EN ESTA VIDA Y LA SIGUIENTE

CELO

Ya habian pasado dos días desde ese amargo despertar de ambas, días donde ambas solo se limitaban a comer uno que otro bocado, y noches donde Lena despertaba entre gritos desgarradores y llantos inconsolables, sus hermanas desesperadas no sabían que hacer, y menos por que Lena se negaba a hablar sobre lo que habia revivido en su ultimo recuerdo, noches donde el alfa rubio era la única que podía consolarla, solo se limitaba a abrazarla y darle suaves besos en la cabeza y frente susurrándole palabras que las demás no entendían.

Por su puesto que el grupo de asesinas también estaban preocupadas por su hermana, era inaudito que Kara no quisiera comer, todas las demás estaban desconcertadas e inquietas al no saber que sucedia, cuando intentaban acercarse a ella, Kara se negaba a hablar, argumentando que quería estar sola, era difícil leer a Kara, su entrenamiento como asesina la hacia indescifrable, pero curiosamente no para Lena....

Era curioso ver para las demás, como ambas habia comenzado a comunicarse sin palabras, era como si se leyeran el pensamiento.

El alfa rubio sabia cada vez que Lena la necesitaba, y eso no le agradaba a Lena, aun no podía creer que todo lo que sabia sobre la orden de los templario no fuera verdad, del mismo modo se encontraba Kara, su hermandad habia sido fundada hace siglos, y ahora todo estaba en duda.

--bien, es suficiente por hoy—hablo Carmilla dejando el bolígrafo en su mesa improvisada, desde que comenzaron su viaje, habia estado intentando descifrar las extrañas marcas y señales que se encontraban en las cámaras, pero ninguna escritura antigua o actual se le parecía, y Laura estaba de la misma manera.

--hoy vamos a cenar....ammm.... ¿ nieve?—pregunto Leslie viendo que sus reservas de comida estaban muy escasas.

--ay no, yo no quiero nieve, la vez pasada me hiciste comer una nieve amarilla que sabia bien fea—respondio Laura cruzándose de brazos mientras Alex le daba a Leslie una mirada de molestia.

En una parte de la cueva, Lena habia decidido tomar un poco de aire, podía sentir la presencia de Kara cerca, era tan extraño y a la vez molesto, algo en su interior le decía que quería al alfa cercas, pero su mente rechazaba la idea.

Se dio la media vuelta para volver, pero solo solto un enorme suspiro cuando se encontró con Sam y Asami—Lena..—

La pelinegra solto un resoplido y trato de esquivarlas, pero Asami la tomo de la mano deteniéndola—tenemos que hablar de lo que sucede—

--no sucede nada—gruño la templaria soltándose de su agarre.

--no seas obstinada Lena, estamos preocupadas por ti—menciono Sam tomándola de los hombros—solo dinos que pasa—

--pasa que estamos muy atrasadas, ya fue suficiente descanso, entrare de nuevo en Hope—

--por supuesto que no—menciono la otra ojiverde—esta claro que te esta haciendo daño, y aun no te has recuperado de la ultima vez—

--voy a hacerlo—respondio la pelinegra—

--Lena, ¿ que es un recuerdo?—pregunto Sam.

--la evocación de un suceso pasado—

--El cuerpo humano no solo alberga recuerdos individuales, si no los recuerdos de tus antepasados—exclamo Asami tocando suavemente la espalda de la otra pelinegra tratando de reconfortarla—por favor Lena, dinos que sucede—

Lena solto un suspiro sincero—no lo se, en ocasiones siento que esto es... demasiado—

Asami la envolvió en un abrazo—lo siento—

Lena se solto a llorar, cuando recién se entero de que ella era la elegida se lleno de orgullo, sabia que su padre y toda la orden estarían orgullosos, pero en esas ultimas semanas sentía que era demasiado, los recuerdos eran tan vividos, tan reales, que las sensaciones seguían aun con ella, la desesperación de pensar en que Kara estaba muerta, la desilusión al pensar que la habia traicionado, la tristeza de la muerte de un hijo, todo... todo estaba tan real que eso la abrumada, pero no podía dar marcha atrás.