Capítulo 6

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-No hago esto por amor, Jimin. Espero que lo entiendas. No busco eso en ti y espero que tú tampoco lo busques en mí.

-No es como que lo necesite.

-Tampoco intento engañarte, es solo un tema de negocios.

- ¿y qué ganas tú con esto?

-Muchas cosas, querida- Se acercó a mí y me tomó de la barbilla- Eres linda, estás bien educada, tienes buenos modales y una apariencia envidiable. Además, eres talentosa en el arte y la equitación. Eres perfecta para lo que necesito.

Alejé su mano de golpe.

-Y ¿se puede saber qué es eso? – cuestioné cruzándome de brazos.

-No, aún no, pero no es nada que te vaya a dañar, por el contrario. Te daré mucho más de lo que pido a cambio. Me estoy tomando muchas, muchas molestias en cumplir con todos los caprichos que tú y tu padre tienen. Incluso he tenido que tramitar una licencia para poder llevar a tu caballo con nosotros. Aunque deberías reconsiderarlo, el mar no les sienta bien a los caballos.

Lo miré en silencio, él me devolvió la mirada.

-Entonces supongo que tenemos un acuerdo.

-No aún... quiero que me digas el plan para salir de aquí, con todo detalle...

-Es sencillo, querida. Carlo, Liz y yo nos encargaremos de conseguir pasaportes con identidades falsas para ti, Aeri y Ning...

- ¿Identidades falsas?

- Tal vez "falsas" no es el mejor término. Ligeramente modificadas sería mejor.

-No entiendo.

-Verás, justo ahora este lado del mundo no es bien visto por los políticos de otros países, es un lugar problemático. Poca gente, pocos recursos y muchos problemas, no hay muchas personas que quiera invertir o intervenir en él. Solo nos interesa a nosotros los inversionistas en armamento, personas que sabemos que podemos beneficiarnos del sufrimiento ajeno.

- ¿Así que a eso te dedicas? ¿Inviertes en armas?

-Invierto en lo que sea que me dé beneficios, Jimin. Eso te incluye a ti y tus amigas. Por eso creo que será más fácil acceder al país si piensan que carecemos de conexiones importantes con este lugar. No te pido que niegues quién eres, solo que lo disimules. Velo por el lado positivo, cariño, será como nuestra luna de miel.

Su descaro me irritó.

- ¿Cómo es que fuimos a dar en manos de un "inversionista" con tan pocos escrúpulos? – exclamé mientras me dejaba caer en uno de los sofás de la estancia.

-Malas decisiones, mala suerte... quien sabe, pero no te amargues tanto tan pronto, querida. También puedes llamarme un oportunista si te hace sentir mejor, no tengo problema con ello, no me importa lo que pienses de mí, eso no cambiará nuestra situación.

-Pensé que a los políticos también les gustaba el sufrimiento humano. No sabía que tenían tan buen corazón.

-No lo tienen, ellos aprovechan lo que pueden, pero sólo cuando eso no altera su delicada vida de lujos y comodidades.

- ¿No es esa también tu vida?

Él soltó una sonora carcajada, divertida e irritante.

-No del todo, créeme que si fuera así no estaría armando todo este teatro.

Lo miré con recelo.

-Así que también eres un rico venido a menos.

-Justo como tú y tu familia. Tu padre vio una oportunidad y yo también.

Love you the mostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora