El clan de porristas

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Cinco años después - Casa Rivera Garza

- Te extraño... mucho... mucho – le decía la rubia a su mujer por teléfono
- ¿Nada más? ¿Solo un te extraño y dos muchos? – preguntó seriamente la morena - Cada vez me extrañas menos – reprochó – claro seguro que como San Antonio está lleno de chicas lindas y jugadoras que se mueren por conquistar a la coach Rivera, ya ni piensas en mi – agregó con voz suave y triste

- ¿Sabes lo que me levanté pensando? – Preguntó Sam desesperada por escuchar a su esposa así – me levante, miré el otro lado vacio de la cama y cerré los ojos tratando de imaginar la forma en que tu estarías durmiendo – terminó y agregó una risa corta
- ¿Y eso? – a la morena le llamó la atención
- Cuando me levanto a las mañanas – empezaba el relato – nunca estás igual – dijo – Hay días que te encuentro agazapada a mí como un koala – ambas rieron – y no sabes cómo me cuesta dejar la cama porque me quedaría entre tus brazos toda la mañana – confesó – Pero otro días estás casi en el borde de la cama, bien lejos de mí, con la mitad de tu cuerpo afuera...
- Eso es culpa tuya – le murmuró la morena
- ¿Culpa mia? ¿Por qué es culpa mía morena? – preguntó jugando
- Porque me tengo que alejar de ti, para que no te tientes de nuevo y me dejes dormir – explicó fácilmente
- ¿Y tú crees que huyendo a la otra punta de la cama vas a dejar de ser una presa fácil para mi? – Más de una vez se lo había demostrado
- Sígueme diciendo... - Abril quería evitar a toda costa iniciar algo por celular, sus hijas estaban por llegar del colegio y no iba a ser la primera vez que la encontraran en situaciones raras

- ¿Están por llegar las niñas cierto? De acuerdo – iba a seguir con su relato - ¿Sabes cuál es mi posición preferida cuando duermes? – interrogó
- Dime – exigió débilmente
- Cuando despierto y tengo tu cabeza en mi pecho y una de tus manos en mi abdomen – la voz de la morena era casi una provocación – subes y bajas con mi respiración, y hay veces que juego a cambiar los ritmos para tratar de que hagas la arruguita en la nariz que tanto me gusta – risas - ¿Y sabes lo que haces cuando me levanto? – Abril no respondió, esperó la respuesta – Me remplazas por una almohada... ¡por una miserable almohada! - reprochó
- Pero es tu almohada, nunca agarró la mía -Abril era consciente de algunos de sus rituales para dormir – La tuya tiene tu perfume, el perfume que solo usas para mí – le dijo

Abril sintió como su mujer suspiró y le dio tiempo para que dijera lo que quisiera decirle – Cada viaje se me hace más difícil amor – confesó
La morena se había prometido tratar de hacerle lo más fácil posible este proyecto a su esposa, pero ella compartía los mismos sentimientos que su mujer – Samy... bebe... cuando evaluamos la propuesta para que fueras la nueva coach de las Liberty, sabíamos que esto iba a pasar – le dijo suavemente
- Lo se pero...
- Además no es distinto a cuando viajabas como jugadora – necesitaba ser fuerte por su esposa
- Lo se pero te extraño mucho, extraño a mis hijas, no se si decidi bien – solto

Abril aguantaba sus lágrimas como podía – Pero sabes que si dejas el básquet te vas a volver loca – Si bien el amor por ese deporte se había visto desplazado por Abril y las niñas, Sam era una apasionada de lo que hacía – ¿estás ahí? – preguntó Abril que había escuchado solo silencio

- Si – contestó para salir del momento
- Dime lo que piensas por favor – No quería que Sam se cerrara
- Que te amo – dijo – Y que apenas llegue a casa te voy a hacer el amor – un escalofrío recorrió a la morena

- Creo que tu fantasma aquí está haciendo de las suyas – le dijo por el escalofrío que provocó el fantasma
- Espero que esté siguiendo al pie mis instrucciones – susurró al teléfono – Porque quiero que te deje preparadita para cuando tengas que recibirme a dentro tuyo... varias veces – agregó en un susurro.
El fantasma volvió y además de pasar por toda su columna vertebral, ya estaba atacando áreas más íntimas – Samy... las niñas... - advirtió deseando que su esposa no le hiciera caso
Abril sintió a su esposa respirar hondo – ¡Dios! Que difícil que es tener una mujer tan sexy lejos – se quejó – Creo que es mejor que colguemos entonces - se tenía que encargar de ciertas cositas
La fotógrafa se rió – ¿Me mandas una foto? – provocó
- ¿Y que voy a recibir yo a cambio? – No era justo
- Tu pórtate bien y recibirás tu recompensa. Puede que Squishy y Spongi pasen a visitarte – le insinuó al mismo tiempo que escuchó golpes de puerta en el celular
- ¡Me matas Abril! ¿Me oyes? ¡Me matas! – dicho esto cortó, su cuerpo pedía atención urgente.
Abril se rio de su mujer y rápidamente puso la cámara en su celular. Levantó su remera y apuntó con la cámara sus pechos – Niñas muestren su mejor cara para su mami Samy – le habló Abril - ¡Digan Whisky! – Flash

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⏰ Última actualización: Oct 19 ⏰

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Cuándo, Dónde y Cómo el Amor Quiera (RIVERS x ARI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora