Me había levantado a las siete de la mañana, no había podido dormir lo suficientemente bien de tanto pensar en aquella decisión que había tomado. Me sentía demasiado nervioso y cuando desperté, me dí cuenta que estába bañado en sudor, apenas pude abrir los ojos, no faltó tiempo para que una de las empleadas de servicio abrierá la puerta de mi habitación para avisarme que ya había amanecido mientras abría las cortinas, la luz del sol me dió en todo el rostro iluminando la habitación.
-Buenos días Majestad, es un nuevo día.
-Vaya, no me había dado cuenta. -Dije con voz ronca mientras me giraba hacía la izquierda en la cama quedando boca arriba.
Salió de la habitación rápidamente, yo me quedé mirando el techo pensando en Megan.
○ ○ ○
Apenas llegué al comedor, mi madre me recibió con un dulce saludo mañanero.-Buenos días hijo mío, ¿Que tal noche pasaste? -Me preguntó con una sonrisa.
-Buenos días mamá, la verdad no dormí muy bien. -Contesté con una media sonrisa.
–¿Y eso por qué? Ya sé, de seguro estás muy nervioso por la boda, ya hablé con tu padre y está muy contento, espera poder estár en la cena para conocer a tu futura esposa, ¿Cuando la traerás? –Mis padres estában demasiado entusiasmados, y yo ni siquiera sabía si Megan aceptaría mi propuesta de matrimonio.
–No lo sé, todo depende de que decída aceptar. –Le dije mordiendo mi mejilla internamente.
–¿Cómo dices eso? Claro que aceptará, sería muy ilógico que no lo hiciera, cualquiera mataría por está en el lugar de esa chica afortunada, mírate, eres atractivo, amable, caballeroso, todo lo que una mujer querría tener.
¿Aceptaría? Yo quería que lo hiciera, sé que seríamos muy felices, pero, ¿Y si se négaba a casarse conmigo? Estába seguro que el mundo se me destruiría.
○ ○ ○
En la tarde estába sentado frente a la chimenea con los codos en las rodillas y las manos en mi cara, necesitaba llamar a Megan, Dios mío, me sentía demasiado nervioso, pero como si nada, un impulso me hizo sacar mi teléfono del bolsillo de mi pantalón y empezar a marcar el número de Megan.
Me llevé el teléfono a la oreja y descolgó en el primer tono.
–¿Hola? –Su voz parecía cuidadosa y delicada.
–Hola Mega, soy Justin, quería saber ¿Cómo estás? –Traté de no sonar nervioso, sabía que lo notaría.
–Oh, yo e- estoy bien ¿Y tú? –Me encantó la manera en que la preguntó, con tanta curiosidad y cariño.
‐Bien, sabés, quería saber si tienes tiempo libre hoy, me gustaría verte.... –No sabía que decirle, los nervios me comían entero– Te- tengo que decirte algo.
Se había quedado callada por un momento, pensé que me diría un no, pero....
–Sí, hoy tengo el día libre...¿En donde podríamos vernos? –¡Sí! O tal vez ¡No!
–Perfecto, podemos vernos cerca del lago, ¿Te parece? –Aquel lugar me traía recuerdos de la última vez que nos vimos.
–Sí, me parece bien.
○ ○ ○
Media hora más tarde, me encontraba ya en el lago, tuve que sentarme en un banco enfrente de aquellas aguas verdes.
Megan todavía no llegaba, pero lo hizo después de unos minutos.
–Disculpame por haberte echo esperar. –Se veía muy hermosa, llevaba puesto un vestido verde menta y un delgado abrigo color blanco.
–No te preocupes, que bueno que ya estás aquí. –Le dije poniendome de pie en el banco.
Habíamos hablado mientras caminábamos, hasta que decidí atreverme a decirle y expresarle lo mucho que la amo, lo perdidamente enamorado que me tenía, le dije que seríamos felices si aceptaba casarse conmigo, cada vez que le hablaba sentía como mi voz se quebraba, tenía miedo de que negara la propuesta...Pero gracias a Dios, no lo hizo.
Mientras lágrimas bajabán por sus mejillas, yo le colocaba el anillo con delicadeza, no podía creerlo, Megan, ella...Sería mi esposa muy pronto.
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Cristal
Teen FictionMegan Watson era una chica joven y trabajadora, Quíen perdió a sus padres a muy corta edad.Justin Cooper un joven de la realeza, Educado y valiente, Con el futuro de un país en sus manos,Quíen logra atraer a muchas chicas, Pero solo una lograra toca...