Capítulo 7

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Al salir de clases me coloco los audífonos, entro en mi spotify y le doy reproducir, aleatoriamente aparece una canción que escuchaba mucho cuando Joseph me rompió el corazón, pero que ahora puedo escuchar tranquilamente.

“Eyes Wide Shut de Illenium y Avril Lavigne”. 

Aunque la canción es triste, me encanta el ritmo y puedo escucharla ahora sin el corazón roto, lo que me hace sentir genial. 

Ahora que lo pienso, me da esperanzas de encontrar a alguien que se la juegue por mi,  no huya y mucho menos diga que lo nuestro fue un error. 

Helen dijo que haría unas cosas en la biblioteca rápidamente, así que me pidió que la esperara en nuestro lugar favorito y es justo lo que pienso hacer. 

Camino sin prestar atención a mi alrededor y llego a donde nos gusta sentarnos. Aunque está cerca del campus donde juegan fútbol americano, no se escucha mucho el alboroto y la brisa aquí es espectacular. Disfruto demasiado estar aquí a solas o acompañada de mi amiga.

Saco mi cuaderno y decido dibujar algo, solo me pasa por la mente Marc y sus bellos ojos grises, así que empiezo hacer trazos para hacer mi boceto, luego le doy sombras y luces para que cobre vida.

Con cada trazo que hago sonrío y es que solo me ha bastado verlo muy pocas veces para darme cuenta de que lo he detallado demasiado, el dibujo parece que me estuviera viendo. 

Es increíble el resultado que obtuve sin tenerlo como modelo.

Verlo plasmado en mi cuaderno se siente como si tuviera vida propia, me hace suspirar y al mismo tiempo puedo soñar con él. No puedo dejar de admirar mi creación, paso la yema de mis dedos por el dibujo y sonrío como una tonta, me estoy liando demasiado con Marc y este sentimiento que crece me asusta y fascina al mismo tiempo.

Pauso la música y me quito los audífonos, entonces escucho una voz  a mi espalda:

—Ya quisiera que me acariciaras personalmente. 

Quedo de piedra al reconocer al portador de esa voz que tanto me encanta y desestabiliza. 

¡Qué vergüenza! 

¿Ahora qué hago?

Me vio haciendo lo que hacía. ¿Qué mentira me invento?

No tengo ninguna mentira que inventarme, así que decido levantarme para recoger mi bolso del suelo y salir huyendo como cobarde, pero no contaba con que al girarme Marc estuviera justo frente a mi y me tomara por los hombros tan rápidamente.

Fue inevitable para mi no verlo a los ojos con sorpresa, pero creo que fue lo peor que pude haber hecho.

Sus ojos, esos ojos que me traspasan y me hacen sentir miles de manadas de mamut en peligro de extinción en mi estómago y que hacen estragos en mi mente. 

—Verte a los ojos no es la mejor decisión que he tomado.

Expreso en voz alta y maldigo para mis adentros, trato de soltarme de su agarre, pero es inútil.

—¿Por qué? —pregunta en un hilo de voz.

—Porque verte a los ojos siempre será mi mayor miedo. 

Su confusión es notable y yo solo quiero salir disparada de aquí, siento que estando a solas con él, la manada de mamut pueden hacer de las suyas y no quiero cometer una estupidez. 

—No deberias tener miedo de verme a los ojos. —dice mientras lleva su mano hasta mi mejilla y me acaricia suavemente.

—Créeme que si estuvieras en mi lugar … también sentirías miedo—suspiro—. Tu mirada lejos de alejarme… más bien me lleva a ti, me arrastra. 

Tan solo quiéreme Donde viven las historias. Descúbrelo ahora