6. Es cosa de Reyes

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—¿Entonces, príncipe Louis? ¿Qué piensa?— Louis miró a la organizadora de eventos desorientado. No le estaba prestando ni un poco de atención.

—¿Eh?—Harry, quien también se encontraba allí, soltó una risa nasal.

—Hijo—Su madre habló—Nos preguntábamos si eran mejores los tulipanes o las rosas blancas para la ceremonia...

—¿Qué dijo Styles?—Ambos se miraron.

—Tulipanes, príncipe—El más alto respondió mirándolo fijamente a los ojos.

—Rosas blancas estarían bien entonces...

Las mujeres suspiraron y Styles sonrió ladino sabiendo que el menor solo lo hacía para llevarle la contraria.

—Creo entonces que las rosas me agradan...—Sugirió el castaño.

—No, ¿saben qué? Me gustan los tulipanes mejor.

—Estoy de acuerdo—Harry sonrió tirando su torso hacia atrás en la silla.

—Rosas blancas mejor—Louis "Cambió" nuevamente de opinión.

La organizadora de eventos observaba la escena con cierta confusión. No entendía cómo el príncipe Louis podía cambiar de opinión tan rápidamente y sin razón aparente. Decidió intervenir para aclarar las cosas.

—Disculpen, altezas, pero necesitamos tomar una decisión concreta. ¿Prefieren los tulipanes o las rosas blancas para la ceremonia?

—Rosas blancas—Ambos respondieron al unísono, pero el menor no esperaba que su respuesta fuera la misma que la del mayor, pero antes de poder volver a cambiar su opinión su madre intervino.

—¡Perfecto! Me agrada que estén de acuerdo.

La organizadora de eventos respiró aliviada al escuchar una respuesta clara y concisa. Tomó nota de la elección de las rosas blancas y continuó con la planificación de la ceremonia.

—Bien...Ya tenemos la combinación de las flores y el lugar...Solo nos falta: La música, los trajes, la comida, centros de mesa, duración y distribución del evento, el pastel de boda, la coronación, sus trajes, su duración, su fecha y todo lo relacionado a la luna de miel.

El príncipe soltó un bufido de cansancio y aburrimiento, mientras que su madre lo regañó con la mirada.

—Louis, no te quejes. La planificación de una boda real requiere atención y dedicación. No podemos dejar ningún detalle al azar —dijo su madre con tono serio.

—Pero, yo no lo entiendo, ¿Por qué estamos organizando una boda que puede que ni siquiera se lleve a cabo y además no estamos comprometidos aún?

—¿Quieres que te haga una propuesta de compromiso príncipe?—Styles lo miró ladino.

—No, definitivamente no quiero que me hagas una propuesta de compromiso, Styles —respondió Louis con una expresión de sorpresa y molestia en su rostro.

—No te preocupes, príncipe. Solo estaba bromeando —dijo Harry riendo entre dientes.

Louis simplemente rodó los ojos, su madre, en su lugar, hizo una mueca mientras buscaba algo en los bolsillos de su saco.

—Hablando sobre eso...—Tenía que ser una jodida broma—Aquí tienen— le entregó al más alto una cajita de terciopelo negro—son de la familia, ambos deberían usarlos.

Harry tomó la cajita de terciopelo negro con curiosidad y la abrió cuidadosamente. Dentro encontró dos anillos elegantes y sofisticados. Los examinó detenidamente y luego miró a Louis con sorpresa.

—¿Qué es esto? —preguntó, tratando de ocultar su confusión.

La reina suspiró y miró a ambos jóvenes con ternura.

—Son los anillos de compromiso de la familia real. Quiero que los usen como símbolo de nuestra unión. Sé que esto no fue una elección que ustedes hicieron, pero es una decisión que trasciende sus deseos individuales. Hay responsabilidades que vienen con nuestra posición y esta boda es parte de ello.

Louis frunció el ceño, evidentemente incómodo con la situación.

—Madre, no entiendo por qué estás apurando las cosas. No estoy seguro de si quiero casarme con Harry. Apenas nos conocemos y no sé si podemos tener un matrimonio feliz.

Ella suspiró y puso una mano sobre la de su hijo.

—Hijo, entiendo que esto es difícil para ti. Pero debes comprender que hay cosas más importantes en juego que tus propios deseos. Este matrimonio es crucial para las alianzas políticas y la estabilidad de nuestro reino.

El menor miró a su madre, frustrado pero también preocupado por el bienestar de su reino. Sabía que la política y los matrimonios arreglados eran parte de su posición como príncipe, pero aún así sostenía y luchaba con la idea de casarse sin amor.

—Pero, madre, ¿y mi felicidad? ¿No debería ser también una consideración importante?

Su madre suspiró nuevamente, pareciendo cansada.

—Por supuesto que tu felicidad importa, hijo, pero debemos encontrar un equilibrio entre el bienestar personal y el bienestar del reino. No te estoy pidiendo que renuncies completamente a tu felicidad, pero a veces tenemos que tomar decisiones difíciles por el bien común.

Louis bajó la mirada, sintiéndose atrapado entre el deber y sus propios deseos. Harry se sintió ajeno a la situación, pero, a su vez, sintió la tensión en el aire. Miró la cajita entre sus manos y la cerro.

—¿Me permiten un momento a solas con el príncipe?

—Por supuesto, Harry. Les daremos un momento de privacidad —respondió la reina, asintiendo con la cabeza. La organizadora de eventos, que había estado observando toda la situación con curiosidad, también se retiró discretamente de la sala.

Una vez a solas, se acercó a Louis, quien aún parecía abrumado por la situación. El pecoso levantó la mirada y se encontró con los ojos serenos del castaño.

—Louis, entiendo que esto no es lo que esperabas. Yo también tengo mis propias razones para estar aquí, y te aseguro que no deseo hacerte daño...

—¿Por qué estás haciendo esto? ¿Por qué aceptar esta farsa de matrimonio? —preguntó, su voz cargada de frustración y confusión.

Y la pregunta lo había tomado por sorpresa, no podía decirle la verdad, pero a la vez sintió algo de pena por el heredero.

—Te lo he dicho ya, Príncipe, no sé cómo explicarlo ahora pero... Lo único que te puedo prometer es que haré todo lo posible para protegerte y cuidarte, incluso si eso significa enfrentarme a ti y a tus reticencias ...

Louis frunció el ceño, claramente frustrado por la falta de respuesta clara.

—No puedo casarme contigo si no confío en ti, Harry. Necesito saber que estás en esto por razones genuinas, y no solo por alguna agenda oculta.

Harry miró fijamente a los ojos de Louis, mostrando sinceridad en su expresión.

—Louis, te prometo que no tengo ninguna agenda oculta que te perjudique. Sé que esto es difícil de creer en este momento, pero necesito que confíes en mí...—y mintió, mintió de la manera más descarada y cruda que podía.

El menor sólo se le quedó mirando.

—Sé que odias la idea pero... ¿podríamos usar los anillos? Si el futuro nos depara una separación, podemos quitárnoslos. No es necesario que carguen sentimiento, pueden ser parte de la farsa.

Tomlinson extendió su mano con resignación, permitiendo a Harry colocar la sortija en su dedo anular.

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Entre La Mafia Y La Corona  {L. S.}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora