Capitulo 5 Un Nuevo Problema

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Narra Octavio

Ya hace tres años desde que TN y yo compartimos el desayuno por primera vez y ahora somos muy buenos amigos, comíamos juntos de vez en cuándo, hablábamos por teléfono y a veces salíamos el fin de semana juntos a ver una película, comer o simplemente caminar por la cuidad.

Decir que me sentía felíz estando así de cerca de ella no era suficiente para describir la emoción que siempre se albergaba en mi interior cada vez que platicábamos, antes era muy pesimista y pensaba que la única manera de poder saber que estaba bien era seguirla de lejos, sin embargo ahora que soy su amigo me doy cuenta de lo equivocado que estaba y de lo mucho que hemos avanzado, si bien no espero más de mí relación con ella, justo en este instante me siento satisfecho.

Hoy fuí a recogerla a su trabajo ya que íbamos a ir a ver una película acerca de la historia de la NASA, así que salí unos minutos antes de la oficina para poder llegar a buena hora, entré al lobby de su trabajo y la recepcionista me atendió.

- Buenas noches - dije cortésmente -

- Buenas noches Octavio, ¿Qué te trae por aquí? ¿Acaso vienes por mí? - Mencionó en un claro tono de coqueteo -

Solté un suspiro ya que su actitud me agotaba, cada que me veía insinuaba este tipo de cosas sin embargo estaba más que claro que no estoy interesado en ella y se lo he dicho de forma sutil varias veces pero parece no entender el punto ya que continúa con este coqueteo así que he optado por ignorarla, en algún momento tiene que cansarse ¿No?

- Estoy buscando a TN ¿Podrías decirle que estoy aquí? -

- Claro -

Me alejé hacía los sillones sentandome en uno de ellos mientras esperaba que TN saliera y no tardó mucho en bajar del ascensor tocando mí hombro haciéndome sobresaltar ya que no la había visto.

- Perón no quería asustarte - Dijo sonriendo -

- No hay problema ¿Estás lista? -

- Sí -

- En marcha entonces -

Caminé a su lado llegando a la puerta principal, la cuál abrí dejándola pasar y después yo salí por allí, le ayude a subir al auto y yo mismo me adentré en el, puse en marcha el coche dispuestos a irnos hasta que se acercó un sujeto con un ramo de rosas rojas, era muy grande este ramo, de unas treinta flores más o menos.

Asomó la cara por la ventanilla y ambos lo miramos desconcertados.

- ¿Puedo ayudarte? - Le pregunté a esta persona -

- Gracias pero no, estoy buscando justo a esta señorita, tenga el ramo es para usted -

- Debe estar equivocado - mencionó TN -

- Claro que no, ¿Usted es TN? - ella asintió - Entonces no hay duda, es suyo tenga -

- ¿Pero quién lo envía? -

- No puedo decir su nombre, pero el ramo también tiene una tarjeta, tal vez allí encuentre alguna respuesta -

- Perdón pero no puedo aceptarlo ya que desconozco quién lo envía -

- Por favor señorita yo sólo hago mí trabajo y si regreso con el ramo mi jefe me va a regañar -

TN se lo pensó un momento pero finalmente aceptó, al fin y al cabo esta persona sólo hacía su trabajo, recibió el ramo y él se fué así tan de repente cómo apareció. Miré extrañado a TN y ella buscó en el ramo la tarjeta que encontró de inmediato leyendola en voz alta.

Una Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora