Casa Garza - Domingo en la mañana
-Este dedito se merece un beso - Sam estaba sentada en la cama de Abril apoyada contra el respaldo y tenía a su novia entre sus piernas descansando su espalda sobre el pecho de la rubia, mientras que a su vez se entretenía jugando con las manos de Abril - este otro dedito también - decía mientras besaba cada uno de los dedos de la morena - Y a este chiquito le damos un beso sólo para que no se ponga celoso de los otros - beso el dedo meñique.
- ¿Y estos? - Abril alzaba su otra mano - si no los besas también se va a poner celosos - advertía - y si mal no recuerdo, a esta mano tienes mucho que agradecerle - le recordó las maniobras realizadas en la noche.
- Mmm - Sam pensaba - ¿Puedo besar todas las partes de tu cuerpo que se lo merezcan? - pregunto dejando un pequeño beso en la mano que su novia había levantado, para después agarrar a su chica por la cintura, levantarla un poco y apretarla aun más a ella de manera que los pechos de Sam rozaban sutilmente la suave y blanca espalda de la artista - Hasta anoche pesaba que sabía lo que era estar con una mujer... - beso el cuello de su novia - Hasta anoche pensaba que sabía lo que era el placer... - poco a poco sus manos dejaban la cintura de su chica y empezaban a subir, tenían un destino específico - Tu cambiaste eso... - Sam frenó el recorrido de sus manos justo debajo de los pechos de Ari, necesitaba que fuera un movimiento coordinado - Tu... Anoche... me hiciste conocer el cielo... - ahora si, al mismo tiempo que su boca atrapaba el lóbulo de una de las orejas de , sus manos apretaron fuerte pero delicadamente los pechos de su novia.
- Sam... mmm... bebe... - Abril sabía que si la chica insistía su cuerpo iba a ceder, pero realmente no iba a aguantar otra ronda. Su novia era insaciable.
- Te amo - le dijo la deportista en el oído suavemente mientras con sus dedos atrapaba los pezones sensibles de sus pechos - Te amo y quiero hacerte el amor mil veces más para demostrártelo - esta vez volvió a agarrar los dos pechos de su novia tratando de abarcarlos con todas sus manos.
- Samyaaaaaaahhmmm... ca...cariño... no es que... Dios...mmm - la fotógrafa trataba de detenerlos pero sus gemidos escapaban de su boca prácticamente.
- Si tu idea de detenerme es hacer esos ruidos, no vas por buen camino, me pones más loca aun - le informó mientras su mano derecha dejaba uno de sus lugares preferidos para empezar a bajar hasta el otro.
Abril sabía que no iba a tener muchas fuerzas para detener a "la bestia", de hecho la chica había ganado el juego cada vez que lo puso en práctica. Pero para alivio de la rubia y para desgracia de la deportista empezó a sonar celular de la primera - Sam... tengo que atender - trató de moverse pero los brazos y piernas de la chica la frenaron - Vamos bebe... déjame atender - pidió suavemente
- No quiero - se negó la jugadora - Necesito tocarte - parece que ocho horas no le fueron suficientes.
- Podría ser Estela - la morena tuvo que sacar su carta más fuerte.
- Ooooo... no se vale - se quejó Sam soltando a su novia para después dejarse caer en el colchón y taparse la cara con la almohada.
Abril sonrío y acarició el estómago marcado de su chica para calmarla - Te pareces a Estela cuando le niego su chocolate - le dijo mientras agarraba su celular - ¡Alo! - contestó aun riendo de como Sam murmuraba algo así como "tú eres mejor que el chocolate" debajo de la almohada.
-ABRIL GARZA TIENES EXACTAMENTE DIEZ MINUTOS PARA VENIR A BUSCAR A TU HIJA. JURO POR DIOS QUE SI TENGO QUE DESAYUNAR VIENDO AL RENCHO ESE...
-Nemo - la corrigió Ari mitad escuchando lo que decía mitad mirando de reojo a Sam que por la cara que tenía estaba tramando algo.
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Cuándo, Dónde y Cómo el Amor Quiera (RIVERS x ARI)
FanficSamantha Rivera es una aclamada jugadora de básquet en Londres hasta que es elegida para jugar en la WNBA, con un pasado negro y su fama de mujeriega irrumpe en New york sin saber que un encontronazo con una morena, mandona e idiota le va a cambiar...