué hacer, además su novio es un capullo. - Me dijo mirándome fijamente.

-Pues no sé, intenta que se fije más en ti y que vea que su novio es un capullo.

- ¿Y cómo lo hago? Su novio nunca le deja sola.

-Intenta que se fije más en ti. - Le dije levantándome de la cama para seguir preparando la maleta, en ese momento se abrió la puerta de mi habitación y entró Alex.

-Bueno yo mejor ya me voy, gracias Alice. -Me dijo dándome un beso en la mejilla, pasó por al lado de su hermano y le dio con el hombro en el brazo.

- ¿De qué habéis hablado? - Me preguntó con curiosidad.

-Me ha pedido consejo sobre chicas, para que una chica se fije en él y deje al capullo de su novio. -Le dije mientras metía la ropa en la maleta.

-Bueno, ¿qué me dices de esta camiseta?, es perfecta. -Me dijo mientras me mostraba la camiseta que ponía "I love New York".

-Me encanta, esa es nueva ¿no? - Le dije acercándome a él.

-Si es nueva.

-Bueno pues otra que te voy a robar. - Le dije dándole un beso en la comisura de los labios.

-Tranquila que eso no va a suceder, te he comprado una igual. - Me dijo sacando de la bolsa que traía en la mano una camiseta igual que la suya, pero más pequeña.

-No hacía falta, pero gracias me encanta. -Le dije mientras me acercaba a él y posaba mis labios en los suyos.

Cuando terminamos de hacer las maletas, nos despedimos de todos y Mery nos dejó a los dos en el aeropuerto.

-Pasarlo bien, pero tened cuidado. - Nos dijo Mery dándonos un abrazo.

-Cuidare de ella mamá. -Le dijo Alex rodeando su brazo en mi cintura.

Nos despedimos de ella y nos montamos en el avión, nos esperaban ocho horas de vuelo y la mayoría del viaje lo hicimos dormidos. Cuando me desperté Alex estaba viendo una película en la pantalla del avión, nos quedaban dos horas para aterrizar. Tenía hambre así que saqué de mi mochila unas galletas que había comprado en el aeropuerto antes de coger el avión. Cuando aterrizamos eran las cuatro de la tarde, cogimos un Uber que nos dejó en la puerta de nuestro hotel. Sabía que si me dormía ahora no me podría dormir después por la noche, dejamos las maletas en nuestra habitación y nos fuimos a buscar algún restaurante para comer algo y dar un paseo. Había un puesto donde vendían un trozo de pizza enorme, nos sentamos en un parque súper bonito a comernos la pizza. Estábamos cansado así que decidimos irnos al hotel. Llegamos al hotel y me tumbé en la cama, las camas de los hoteles no sé qué tienen, pero siempre duermo mejor.

El mundo en mi contraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora