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La linda pareja había quedado con unos amigos en un bar algo conocido en la ciudad.

Agarradas de la mano caminaron dentro del lugar, logrando ver al hermano mayor de Jihyo, Park Jungkook, y su novio Kim Taehyung, ellos igual formaban una dulce pareja.

—Hey hermanita—el mayor de los Park saludo a su hermana para revolver su cabello, haciendo que la menor bufara molesta por esa acción.

—¿Aún no han llegado los demás?

—No, Nayeon dijo que tuvieron unos problemas, pero que ya vienen, por mientras, hay que beber.

—Evita ponerte borracho, no queremos volver a grabar como le haces un privado a tae—decia Sana burlándose del mayor de los Park y el rubor que apareció en las mejillas de Taehyung.

—Lo que pasa es que los Park somos malos para beber, pero nos gusta beber—decia Jihyo, pues tenía razón, ella y su hermano eran pésimas personas para beber, una botella bastaba para poner mal a los dos.

—Espero seas consiente, kookie, sino dormirás en el sillón—el de cabellera pelirroja hablo, y por la expresión seria de su cara, Jungkook sabía que su novio hablaba enserio.

Mientras la otra pareja se burlaba de la expresión del mayor de los Park, llegaba la última pareja, Mina y Nayeon, una pareja algo diferente pero sumamente divertida.

—Hello we around the city, bitches—llegaba Nayeon con su típica sonrisa de conejo y su estilo tan llamativo, agarrada de la mano de Mina, la cual su sola presencia desprendía elegancia, pero no se dejen llevar por las apariencias.

—Hola chicos—saludaba Mina sentándose al lado de Sana.

—Espero que estén listos para beber, porque hoy, hoy hasta el amanecer.

Nayeon se podría decir, es el alma de la fiesta.

Trago, tras trago.

Ahora una pelinegra se encontraba con los párpados pesados, luchando por no dormirse en el hombro de su pareja, la cual cuidaba de ella.

—Creo que lo mejor será irnos chicos, Jihyo no puede más—dijo la rubia mientras acariciaba la mano de la menor.

—Tienes razón Sana-chan, Nayeon ya está debatiendo otra vez con Kook el porque ella es la única conejo aquí—la gummy smile de Mina apareció.

Sana dejo dinero en la mesa para así levantarse con una Jihyo alcoholizada.

Le gustaba beber pero era mala en eso, irónico.

Al llegar a casa, Jihyo veía completamente borroso y no distinguía quien la llevaba ahora a su habitación, por lo que intento soltarse de Sana.

—¿Quién eres tú? Sueltame, tengoooo novia para tuuu información—la menor arrastraba las palabras por lo que se hallaba en su organismo.

—Hyo, yo soy tu novia.

—¿Shiba? Shibaaaaa, mi amor, te amo taanntooo, de verdad que si.

Una sonrisa apareció en la boca de la rubia, Jihyo solía ser tan dulce como siempre aún con alcohol en su sistema.

Después de bañar a Jihyo y ayudarla a vestirse, se recostó con ella en la cama, la observó dormir y se acomodo a su lado, pero antes de dormir escucho un balbuseo de parte de la menor.

—Sana...te amo.

𝘿𝙤𝙡𝙘𝙚 𝙖𝙢𝙤𝙧𝙚 ➽ˢᵃʰʸᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora