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EXTRA in another life
—Katsuki —le interrumpió el todopoderoso, de cabello de dos colores, cuando el cenizo había ido a llevar algunas almas de seres vivos muertos—. ¿Podríamos hablar?
La Muerte asintió con la cabeza sin decir mucho ni teniendo el valor de negarse. Dios se acercó a él, y en otras situaciones el ser se hubiese burlado o hubiese comenzado a insultar al omnipotente, pero ahora no se encontraba de ánimos. Desde hace mucho tiempo no se sentía con ánimos.
—Katsuki, ¿eres feliz? —le había preguntado cuando estaban solos—. Desde hace tiempo que estás decaído.
—Estoy como siempre —contestó, distante.
—No —negó el bicolor—. ¿Eres feliz con tu trabajo?
La Muerte se quedó callado. El Dios lo tomó como una señal.
—Sabes que si no quieres seguir haciendo lo que haces, puedes decirme. Otra persona puede tomar tu lugar —sugirió. Katsuki de inmediato negó con la cabeza.
—¿Y hacerme humano? No gracias —rechazó la oferta de manera brusca—. Estoy bien así.
—No estás bien así —notó el Dios—. Escucha lo que te digo.
—Déjame en paz, Shoto —soltó en un gruñido. Esa palabra le traía recuerdos.
—¿Sabes que existen las otras vidas? —le preguntó Shoto. Katsuki rodó los ojos—. Si no te va bien en una vida, puedes mejorar en la otra.
—Claro que lo sé.
—¿Y sabes que las almas que no cumplen con su objetivo de vida, tienen la oportunidad de vivir otra vida?
—Hasta que cumplan con su objetivo en el mundo. Sí, sí, claro que lo sé, Shoto, ¿a qué quieres llegar con eso? —a pesar de que La Muerte lo miró con el ceño fruncido y de manera frustrada, el Dios lo miró de manera pacífica y con una serena sonrisa.
—Tu en vida no cumpliste tu objetivo de vida —declaró Shoto. La expresión de Katsuki se suavizó—. Si renuncias a tu trabajo, puedes tener la oportunidad de vivir otra vida.
Y entonces, Katsuki de verdad se lo pensó.
—El alma de Izuku está viviendo su otra vida justo ahora en otro mundo —confesó el Dios. Los ojos de Kacchan se abrieron un poco más—. Si en esa vida tampoco logra su objetivo de vida, puede que te lo encuentres en tu otra vida.
Katsuki apretó sus labios, pensando. En verdad quería verlo, desde que se despidió de él, lo único que anhelaba era volverlo a ver y tenerlo en sus brazos.
—Bien.
Shoto dejó mostrar una suave sonrisa, y Katsuki sintió de repente nervios, emoción, anhelo y deseo. Todas esas emociones en un solo momento, que incluso llegó a sentirse agobiado por eso.
—Touya, toma el lugar de Katsuki —escuchó como decía el Dios, pero ya no le prestaba atención. Shoto seguía sonriéndole, y él sintió desde el fondo de su ser, su corazón latiendo.
Abandonó su trabajo como La Muerte por el alma de la que se había enamorado, anhelando y pidiendo con todo su ser, volver a encontrarse a Izuku en otra vida, en otro mundo.
★
—Eso es cruel, Kacchan. ¿No puedes ver que está llorando? —un pequeño niño de pecas temblaba de nervios y con lágrimas en los ojos, apretando su camisa entre sus manos a causa del miedo—. ¡Si vas a seguir, y-y-yo nunca te perdonaré!
—Aunque no tengas una particularidad, ¿pretendes ser un héroe, Deku?
Katsuki realmente lo había encontrado. Todos sus deseos se habían hecho realidad, pero no de la manera que quería.
No recordaba nada de su vida pasada. Y ahora, maltrataba a la persona que tanto había amado en su anterior vida.
Esperaba darse cuenta pronto, que su alma gemela, siempre estuvo frente a él.
Y así, todo lo que había hecho tendría sentido, y valería la pena.
Su alma y la de Izuku, siempre estuvieron destinadas. Almas gemelas, almas que se complementan.
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