Creatures and Hunters (EN EDICIÓN // CAMBIOS)

Capitulo 20: ¿Desapareció?

No tenía escapatoria, los lobos la habían encerrado por completo. El lobo que la había mordido parecía el más emocionado por saltarle encima y terminar el trabajo que ya había comenzado. Y así fue, el lobo se agazapo y de un salto la tiró al suelo. Ashley lo tomó del cogote y comenzó a forcejear ferozmente con el lobo para que no la mordiera. Durante el forcejeo,  de pie observando todo entre los arboles, la bestia la miraba con atención como si estuviera esperando algo de ella.

Los demás lobos parecían ansiosos por saltarle encima. El lobo que tenía encima aulló y los demás lo siguieron. Ella cerró los ojos con fuerza esperando lo peor pero en cambio escuchó una voz en el viento. 

–Siempre hay una salida.

Era diferente a la anterior. Esta voz buscaba calmarla, era suave y clara. Ashley recordó  su niñez cuando no podía dormir y su madre le cantaba canciones de cuna. 

Abrió los ojos y buscó la voz que la había llamado, la buscó en el bosque, entre la manada de lobos que la rodeaban, incluso en el lobo que intentaba devorarla. Pero otro ruido captó su atención: golpes secos, como si alguien estuviera reparando algo. La mirada de Ashley se dirigió hacia el origen del sonido, proveniente de la residencia de los estudiantes. En ese momento, la oscuridad la envolvió sumiendola en una negrura total.

–¿Esta habitación está ocupada?—dijo una voz—el cable necesita pasar por todas las habitaciones.

¿Cable?

Abrió los ojos confundida y para su sorpresa ya no estaba en el suelo fuera de los dormitorios y mucho menos tenía un lobo encima, sino que se encontraba acostada en su cama.

¿Había sido todo un sueño? ¿Podría un sueño ser tan real? La confusión era cada vez más grande. Aunque, después de todo, no era la primera vez que soñaba algo tan vívido.

Volvieron a golpear la puerta de su habitación. Ashly se obligó a dejar de pensar en ello durante unos segundos y se puso de pie para abrir la puerta.

–Buenos días Ashley. ¿Cómo te levantaste hoy? Espero que bien—dijo el joven que la había aceptado en el club la noche anterior.

Ashly asintió aún confundida. 

–Me alegro—miró dentro de la habitación—disculpa las molestias, no quería despertarte pero están haciendo reformas en todos los dormitorios para que el wifi llegue a todos los cuartos por igual—se aclaró la garganta al ver que la chica solo escuchaba y lo observaba atentamente sin responderle nada—hubo algunas quejas de alumnos.. Ya sabes como funciona..

Ashley asintió nuevamente y el chico volvió a aclararse la garganta. Parecía incomodarle aquella situación.

–Deberías prepararte para las clases, todavía hay tiempo pero lo más probable es que una vez que entren a tu habitación no puedas pasar a cambiarte ya que va a estar ocupada..

–Ah.. Gracias. En unos minutos termino.

Ashley cerró la puerta de su habitación y sin salir del trance en el que se encontraba por la confusión preparó el bolso de clases y otro bolso con ropa. Mientras escuchaba como el chico llamaba a otras puertas dando el mismo aviso, desconectó su celular y lo guardó en la mochila junto con su laptop. Estiró la cama y salió dejando la puerta abierta para que pudieran entrar a realizar las reformas necesarias.
  En los pisos de arriba se encontraban las habitaciones, en planta baja se encontraba el living, el lugar donde estudiaban en grupo y donde solían comer y al fondo estaba la cocina. Los baños se encontraban un piso más abajo, se dividían por género y había una especie de horario pegado en la pared el cual Ashly miró con desconfianza ya que no estaba segura de que respetaran. Dejo ambos bolsos en el vestuario, agarró los productos que necesitaba, su toalla y se dirigió a las duchas. Cuando se deshizo de la ropa que llevaba se dedicó a observarse por completo para controlar que no le faltara nada. Recordó la mordida en su pierna derecha y se fijó rápidamente pero no había nada allí. Era como si de verdad nunca la hubieran mordido.