Era un día cualquiera en la U.A. Hacía calor dado que era verano y el sol había alcanzado su máximo esplendor. Los alumnos de la clase A se encontraban fuera de la residencia y lejos del perímetro escolar, ya que estaban patrullando las calles de un vecindario cercano.
Su tutor les había encomendado una simple tarea; debían agruparse en grupos de cuatro para posteriormente vigilar hasta el último rincón del lugar. El objetivo de este ejercicio era el de capturar a los villanos que se ocultaban por la zona y el de supervisar a los habitantes.
Es así como nuestro protagonista, Izuku Midoriya y sus tres amigos y compañeros de clase; Shoto Todoroki, Ochako Uraraka y Tenya Iida, se pusieron en marcha para cumplir su asignación con éxito.
Al cabo de un rato, el grupo decidió dividirse para cubrir más terreno y ser más productivo. Mientras sus amigos se alejaban, Deku avanzó con rapidez desplazándose gracias a su quirk.
Hubo un período de tiempo en el que no ocurrió ningún suceso fuera de lo común, por lo que patrulló con tranquilidad. No obstante, la racha de buena suerte se vio interrumpida.
Se alarmó al percibir los gritos de una joven que provenían de un oscuro y deteriorado callejón.
La velocidad a la que iba incrementó con notoriedad. Tenía la intención de socorrer a la mujer.La situación era la siguiente; la dueña de aquellos desesperados quejidos estaba siendo atracada por un hombre que la amenazaba con un afilado cuchillo.
La muchacha llevaba unas curiosas y caras gafas y una enorme pamela que cubría tanto su cabeza como su pálido y enfermizo rostro.
Forcejearon hasta que el ladrón se hizo con su bolso. También intentó arrebatarle las gafas. Pero la chica se resistió. Era como si aquel objeto tuviera una especie de valor sentimental para ella.
A pesar de sus esfuerzos, el atracador logró quitárselas y la empujó, ocasionando que esta cayera de bruces.
El hombre creó un extraño portal y se esfumó sin dejar rastro alguno. Frustrado por haber presenciado la escena desde la distancia, el peliverde finalmente aterrizó en el callejón y fue corriendo a comprobar el estado de la mujer.
Tocó su hombro para que reaccionara, pues parecía haber quedado atrapada en un estado de shock.
—¿Estás bien? —quiso saber.
El repentino contacto la espantó. Lo miró con miedo y desconfianza.
Sus miradas chocaron por una milésima de segundo. Izuku se sorprendió al toparse con unos ojos rojos como la mismísima sangre.
La imagen de Bakugo apareció en su mente, sus ojos eran parecidos, pero no superaban a los bellos rubíes del joven. Borró aquel vergonzoso pensamiento y se centró en su trabajo.
Pero al volver a mirar a la chica, la piel del pecoso se erizó y su vista comenzó a nublarse.
Las lágrimas de la chica empezaron a fluir por sus mejillas.
—¡Lo siento! ¡Lo siento! —repitió y repitió de forma desconsolada.
Deku no comprendía nada. Intentó hablar con ella, pero era demasiado tarde. Había desaparecido en un abrir y cerrar de ojos. Era como si las mismas tinieblas del infierno se la hubieran tragado.
Izuku la buscó por todas partes, pero no la volvió a ver. Y cuando quiso darse cuenta, la hora de regresar con sus compañeros había llegado.
Una vez reunidos, el dolor de cabeza del peliverde aumentó con creces. El mundo daba vueltas a sus pies y su corazón recibía dolorosas punzadas.
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Essence [BAKUDEKU]
FanfictionSINOPSIS: ➢ Mientras patrullaba por la ciudad, Izuku Midoriya se vio afectado por el quirk de la chica a la que trataba de rescatar. Tras acudir a la enfermería, descubre que este poder está relacionado con el vampirismo. El joven decide ocultar el...