Love you the most

Capítulo 4

La discusión que tuve esa noche con mi padre es uno de los pocos recuerdos amargos que tengo de nuestra relación. A veces me gustaría olvidarla y quedarme solo con la pulcra imagen de un padre amoroso, diligente y confiable; sin embargo, me es imposible negar lo decepcionada, desilusionada y traicionada que me sentí en aquellos días. Él me confirmó todo lo que Conrad había dicho minutos antes. Él, mi padre, me había ocultado la realidad de nuestra situación financiera. No sólo estábamos en la quiebra, sino que también teníamos deudas de varios miles que Conrad se había encargado de liquidar con la condición de que mi padre prácticamente le regalara nuestras propiedades y le dejara tomar posesión de ellas lo más rápido posible.

-Llegó a salvarnos, hija, entiende. -Repetía una y otra vez. Como si intentara convencerse así mismo.

- ¿Salvarnos de qué? Nos va a dejar en la calle.

-Ya estamos en la calle, cielo – dijo con tristeza- pero al menos así puedo cumplir la promesa que le hice a tu madre y mantenerte a salvo.

-No metas a mamá en esto- La indignación que sentía provocó que mi voz se alzara más y más mientras la conversación avanzaba, por lo que intenté controlarme y suavizar el tono. - Padre... no puedo casarme con alguien que no amo. No uniré mi vida a una persona que no conozco y que no quiero conocer. 

Él clavó sus ojos en los míos. Noté decisión en ellos, la misma que le había visto en el trabajo cuando cerraba tratos financieros o en casa cuando se disponía a contarnos el plan de cosecha de aquel año. Había admirado e incluso intentado imitar esa mirada en un sinfín de ocasiones. Me había brindado la seguridad de saber que cuándo él se proponía algo era imparable y eso nos mantendría protegidas a mamá y a mí. En ese momento el significado era distinto, esa noche desprecié la seguridad que vi reflejada en su mirada.

Como leyendo mis pensamientos continúo:

-No puedes casarte con Minjeong, hija. No puedes.

La inesperada verbalización del deseo que tanto había anhelado, pero que aún no había compartido con nadie me tomó por sorpresa. Me sentí vulnerable y expuesta ante sus palabras.

- ¿Por qué no? – Mi voz se quebró.

-Porque ni ella ni su familia pueden hacer lo que Conrad hará por nosotros. Por todos nosotros. No sólo por ti y por mí. Él se encargará de sacar también a Aeri, Ning y sus familias junto contigo. Jimin, la situación aquí está cada vez peor. En la capital los rumores dicen que dentro de poco empezará a haber bloqueos y las fronteras se pueden cerrar en cualquier momento. Es más, esperar un mes me parece una imprudencia.

- ¿Cómo puedes estar tan seguro de que todo lo que dices realmente pasará?

-Porque sé de lo que hablo, hija. Este es un pueblo alejado, las noticias nos llegan tarde, pero los problemas nos llegan pronto. Tienes que creerme y confiar en mí.

- ¿Por qué lo haría si ya demostraste que me has estado mintiendo?

Vaciló, su seguridadpareció quebrarse y su mirada herida me dolió también. Tuve ganas deabrazarlo y olvidar todo cuando pasaba, hallar de nuevo protección en susbrazos, pero mi corazón estaba igual de lastimado que el suyo y me negaba aceder.

-Jimin... no hay nada que discutir. Las cosas se harán, porque de otra manera, no sólo te estarás condenando a ti, sino también a las personas que quieres... créeme, nadie más querrá ayudarnos. Nadie más escuchará.

- ¿Cómo sabes que no sólo me desechará cuando lleguemos a dónde sea que nos quiera llevar?

-A América.

- ¿Cómo?

-Te quiere llevar a algún lado de América... Luisiana... creo.

Lo miré incrédula.