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— ¿Vas a tener un hermanito? — Preguntó Reiki cuando Katsumi muy alegre le dijo que en su familia van a tener un nuevo integrante.

—¡Si! Aún no sabemos si es niño o niña, ¡Pero yo quiero sea niña para juegue conmigo a la fiesta de té! — Exclamó muy emocionada.

— Mmm... ¿Por qué te emocionas tanto? — Dijo Reiki con su ceño fruncido.

Él también se había emocionado de tener un hermanito, hasta que nació y sus padres por así decirlo, se concentraron demasiado en el bebé que lo apartaron.

Sintiendo el cachorro un profundo rechazo por parte de sus progenitores. Por esa razón, molestaba a Katsumi, la envidiaba. Ella tenía unos padres amoroso que la amaba y siempre le prestaban atención, tenía cosas muy bonitas, ropa bonita, juguetes bonitos y siempre estaba feliz.

Reiki en los más fondo de su corazón, quería ser Katsumi y tener todo lo que ella tenía. De manera inocente, sentia que la vida de Katsumi era mejor que la suya, que sus padres eran mejores que los suyos. Deseaba ese amor que cada día tiene ella para él.

— Porque voy a tener alguien con quién jugar y proteger — Contestó la infante armando una parte del rompecabezas — Eso dijo mi papá.

—¿Proteger? — Preguntó Reiki confundido de lo que acaba de escuchar, ¿Un hermano mayor debe proteger a su hermanos menores?¿Así sean una molestia y le quiten la atención de sus padres?

— Si, a los hermanos menores hay que protegerlos porque son pequeños — Dijo mirando a los ojos morados — Son muy frágiles también, por eso hay que cuidarlos mucho, eso dice mi padre.

— Ellos lloran demasiado, es molestó.

Katsumi frunció su ceño por lo que escuchó, y gritó molesta:
— Porque son bebé, ¡Tu también eras molesto y lloraba demasiado cuando eras bebé!

—¡Eso no es cierto!

—¡Claro que sí!

—¡Que no!

—¡Que si!

— ¿Por qué están peleando ahora? — Preguntó Katsuki parado en el marco de la puerta observando a los dos cachorros que estaba sacando la lengua. Katsumi apenas vio a su papá salió corriendo hacia él.

— ¡Papi! — Exclamó abrazando la pierna del mismo quien cargo a su hija en brazos sin ningún esfuerzo — Reiki no me cree que él también fue bebé y lloraba mucho.

— Todos fuimos bebés en algún punto, yo también lo fuí — Indicó Katsuki observando el asombro en los niños de manera exagerada que le acuso risa la inocencia de los mismos.

—¡¿Enserio!? — Gritó Katsumi, el cenizo asintió.

— Si, hasta tu padre lo fue. Pero todos crecemos, ahora, ya es hora de irnos cachorrita.

—¿Tan rápido? — Gruñó la pequeña Alpha cruzando sus brazos e inflando sus mejillas —¡No he terminado de darle una lección a Reiki!

— ¡Oye! — Quejó el pequeño Omega rubio ante lo dicho por la Alpha quien le saco la lengua y este le devolvió el gesto.

— Ya, suficiente los dos. Pensé que ya eran amigos — Comentó Katsuki alzando una ceja gracioso. Los dos infantes desviaron sus mirada.

— Podríamos serlo si Reiki no fuera tan terco — Exclamó Katsumi mirando de reojo al Omega que hizo una mueca volteando sus ojos.

Katsuki suspiró resignado, sabía que tratar con niños es difícil pero, vio el rostro preocupado de su pequeña hija detrás de ese enojo, sabía que genuinamente se preocupa mucho por Reiki. Estaba seguro que ella resolvería sus problemas con el tiempo y se volverían muy buenos amigos.

— Reiki, cachorrito — La voz de Kaminari se escuchó en el pasillo, Katsuki y Katsumi asombrados dirigieron su mirada hacia la presencia del Omega rubio quien camino hasta estar en la puerta del habitación — Reiki, corazón.

—¡Papi...! — Exclamó el cachorro corriendo hacia su progenitor que lo abrazo con fuerza. Kaminari sonrió, no sabía que extrañaba mucho abrazar a su hijo.

Estar muy al pendiente de Kaito le quitaba tiempo y energías, se sintió mal cuando le recalcaron que estaba dejando atrás a su otro cachorro. Suspiró reteniendo sus lágrimas y acarició la cabellera de su cachorro que ronroneó feliz.

—¿Te divertiste jugando con Katsumi? — Preguntó Denki recibiendo una confirmación de parte de su hijo con la cabeza — Es una pena que ya se tenga que ir.

Dijo, mirando de reojo a su amigo que se encogió de hombros.
— Eso no es problema, igualmente, Deku y yo tenemos cosas que hacer — Mencionó Katsuki.

— Ustedes son los Alphas más ocupados que he visto — Rió el Omega — Bien, entonces. ¡Nos vemos!¡Adiós, Katsumi!

—¡Adiós, tío Kaminari!

El Alpha cenizo junto con su pequeña hija se fueron de la vista de los dos Omegas para irse abajo, Kaminari volvió su atención a su hija acariciando la mejilla del mismo. Tenía los mismos ojos de su padre y casi que su mismo rostro.

Era un Hitoshi mini.

— ¿Puedo jugar contigo, cachorrito? — Preguntó Kaminari observando como los ojitos de su hijo brillan y su rostro se alegra en un instante. Por un momento, se sintió un mal padre por descuidar emocionalmente a su hijo.

—¡Claro que sí, papi! Pero... — Exclamó el menor bajando su mirada — ¿N-no tienes que cuidar a Kaito...?

— Padre Toshi se encargará de él hoy y yo seré todo tuyo ¿okey? Iremos a comer un poco de helado y a ver una  película ¿Que te parece eso?

—¡Genial!¡Estaré todo el día con papi! — Indicó Reiki abrazando a su papá Omega quien le devolvió el abrazo.

— Perdón, cachorrito. Perdóname por descuidarte tanto — Sollozó Kaminari contra la cabellera de su hijo, ronroneando contento de al fin tenerlo en sus brazos.

— Gracias por sus palabras, nos abrieron los ojos — Indicó Hitoshi despidiendo a sus visitas. Izuku sonrió mirando a su Kacchan e hija.

— No es nada, queríamos ayudarlos. Aquí que sabemos que sus problemas familiares son suyo y no deberíamos ser tan metiches pero...

—No fue molestia, como dije, nos hicieron un favor de hacernos ver algo que no estábamos prestando mucha atención y era fatal para Reiki. Gracias — Dijo el Alpha pelimorado extendiendo su mano a Deku quien acepto el agarre — Nos vemos, esperamos que vuelvan y sobre todo Katsumi, se nota que a Reiki le gustó mucho estar con ella.

— Si, a ella también le gustó ¿Verdad, princesa?

Katsumi arrugó sus cejas y se cruzó de brazos desviando su rostro a otra lado — ¡Posiblemente si me gustó! Tal vez la próxima juguemos con lego... Lo pensaré bien — Indicó ella haciéndose la difícil pero, no le salía bien.

Los adultos se rieron al notar esto, Izuku terminó de despedirse para acomodar a su familia en el carro familiar e irse directo a su hogar. Cantaron canciones de camino de vuelta y jugaron veo veo un rato.

Mientras estaban a una cuadra de su hermosa casa, Katsuki notó camionetas negras blindadas parqueadas cerca de su vivienda.

Miro extrañado cada camioneta, Deku también había notado esto, manejando mucho más lento y con cuidado. Hasta que estuvieron enfrente de su casa, donde vieron varios hombres de negro rodeando a una mujer ceniza.

La Alpha se dió la vuelta cuando uno de sus hombres tocó su hombro dándole saber que había llegado su hijo. Mitsuki giró su rostro, dejando ver sus gafas de sol, sus aretes, collares caros, tenía puesto un vestido color negro con una chaqueta de plumas del mismo color, guantes y unos tacones altos.

Ella sonrió al ver el rostro de terror de Katsuki y de Izuku desde la ventanilla del carro, detrás de la ceniza habían muchas cajas de regalo forradas de diferentes envolturas que fue lo que llamo la atención de Katsumi desde el carro.

— Bienvenidos a casa, familia Midoriya-Bakugou.

•••

ALPHA X ALPHA - [Dekubaku][FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora