𝔖𝔲 𝔪𝔞𝔧𝔢𝔰𝔱𝔞𝔡 ...

Ruhun yaraları

heridas del alma

El sol se asomaba, despues de tantas semanas con nieve, ese dia era uno de esos pocos dias en los que el sol se asomaba y daba un poco de calidez en las tierras de Estambul. Stiles no habia logrador dormir en toda la noche, habia pasdo largas horas cuidando de sus hijos y esperando a Golge que le trajera noticias sobre el avance de sus planes.

Fue durante la madrugada que la alfa morena se adentro a sus aposentos, los hombres que lo llevarian al barco ya tenian ordenes del lugar donde lo esperarian a el y a sus niños y el capitan del barco donde escaparia ya tenia parte de su pago. La alfa habia llevado todo el oro sobrante con el conocido de la sultana Handan y habia prometido cuidarlo e invertir un poco para aumentarlo.

Stiles estaba muy nervioso, paso gran parte de la noche escondido en su aposento tratando e enseñarles a sus cachorros como cambiar pero no lo habia logrado, debia sacar a sus hijos del palacio en su forma humana. Solo pensar que lo atraparan huyendo y lo alejaran para siempre de sus hijos, dejandolos solos a merced de las personas que querian lastimarlos.

Ese dia la sultana Talia habia dejado a sus hijos permanecer con el, Firial le habia dicho que la sultana tenia un fuerte dolor de cabeza y no soportaria el llanto, por ello se habia decidido a no separarse de sus hijos hasta que el momento de escapar llegara. 

El omega paso las primeras horas del dia en su aposento tomando su comida y abrigando a sus cachorros. Ayudo a Mustafa con algunas tareas y fue a medio dia que decidio bajar al harem en busca de Erika. 

Habia dejado al Golge al cuidado de Mustafa, no habia visto a Julide o Dilek en un par de dias asi que bajo al harem el solo llevando en brazos a sus dos niños, algo a lo que se habia aconstumbrado. El sultan le habia pfrecido tener a su dispocicion dos criadas mas a parte de Golge pero se habia megado, no confiaba en ninguna criada para dejarla a con sus bebd.

―Nihal, hace tanto que te veiamos― Aice era una criada nueva, habia llegado al palacia justa el dia en que dio a luz, era agradable y tenia una belleza unica y deslumbrante por lo que le sorprendia que aun no hubiera sido llevada a los aposentos del sultan ―Sientante con nosotras a comer―

―Si Nihal hace mucho que dejaste el harem― Sofia entro al patio de las concubinas siendo seguido por Fiial y Sumbul Aga ―Deberias quedarte un momento―

La concubina se acerco intentando tomar la pequeña mano de Mehmet, el omega se alejo por reflejo evitando que la beta tocara a su hijo ―No te acerque― el gruñido que dejo escapar altero suvoz haciendola mas gruesa y con un toque peligroso

― ¡Nihal! ¿Que haces aqui? y tu solo― el alfa eunuco se acerco a Stiles intentando tomar a uno de los bebes de su brazo, el omega se alejo de nuevo viendo al alfa fijamente con el seño fruncido ―No debes cargar tu solo a los principes, podrias dejar caer a uno de ellos―

―Jamas haria eso, ellos son mios y yo puedo cuidarlos sin ayuda de nadie―

―Si, dejalo Sumbul, cuando deje caer a uno de los principes y la sultana Talia se entere― Sofia se acerco de nuevo al omega sonriendo maliciosamente ―Se los quitaran y lo enviaran de nuevo al palacio de las lagrimas, jamas los volvera a ver―

― ¡Callate! o prodrias perder esa lengua de vivora― el omega siseo, su olor amargo se extendio por el harem, inclinando la cabeza hacia un lado endurecio su rostro, viendo fijamente a la beta ―Tu insolencia podria causar tu muerte, tal vez un dia aparescas colgada o con la garganta cortada―