¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
DOS peace
Izuku se despertó repentinamente, jadeando y sudando. Reposaba en una camilla de hospital alrededor de cuatro paredes blancas, y a su lado una figura que era conocida como su madre estaba sentada, durmiendo mientras tomaba la mano del chico. El pecoso repentinamente sintió un vacío que no podía explicar, no recordaba lo que había pasado por su mente cuando estaba descansando, y sentía haber convivido con una persona que lo había dejado completamente anonadado. No recordaba nada, pero quería recordar.
—¿Izuku...? —murmuró su madre al sentir los movimientos que hacía el contrario. Alzó su cabeza de manera adormilada, y al verlo despierto sus ojos se abrieron completamente y de inmediato lágrimas inundaron su rostro—. ¡I-Izuku, despertaste! ¡Estaba muy preocupada!
—Mamá... —susurró él, acariciando el cabello de la mayor—. Lo siento mucho...
—¡Yo lo siento por no darme cuenta de lo que estabas pasando! —exclamó, y Midoriya se sintió muy mal al saber que toda su vida, su madre se culpaba de la mala vida que Izuku llevaba—. ¡P-Perdoname, Izuku!
—No, mamá, yo... —la puerta de la habitación se abrió y una enfermera entró, alegrándose al ver que el pecoso ya había despertado y alegando con que llamaría un doctor para que lo viera. Al abrir y cerrar de nuevo la puerta tras ella él pudo ver a un chico parado frente a su habitación mirándolo fijamente, pero de la misma manera que apareció, se desvaneció como el polvo. Izuku se sintió confundido, pero también atraído hacia esa persona. Y no lo entendió, porque nunca lo había visto.
Después de unos días más en el hospital, pudo ser dado de alta. Pero seguía sintiendo ese vacío en su ser, sintiendo que algo le faltaba. Sintiendo que quería tener algo, pero que no podía tenerlo.
Vivió su vida de manera normal, aunque las burlas hacia él no bajaron después de lo que hizo. Lo siguieron acosando en la escuela, lo golpeaban y amenazaban, y Midoriya recordó el por qué hizo lo que hizo, y por un momento quiso de nuevo, estar durmiendo y soñando con algo que no recordaba, pero que quería volver a soñar.
Y siempre sentía una presencia junto a él. Sentía que alguien lo acompañaba, pero en vez de sentirse aterrado o incómodo, esa sensación le parecía cálida y cómoda.
Los meses pasaron, y cuando él sintió por un momento que su vida podría mejorar, las cosas sólo empeoraron.
Cuando sus acosadores lo golpearon más fuerte que las otras veces, él simplemente se dejó. Pensó que sería lo correcto, lo mejor. Así tal vez dejaría de sufrir, así tal vez el vacío que sentía desde que despertó se podría llenar.
Quedó lleno de sangre, los matones se asustaron diciendo que se habían pasado con Izuku, y escaparon dejándolo ahí, desangrándose. Su cabeza dolía, sentía un pitido en los oídos y no podía moverse. Se sentía debilitado, y su vista comenzaba a nublarse. Con un último suspiro, pensó que tal vez y solo tal vez, en ese momento por fin podría conseguir la paz que tanto él anhelaba.
—De nuevo aquí, pedazo de idiota. Yo te que te había dicho que no quería verte en mucho tiempo —alegó alguien a su lado. Y él dejó de sentirse agotado y débil, volvió a sentirse fuerte y con todos los ánimos del mundo se levantó. Pero no entendía en donde estaba—. Ahora sí estás jodido.
Al ver esa alta figura de nuevo frente a él, recordó lo que había "soñado" estando inconsciente después de su intento de suicidio. Pudo entender el vacío que sintió en todo ese tiempo, ya que en verdad había quedado completamente hechizado por lo hermosa que era La Muerte.
Entonces no se preocupó por estar ahí con ese ser. No podría ser tan malo después de todo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
