[Capítulo 1]

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Miro las pilas de ropa doblada sobre mi cama y voy eligiendo cuál empacar. Tomo mis libros y acomodo la ropa junto con los zapatos; tomo un retrato en el que aparecemos los cuatro y acaricio su rostro, sonrío y guardo la foto dentro. Cierro la maleta al terminar de empacar, dejándo todo listo y algunos muebles vacíos.

En dos días me voy a la universidad y tengo que dejarlo todo preparado para mi partida. Solo llevo lo necesario y justo, aunque no es que tenga mucha ropa.

Miro mi cuarto y un sentimiento de nostalgia se instala en mi pecho al saber que pronto partiré y dejaré todo esto detrás, o por lo menos hasta dentro de un tiempo. Mi mesa de estudio está casi vacía, encima solo hay algunos libros que no me voy a llevar y un búcaro con algunas flores de origami que me hizo Anabel.

Entrar en la universidad para mi siempre ha sido un paso hacia una oportunidad, ha sido ganarme un puesto y luchar por un sueño. Una puerta abierta hacia el destino. Aprovechar cada día y cada momento para mantenerlo con vida. Por eso no dudé en mandar mi respuesta de aceptación a la UCLA.

Miro hacia la entrada de mi habitación cuando tocan a la puerta, papá asoma su cabeza bajo el marco, sonriendo un poco.

- ¿Puedo pasar? - Pregunta desde la entrada, asiento y se acerca a donde estoy parada. Posa sus manos en mis brazos y aprieta un poco - ¿Todo listo?

Miro mi cuarto pasando la vista sobre cada mueble, llenando mi memoria de recuerdos y momentos hermosos de toda mi vida.

- Eso creo.

Me encojo de hombros y me acerca a su pecho abrazándome. Sus brazos me rodean recomponiendo cada trocito de mi corazón.

- Estarémos bien mientras tú lo estés.

Acaricia mi pelo con suavidad. Mi padre, Erick Morgan, es el hombre más honesto y trabajador que he conocido. Siempre ha velado por nuestro bienestar y nos ha protegido como si de un tesoro muy valioso se tratara.

- Los voy a extrañar mucho.

Me limpio la nariz con el dorso de mi mano derecha cuando siento que voy a llorar. Nunca he estado lejos de él ni de mi hermana. Hacerlo es un gran sacrificio, pero vale la pena si ese era su sueño. Verme vestida con la toga y mi título de graduada en la mano.

- Nosotros también, estrellita.

Me separo de mi padre y sonrío. Me acaricia las mejillas y me sonríe orgulloso mientras observa las facciones de mi rostro.

- Estaría tan orgullosa de verte, Cami. Lucha por tus sueños y no dejes que nadie te los quite. - besa mi frente en un gesto cálido y yo solo me aferro a su abrazo.

Bajamos a la cocina y mi hermana Anabel está sentada en la mesa coloreando un libro de animados. Sus pequeñas manitos se mueven rellenando los espacios en blanco de la figura. Tiene un labio mordido concentrada en lo que hace; su pelo castaño chocolate brilla y cae en unas ondas cortas sobre su pequeña espalda encorvada.

- Hey, Anny - Llamo su atención sentándome junto a ella - ¿Quieres que Cami te ayude?

Mi hermana asiente una vez y sonrío. Anabel es una niña muy dulce. Su pasatiempo siempre ha sido la pintura y de vez en cuando hacer figuritas de papel. Papá la inscribió en un curso de pintura cuando cumplió sus cinco años pero por razones económicas tuvo que dejarlo.

Miro la caja de colores y tomando una de sus crayolas, la ayudo a terminar el dibujo.

∆-∆-∆


Estos dos últimos días se me habían más rápido de lo que deseaba. Había disfrutado los últimos minutos con mi familia lo máximo posible. Anny me había hecho un dibujo muy bonito donde estábamos ella y yo con flores en el pelo. Me la había comido a besos cuando había visto lo bonito de su gesto.

Antes que me vaya (I) [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora