𝕊𝕆ℕℝ𝕀𝔼 𝔹𝕀𝕃𝕃𝕐 -traduccion (byergrove)

𝔼𝕊ℙ𝔼ℂ𝕀𝔸𝕃: 𝔾𝔼𝕃𝔸𝕋𝕀ℕ𝔸 𝔸ℤ𝕌𝕃

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𝕊𝕆ℕℝ𝕀𝔼 𝔹𝕀𝕃𝕃𝕐

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Sin hablar. Billy se sienta rígido en el asiento del conductor y Jonathan no puede reunir el valor para mirar a ningún otro lado que no sean sus propios pies. La música sonaba ociosamente de fondo ya que ninguno de los dos se atrevía a decir una sola palabra. Hay media docena de preguntas que podrían hacerse en esta situación. ¿Qué tamaño? ¿Qué color? ¿Cómo de grueso? ¿Cuántos? Nada. No queda nada de ninguno de los dos.

Billy giraba la cabeza en dirección a 'Zingers', la tienda de juguetes y porno para adultos que tienen en la ciudad. Mira el cartel parpadeante y si mira con suficiente atención a través de la ventana, puede ver a ancianos escogiendo sus películas porno. Billy se aclaraba la garganta y golpeaba el volante con los dedos.

"Entonces... ¿Entonces no quieres entrar conmigo?" —Pregunta Billy.

"¡No! No. Yo—yo no puedo entrar allí. Has estado allí antes, yo no. Creo que moriré si lo hago". Jonathan responde rápidamente.

"Yo... les he comprado como condones y esa mierda, ¡seguro! Nunca he comprado un... maldito consolador entero. Ni siquiera sé qué tipo quieres". dice Billy. Jonathan está tan rojo que le empieza a doler la cara.

"Oh, Dios mío, por favor date prisa y compra esto". dice Jonathan. "No me importa cómo se ve—"

"¿Quieres que consiga uno que se parezca... al mío?" —Pregunta Billy. Jonathan se inclina hacia adelante y apoya la cabeza entre las rodillas.

"¡BRO! ¡Deja de preguntarme esas cosas! No puedo responder a eso. Simplemente obtenga lo que crea que es bueno. No puedo hacer eso ahora mismo... ese tamaño. ¿Algo más pequeño, supongo? No sé." Jonathan estaba lloriqueando.

"Ey. Tú eres quien me pide que haga esto, hombre. No sé qué diablos comprar". Billy inclina la cabeza hacia atrás. Deja escapar un profundo suspiro. "Bueno. Está bien, ya vuelvo. Lo resolveré. ¿Necesitas algo más mientras estoy aquí?

"¿Podrías... conseguir más lubricante, tal vez? ¿Algo que pueda... llevar conmigo o algo así para usarlo? pregunta Jonathan. "Sé que tienes el tuyo, pero... pero necesito mucho. Para el juguete. Se necesita mucho lubricante para acostumbrarse a esto". Jonathan murmura.

"Sí, está bien, puedo conseguirte lubricante". Billy dejaría escapar un lento suspiro. "Regresaré enseguida, ¿vale?" Se inclina. Jonathan se sienta, inclinándose en dirección a Billy para permitir que le planten un beso en la parte superior de la cabeza, pero finalmente Jonathan simplemente se inclina hacia adelante nuevamente. Billy sale del auto y cierra la puerta. Jonathan sube el volumen y se queda sentado esperando que Billy regrese.

Billy entra. Saluda en dirección al cajero, como suele hacer. El nombre del chico era Gary, era un tipo genial. Extraño como un billete de 3 dólares, pero un tipo genial. Billy se acercaba a los polvorientos estantes negros donde se encontraban las botellas de lubricante. Jonathan dijo que necesitaba mucha, así que Billy tomó una botella que probablemente era el costado de una botella de crema para café. Navega un poco más, viendo si hay algo nuevo o interesante, pero nada realmente llamó su atención. Su línea recta lo lleva a una pared, con los consoladores empaquetados cuidadosamente en paquetes de plástico y organizados según el tamaño y la marca. Billy se detenía y los miraba fijamente, algunos de unos delicados 4" o menos, otros en forma de puños y había uno en forma de gallo de caballo real. Billy se estremece para sí mismo. No es su taza de té.

Se mantiene en el rango promedio estándar de 6" o 7", su propio tamaño limita a 8". Jonathan dijo que necesitaba algo más pequeño y fácil para empezar. Sus ojos se posan en un consolador azul que se parece a la gelatina de frambuesa azul. Era claro y se anunciaba como flexible y "cómodo para cualquier hoyo". Billy lo toma del estante y se acerca al mostrador. Los deja a ambos en el suelo y saca su billetera.

"¿Finalmente aceptas mi sugerencia? Algo en tu trasero provoca el mejor orgasmo de tu vida, hermano. Lo juro." Gary dice. Billy respira profundamente.

"No, Gary. Esto no es para mí. Yo... tengo una chica que lo quiere". Billy miente entre dientes. Su vergüenza hacía imposible mantener la cara seria.

"Entonces, ¿quién es el tipo del corte de moño en tu auto, Billy?" Pregunta Gary, poniendo los artículos en la bolsa.

"¡Métete en tus malditos asuntos, Gary!" Billy deja un billete de 20 dólares en el mostrador. Espera su cambio, se lo arrebata de la mano al chico y sale furioso de la tienda.

Las mejillas de Billy se sentían como si estuvieran ardiendo. Camina hasta donde estaba estacionado justo en frente de la tienda y entra. Le arroja la bolsa a Jonathan, quien la atrapa en su regazo.

"Míralo. Dime si está bien. Si no, puedo ir a buscar el rosa o algo así". Billy dice, mientras Jonathan abre la bolsa. Sus ojos se centraban en la expresión del niño, levantando el juguete y sacándolo de la bolsa. Observa a Jonathan mirarlo fijamente, con las mejillas rojas, pero la mirada en sus ojos era casi mareada. Billy chasquearía los dedos. "De vuelta a la tierra, Byers. ¿Ése está bien?

"Sí... sí, esto es perfecto. Gracias por uh... hacer esto por mí". dice Jonatán. Vuelve a guardar el juguete en la bolsa.

"Tú..." Billy lo mira una vez, antes de comenzar a avanzar para comenzar a conducir de nuevo. "... ¿Me dejarás ver cómo lo usas? ¿Quizás déjame usarlo contigo alguna vez? —Pregunta Billy. Jonathan se movía en su asiento.

"...Tal vez si ganas tu partido de baloncesto el viernes". —bromea Jonathan. Billy simplemente esboza una amplia sonrisa.

"Es un trato"

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