Las clases ya habían acabado y oficialmente todos estábamos de vacaciones. Yo eché una solicitud para la escuela de cine de la ciudad, la misma en la que estaba Alex y me aceptaron al instante. Empezaba en septiembre y ya tenía ganas de que pasara el verano para comenzar.
El verano lo tenía demasiado organizado. Tenía un viaje con la familia de mi madre, otro con mi abuelo, también mi hermana me había enviado un billete para ir a visitarla a Nueva York y después me iba de viaje con la familia de mi padre. Solo me quedaba libre todo agosto y los pocos días de septiembre. Mis padres cuando estaban juntos en mi casa no teníamos piscina porque en mi urbanización estaba prohibido las piscinas, entonces estábamos apuntados en un club donde había piscina y muchas actividades. Aquel lugar era enorme, tenía mi grupo de amigos. Este verano lo iba a pisar menos porque todo julio estaba fuera, pero como tenía dos semanas de junio libre me dispuse a ir. Mi familia ahora estaba muy dividida, lo que más temía era que mis padres coincidieran en la piscina, pero yo no podía hacer nada los dos estaba apuntados y si coincidían era su problema. Como estaba con mi padre le pedí que fuéramos ya que había quedado con mis amigas allí. Aceptó, pero íbamos todos, incluido Alex.
Ya éramos un poco famosos por así decirlo, la empresa de Mery había triunfado mucho y teníamos muchísimas entrevistas y eventos. En los periódicos aparecíamos como la familia perfecta, me angustiaba mucho que cada vez que iba por la calle me reconocieran y los periodistas me persiguiera, pero me tendría que acostumbrar porque dentro de nada eran las audiciones y si obtenía el papel principal acabaría siendo muy reconocida. La película a la que iba a ir a la audición era una película muy esperada y eso me angustiaba un poco. Ya había salido en la televisión, pero no es lo mismo que salir en la gran pantalla.
Cuando llegamos, todo el mundo se nos quedó mirando, pero era obvio ¿no? Mi padre empezó a saludar a la gente y a presentarle a su nueva mujer y a sus hijos, yo como ya los conocía fui a nuestro sitio y coloqué todas las sillas. Como de costumbre me iba a otro lado con mis amigos, pero como todavía no habían llegado me quedé sentada en una de las sillas. Al cabo de un rato apareció Alex con un bañador negro y sin camiseta. Miré a mi alrededor para ver si alguien lo estaba mirando y como ya era normal había un grupito de chicas mirándolo y babeando por él. Se sentó al lado mía y sacó la crema solar de su mochila.
-Quítate la camiseta que te voy a echar crema. -Me dijo abriendo el bote de crema y echándosela en la mano.
-Vale papá. -Le dije con sarcasmo mientras me quitaba la camiseta, me levanté y me puse de espaldas a él.
- ¿Prefieres quemarte? o peor aún ¿tener cáncer de piel? -Me dijo muy serio, no me hizo mucha gracia la palabra cáncer. Mi abuela murió de ello y todavía me cuesta asimilar que murió sin que yo me pudiera despedir de ella.
-Anda échame la crema ya para que te calles.
-A sus órdenes rubia. -Colocó sus manos sobre mi espalda haciéndome que me tensara.
Mierda.
- ¿Porque te tensas? -Me preguntó.
-Porque ésta fría. -Le dije mintiéndole.
-Si claro. -Terminó de ponerme la crema y me senté de nuevo en la silla, saqué el guion de mi mochila y empecé a estudiármelo.
-Si necesitas ayuda con eso me avisas. -Me dijo mientras se echaba la crema. Aparté la vista del guion hacia él y se me escapó una risa.
- ¿Qué pasa? ¿De qué te ríes?
-Te has esparcido la crema fatal por la cara. -Me levanté y me senté sobre su regazo para esparcir bien la crema de la cara, él se tensó, pero hice como si no me diese cuenta. Me levanté y me senté de nuevo en la silla.
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El mundo en mi contra
Novela JuvenilAlice una chica de 17 años no pasa por el mejor momento de su vida después de la separación de sus padres, sin embargo conoce a los que será sus dos nuevas familias con los que digamos tiene unas aventuras con sus hermanastros que no se lo ponen nad...