¡Señor Si señor!

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Abril se acerco a ella para besarla pero Sam se alejó dejando a la morena confundida - ¿Sam?

- Ya puedes ir a buscar a cualquier otra para besar tranquila - dijo Sam caminando hacia el coche. Caminó unos metros y se dio vuelta para agregar- Cuando termines solo tienes que silbar porque yo ya te pertenezco. Puedes hacer lo que quieras conmigo me tienes en la palma de tu mano - siguió caminando.

Abril se apuró para alcanzar a la chica - ven acá idiota - le dijo cariñosamente mientras agarraba su brazo para traerla hacia ella - yo sólo beso a jugadoras de básquet, con cabello rosa, altas y con un ego enorme - jugaba la morena

- Yo soy de cabello con mechones rosas - dijo Sam y Abril asistió.

- Juego al básquet -afirmo la chica

- Y muy bien dicen - agrego la diseñadora haciendo sonreír a la otra chica.

- Y también soy alta - se media con su mano

- No es que tenga un problema con eso - de paso Abril aclaraba.

- Mmmm pero me falta el ego, bueno supongo que será alguna otra - Sam se encogió de hombros - Nos vemos luego entonces - trató de irse y digo trató porque al primer paso que intentó dar, Abril la rodeo con sus brazos nuevamente.

Se miraron, se sonrieron, se miraron, se sonrieron... se besaron. A diferencia de los anteriores besos, este no lo inició ninguna, fue sincronizado, mutuo, fue... fue perfecto, tan perfecto que quien hubiera pasado en ese momento por ese lugar no hubiera visto dos personas besándose, hubiera visto una sola figura, no había espacio que las separará.

Llegando al departamento de Abril

Sam y Abril iban de la mano caminando por el pasillo que terminaba en el departamento de la morena.

- ¿Está mal que aun no nos hayamos despedido y yo ya este te extrañando? - le preguntó la mechones rosas a  su acompañante.

- ¿No vas a entrar conmigo? - preguntó en un tono decepcionada Abril agachando su cabeza

- Abril... mírame por favor - la morena alzó sus ojos - ¿tú sabes que va a pasar si yo entro cierto? - preguntó Sam dando por hecho la respuesta de, la pronto por ser, su chica.

- Lo sé... - afirmó- pero es que la noche fue muy corta y mañana sales para Indiana y... y no quiero que te vayas ¿no puedo atarte a la pata de mi cama siquiera? - bromeó la morena

- Mmm, depende... ¿si me tiro al piso y giro sobre mi misma me rascarías mi pancita? - Sam siguió el jueguito del perro. Levantó sus manos sacó su lengua e imitó a un perro jadeando.

- Por supuesto que sí. Y si me miras con tus ojitos de perro mojado te rasco detrás de la oreja - Abril alzaba su mano y rascaba a la chica en el lugar mencionado haciendo reír a la otra mujer - Gracias... gracias por esta noche - termino el juego Abril mirando a su chica a los ojos - Gracias por todo en realidad - acarició el brazo tatuado que se había convertido en la nueva obsesión de la morena

- Si alguien tiene que agradecer soy yo a ti, por aceptar salir conmigo- Abril tomó la mano de la otra chica y la beso - Abril... tú... yo...

- Ey - la morena tranquilizaba a Sam - estoy aquí ¿sí? Dime.

Sam suspiro - ¿podemos desayunar juntas mañana, es decir tu, Estela y yo? No quiero que tomes esto como una presión ni nada sólo que como me voy por unos días quería ver a Estela antes y...

- Sam, Samy para - puso un dedo en su boca - Por supuesto que quiero. Además a tu hija le va a encantar verte antes de que te vayas - dijo imaginando la cara de la niña.

Cuándo, Dónde y Cómo el Amor Quiera (RIVERS x ARI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora