La cálida luz de la tarde se derrama sobre un salón de arte, caballetes esparcidos como un pequeño laberinto, manchas de pintura adornan la blanca pared y un árbol junto a la ventana haciendo bailar sus ramas provee una delicada sombra al chico frente a la ventana.
Ahí, en su propio mundo, hay alguien trazando delicadas y gentiles pinceladas por el lienzo. El aire del verano entra por la ventana para jugar con los cabellos castaños de la única persona del salón. El mundo mismo parece doblegarse ante ese chico que no tiene idea de lo que sucederá después. Ante ese chico de mirada bondadosa y valiente, sin temor por lo que no conoce. La escena en sí está llena de paz juvenil, pero no hay nadie ahí para apreciar la sutil belleza.
Entonces se desliza la puerta, y alguien es recibido por esta escena.
El chico castaño no levanta la cabeza, está absorto en su pintura.
Pero la débil persona de la puerta lo ve todo y la agitación que sentía hacia unos segundos parece disiparse ante la escena frente a él.
En realidad el chico en la puerta es más pequeño que el otro, tanto que parecería de secundaria de no ser por el uniforme, o lo que se distingue de él. Aunque es de nuevo ingreso, su uniforme lleva manchas de tierra y sangre, combinando con su rostro.
Tan solo buscaba un lugar para refugiarse del tumulto del que apenas logró salir, pero encontró esto.
-Feng Xin, ¿qué haces ahí parado? Entra-.El chico del pincel habla, aún con la mirada en el lienzo, pero al no escuchar movimiento, dice-. Mu Qing no está aquí si es lo que piensas, deberían ir a arreglarse entre ustedes, usarme de escudo es cansado, ¿sabes?
Pero el niño en la puerta no se mueve. Se queda embobado primero por la voz melodiosa del chico y por una pequeña mariposa que en ese momento pasa por la ventana para posarse una rama del árbol.
Desde su perspectiva, la mano que tiene el pincel, también tiene una mariposa amarilla.
-¿Feng Xin?-esta vez, el chico castaño finalmente aleja su mirada de su pintura para encontrarse a un chico de aspecto descuidado en el umbral de la puerta, donde la luz no alcanza.
-Ah, hola. Creí que eras alguien más...-se disculpa, pero al aguzar la mirada, nota las manchas rojas en su uniforme...y se da cuenta por esos ojos de ciervo inocente, que ese chico no debe tener más de catorce años.-¿Estás bien?
El niño de cabellos desordenados traga saliva y está por hablar, cuando se escuchan ruidos por el pasillo y en un instinto, finalmente da el paso dentro de la sala y cierra la puerta detrás de sí.
-Yo...No quería interrumpirle...
pero antes de que termine de hablar, el joven ya se ha levantado de su asiento y camina hacia el fondo del salón. Solo le bastó una mirada para darse cuenta de lo que estaba pasando. Abre un clóset y saca una caja blanca que cada salón tiene.
-Ven. -llama al chico a un banco al fondo del salón y éste va, tímido. El joven le sonríe. -me llamo Xie Lian. ¿Cuál es tu nombre? ¿Me puedes decir dónde te golpearon? Siempre dejan esta caja de primeros auxilios en los salones. Creo que pueden ayudarnos en lo que vas a la enfermería.
El chico asiente ante esa mirada y baja la cabeza, para que no se vea el sonrojo que lo ataca desprevenido.
-Soy...Hua...-Xie Lian solo logra captar esa sílaba porque el resto lo dice en volumen demasiado bajo, pero no lo presiona.
Con manos ágiles, Xie Lian le limpia los cortes del rostro y brazos para después aplicarles un poco de ungüento. Cuando Xie Lian le arremanga la playera, Hua Cheng se hace para atrás a tropicones. Para este momento, todo su cuerpo está rojo. Y no es de extrañar, tener la piel acariciada así por un chico que lo hechizó con una mirada, pondría inquieto a cualquiera.
-G...gracias.-
Sin embargo, Hua Cheng todavía no sabe por qué se está comportando así y Xie Lian tampoco.
-Espera, deja que te trate...-
-¡No! Es decir...no. Yo, yo puedo solo. Gracias.-
A los ojos de Xie Lian, Hua Cheng es solo un niño testarudo demasiado orgulloso para dejarse cuidar así que lo jala de la camiseta y lo vuelve a sentar.
Mirándolo a los ojos, le dice
-¿Estás seguro que quieres eso? no podrás alcanzar las heridas de tu espalda.-
Siendo atacado por ese par de ojos de flor de durazno, Hua Cheng ha dejado de funcionar. Obedientemente, se sienta y deja que Xie Lian le arremangue la playera.
Aunque intenta no hacer ningún sonido, Xie Lian casi no puede contener un suspiro.
A lo largo de la espalda, en las costillas y probablemente en las piernas, este chico tiene enormes hematomas rojos, verdes y morados.
Le han estado haciendo bullying repetidamente, pero no es solo eso. En algunos puntos, puede ver diversas cicatrices como de quemaduras y unas más largas y curveadas, como azotes.
Este niño...¿qué tanto ha sufrido?
Mordiéndose la boca, Xie Lian le aplica ungüento y discretamente soba aquellos lugares para ver si aún se queja, ya que si es así, es muy probable que hayan huesos rotos o algo en los órganos, pero el niño Hua no reacciona.
Cuando termina, Hua Cheng se voltea y es finalmente ahí que Xie Lian puede ver que él se ha estado mordiendo el labio y apretando los puños para evitar llorar.
Atónito ante esa cara pálida que apenas logra contener las lágrimas, Xie Lian lo toma por los hombros, y lo sacude con preocupación.
-¡Si te duele, no lo detengas! ¡Solo harás que duela más!-Xie Lian ve lo blanco de sus nudillos y no puede evitar tomarle las manos,-¡Ya basta!-
Con esas palabras pronunciadas duramente, pero con evidente preocupación, la resistencia del niño se rompe y comienza a llorar.
-Yo...yo no sé que hice ¡En serio no sé que hice!-sus lamentos que cargan más penas de las que Xie Lian puede siquiera imaginar, llenan la habitación, pero él no se aleja, lo abraza y masajea suavemente su espalda.
-Shhhh, tranquilo. No hiciste nada, nada es tu culpa-.
El llanto le perfora el alma y las manos del chico se aferran a la camisa de Xie Lian como si fuera lo único que lo mantuviera unido.
El recuerdo se desvanece antes de que Xie Lian despierte, dejando solo un sueño borroso. Por un momento, un pensamiento aparece en su mente.
Espero que esté bien, donde quiera que esté...
pero igual que aquél recuerdo, se desliza antes de que logre atraparlo y Xie Lian vuelve a dormir.
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En una recámara espaciosa de tonos grises lujosos, Hua Cheng está recargado en la cabecera de su cama, mirando un cuadro que no es para compartir al mundo.
Sus ojos recorren el árbol, los verde sombra y amarillo cálido, tal como ese día. Se queda centrado en la mariposa posada en la mano de aquella persona, su cabello castaño, sus ojos gentiles.
Él no ha cambiado nada, pero ha cambiado todo.
Es su turno de protegerlo.
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Como prometí, he aquí la tercera parte wuuuu
No se preocupen, en el siguiente capítulo finalmente se reencontrarán formalmente.
La uni me dejó muchas lecturas y toca ir al concierto de TS, así que esta vez me voy a tardar un poco más, pero no se preocupen, les voy a ir diciend.
¡Mil gracias por seguir la historia! Estoy muy emocionada.
Nos vemos pronto,
Cuídense y tomen aguaaa
-Sophnyria
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Destellos de ti [Hualian]
FanfictionHua Cheng es un cantante de la banda más famosa de los últimos ocho años. Xie Lian es uno de los mayores fans, pero jamás ha podido ir a ningún concierto porque nunca tuvo dinero, hasta que finalmente su amigo,, Shi Qing Xuan lo invita a ver a la ba...