corazón

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quise desgarrarme el alma, empecé por la piel.
quise arrancarme el corazón y entregártelo, caliente, latiente por ti.
¿Por qué no lo quisiste? Estabas demasiado centrada en ti. O en él, no sé. Yo sí pensé que querrías mi corazón pero tal vez solo me querías sangrando. Aquí me dejaste. Aquí me dejas. Tu saliste de aquí, os fuistéis los dos y me dejastéis con el corazón en la mano, un agujero en el pecho y dios mirandome eternamente.

Rosario en llamasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora