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La menor de los Park se encontraba emocionada, pues Sana le había dicho que tenía una sorpresa para ella y que esperara un momento en lo que salía por su sorpresa.

Movía su pierna con impaciencia, mordiéndose el labio, se sentía nerviosa, ¿Que tal y era el momento en el cual pediría su mano?

No le interesaba si estaba en su casa, en su sala, sin nada llamativo, sería tan feliz de estar con ella y que decidiría formar una vida juntas.

Escucho el sonido de la puerta abrirse y se levantó emocionada, el corazón latiendo a mil, sus manos temblorosas y sus ojos vacilando, los nervios la tenían en la bolsa.

—Llegué, cariño.

Ella tenía una caja en sus manos, causando curiosidad en Jihyo, quitando todo rastro de nervios.

—¿Que es eso?

—Tu regalo, tenía pensado en que podríamos iniciar una nueva etapa juntas.

Oh esa palabras.

La japonesa puso la caja en la mesa, Jihyo se acercó lentamente, con las manos temblando la abrió, encontrando algo que le quitaba la idea del matrimonio.

—¿Un gato?

—Si, pensé que podríamos cuidarlo juntos y...parece que no te gusto, si quieres lo devuelvo, aunque es adoptado, pero veré que alguien más lo cuide, perd-

—Sana, tranquila—Jihyo le sonrió-si me gusta y mucho.

Antes de que Minatozaki dijera algo, el gato salió, sonando un pequeño cascabel, el cual portaba en su collar.

—Ven aquí, pequeño—la menor lo tomo y observó su collar, viendo un pequeño dije en forma de corazón que captó su atención, lo tomo con delicadeza para leer las pequeñas letras, "si o no?".

Giro la mirada a Sana, la cual le sonreía como si todo a su alrededor no existiera, le sonreia con tanto amor, sus ojos transmitían tanta confianza y nerviosismo a la vez, una mezcla de emociones se encontraba en ella.

—Jihyo, Park Jihyo, al decir iniciar una nueva etapa, me refería a más que cuidar un gato—se acercó para arrodillarse enfrente de la menor—Se que probablemente esperabas algo más llamativo o mucho mas detalles, pero con este pequeño gato, podemos iniciar nuestra vida del sueño, no tienes idea cuánto te amo y lo mucho que adoro verte a mi lado todos los días, yo...¿quieres ca-

—¡Si, si quiero! —la menor la interrumpió, con alegría, se levantó para besar a Jihyo, el anillo después se lo daría, total, estaba guardado en la cajonera al lado de su cama, sabía que Park no revisaba eso.

No había tal cosa cliché como velas, rosas, chocolates, champagne junto a una cena elegante al lado de una playa. Solo era necesario tener la una a la otra, tal para cual.

A veces el amor no solo son lugares llamativos o con un magnífico plan para comprometerse, solo se necesita amor puro.

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Buena desaparecida me di, by the way.

𝘿𝙤𝙡𝙘𝙚 𝙖𝙢𝙤𝙧𝙚 ➽ˢᵃʰʸᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora