El inicio del entrenamiento fue algo duro para ambos chicos, si bien solían despertar temprano para ir a clases, tener que madrugar a las 5 era mucho más pesado de lo que esperaban.
-¡DESPIERTEN! – Como una Banshee, Reimu interrumpió en el pequeño cuarto de ambos chicos, quienes estaban en una pequeña litera. La acción de la mujer de cabello castaña hizo que Kaine rodara por su cama cayendo sobre Alex causando que se espantara peor.
-¡Si!- Ambos se pusieron en posición, mientras Reimu caminaba de lado a lado con una pequeña varrilla.
-Cuando digo las 5, me refiero a que ustedes deben estar ya despiertos para las 4:50, ¿entendieron? Ahora... - Apunto al suelo – 20 Flexiones, 20 vurpees, quiero que sean rápidos.
Ambos jóvenes se miraron con terror al ver el fin de su rutina, tras los ejercicios de la mañana lo siguiente fue salir a correr...En la arena. Para mala suerte de ambos era dar una vuelta de 1000 metros alrededor de las dunas.
- ¡¿Qué!? ¿¡MIL METROS!? ¡Pero si yo soy normal todavía che! – Protesto Kaine visiblemente exaltado, la zona era cálida y humeda, haciendo al Argentum sudar.
-No podras aprender a manejar tu aura con un cuerpo tan débil, señor Kaine... - Reimu golpeo un punto en el vientre del chico sin mucha fuerza, haciendo que este casi cayera al suelo.
- ¿Qué... Hiciste? – Alex trato de auxiliarlo.
-Solo limite un punto de aura de tu cuerpo, mira, a diferencia de Alex que entrenaba con su abuelo, tu cuerpo tiene falencias amigo mío, un aura fuerte debe ir acompañado de un cuerpo suficientemente resistente para aguantar el aumento que tus músculos deben ejercer.
-Aghhh... ¡Mierda che, bueno...! – El castaño a regañadientes acepto. Hacer ejercicio era algo que odiaba pese a su papel de matón de secundaria, pues siempre había sido el flaco alto de la clase y el esfuerzo le era casi mínimo en varios ejercicios de la secundaria (en su mayoría era solo futbol) aunque la idea de tener poderes era mucho mejor que la de ser un simple acompañante para su amigo.
Algo que fue evidente desde el inicio, al menos para Alex y Kaine fue la facilidad que el mas pequeño tuvo para correr sobre la arena, la velocidad del pequeño había incrementado exhaustivamente, al punto en el que dejaba demasiado atrás al mas alto haciendo a Kaine tragar la arena.
- ¡E...Esto es genial! – Alex había logrado los 1000 metros en apenas unos segundos, volteo la mirada lentamente, aunque se topó con una sorpresa que le hizo abrir la boca. Enormes huecos, del tamaño de pelotas de playa se acercó para ver más de cerca topándose con la marca de sus zapatos sobre la arena, eran sumamente profundas.
-Lo hiciste mal. – Alex volteo la cabeza, topándose con Reimu y Morry, quienes tomaban te debajo de una de las pequeñas palmeras que había en el templo.
-¿¡Que!?
-No puedes dejar que tu aura se desgaste en movimientos innecesarios, corriste mas rápido, si... -La mujer en base a su energía espectral empezó a crear una pequeña imagen de un cuerpo humano – El aura es como un musculo, pequeño Alex, al igual que estos necesita técnica para evitar dañarte o cansarte rápido... ¿Cómo te sientes?
El chico se llevo una mano al pecho, podía sentir su corazón latir con rapidez, como si hubiera corrido una maraton, y a decir verdad el mismo no se había dado cuenta de que estaba un poco fatigado sino hasta que empezó a jadear.
-No tiene sentido... Con mi traje...
-Es porque el traje, o mas bien todo traje de santo es como un vehículo para el aura, – La explicación lo hizo levantar la cabeza con intriga– cuando usas tu energía sin recurrir a un traje es como si caminaras, todas tus técnicas, hasta las mínimas pueden llegar a fatigarte, por el contrario, si usas un traje, la energía recorre mas fácilmente tu cuerpo cuando la manipulas en tu interior, como fue el caso de tus golpes cuando peleaste la anterior vez.
ESTÁS LEYENDO
Aureal Troopers
FantasiTras el asesinato de su abuelo, el joven Alex Gratham se embarca en una misión para evitar que el responsable logré su objetivo; acabar con la humanidad. Ahora con el poderoso traje de su familia junto ayuda de su mejor amigo, Kaine Parker, empezar...