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"¡No! Estúpido, agregaste demasiado. Te vas a hacer vomitar". Billy bromeaba, riéndose mientras Jonathan hacía un vano intento de mezclar su propia bebida. Observa cómo el fotógrafo agrega mucho más ron del necesario. "Aunque es genial. Puedes simplemente agregar agua para no matarte".

"No tengo idea de cómo hiciste esto tan fácil. Lo hiciste parecer fácil". Jonathan mantenía una sonrisa en su rostro y usaba una botella de agua con la etiqueta arrancada para diluir su bebida. "Realmente deberías ser tú quien mezcle esto".

"No. Este será el último que tengamos por un tiempo. No hemos comido nada. ¿Después de que comamos? Oh, sí, haré más". Billy tomaba una cerveza rebelde y le daba un trago antes de volver a dejarla en el mostrador.

Hacía mucho que ambos habían salido al patio trasero de Jonathan para disfrutar de esa marihuana medicinal que Jonathan guardaba en secreto. No lo suficiente como para que les exploten, pero sí lo suficiente como para sentirlo desde la coronilla hasta los dedos de los pies. Jonathan tenía una mayor tolerancia que Billy, curiosamente, y lo descubrieron cuando Billy rechazó el porro antes de lo que ambos esperaban. Sin embargo, fumar afuera no hizo nada para ocultar el olor: irradiaba de ellos mismos y se quedaba levemente afuera. Aunque desaparecería pronto. Mucho antes de que la mamá de Jonathan regresara a casa, incluso si el olor permaneciera en ellos. Aunque a ninguno de los dos les importó.

"Comida... sí, no hemos comido. ¿Qué deseas? Puedo cocinarnos algo". Jonathan se ofrecería. Billy golpea su espalda baja con una mano, haciendo que el niño salte. "¡Ay! ¿Qué?"

"¿Cocinar? Por favor. Es noche de pizza y alitas picantes, fenómeno. ¿Cocinar en una fiesta de dos personas? Estás loco. Billy mantendría esa mano apoyada en la espalda baja de Jonathan. "Pagaré." Billy metía la mano en el bolsillo de sus pantalones, sacaba su billetera con la mano libre y la dejaba en el mostrador frente a ellos.

"¿Eh? No, puedo pagar. O cubrir la mitad". Jonathan volvía la cabeza. Billy se mantendría detrás de él, casi directamente, mientras esa mano fuerte se mantenía en la curva de su columna. La cabeza de Jonathan se inclina hacia atrás y hacia un lado lo suficiente para ver a Billy mostrándole una brillante sonrisa. "Tú... Tú también tienes bebidas. No me importa".

"¿Sí? Yo tampoco. Quédate con tu dinero. Billy lo tranquiliza. Jonathan pone los ojos en blanco y vuelve a las bebidas que tiene delante. Billy se inclina más sobre Jonathan. "Solo mete una pajita y diviértete, cariño. Tenemos una película esperándonos de nuevo".

"¿Sí? Es tu culpa. Sigues queriendo pasar 100 años intentando enseñarme cosas que hago mal". Jonathan se burla. Billy se inclina más hacia adelante, presionando al otro contra el mostrador aún más. El pecho de Billy estaría casi al ras de la espalda de Jonathan, y sus labios a sólo cinco centímetros de la oreja del chico nuevamente. Jonathan puede sentir que se le oprime el estómago y una bola de calor cae inmediatamente hasta su ingle. Hace que todo lo que hay entre sus piernas dé un tic vergonzoso. Billy debe haberlo sabido, porque esa mano en su espalda baja daría vueltas para agarrar la curva de la cadera de Jonathan. "billy-"

"Tú..." Billy interrumpe. "...acabo de tener manos talentosas. Tenía curiosidad por ver qué más podían hacer. Quizás no sea el mejor mezclador de bebidas, pero apuesto a que tienes muchos trucos bajo la manga". Billy tomaría su propia bebida, sin pajita. Finalmente se alejaba y comenzaba a caminar de regreso al sofá donde Dirty Dancing tocaba ociosamente. Una película de chicas, pero bueno, no está nada mal.

𝕊𝕆ℕℝ𝕀𝔼 𝔹𝕀𝕃𝕃𝕐 -traduccion (byergrove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora