[Capítulo 3]

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Mara enrosca su mano en mi codo y salimos por el pasillo dadas de mano. Algunas chicas nos miraban al ver a mi amiga reírse a carcajadas de los outfits tan raros de algunas.

— En serio, ¿Quién se combina una saya de cuadros verde con una blusa de brillo amarillo? — me susurró al oído cuando pasamos por al lado de un grupo de chicas con unas pintas muy extrañas.

Niego divertida con la forma en que suena su risa y llegamos al elevador. Salimos de la residencia y el mismo auto negro de ayer está estacionado frente, con Fabián esperando mientras mira el móvil. Levanta la mirada de la pantalla cuando siente las carcajadas de su novia y se para frente nosotras.

Ambas íbamos muy normalitas, Mara tenía un mono enterizo de color rosa pastel y en la parte de arriba, un pulover blanco que en sus hombros estaba amarrado con la tela rosa del mono en un lazo y en sus pies, unas zapatillas blancas. Yo, tenía un short blanco de cintura alta corto y un pulover marrón por dentro de la faja. En mis pies tenía unos converse negro con garabatos y firmas extrañas de adorno. Mi chaqueta de básquet estaba en la mano derecha y mi pelo estaba suelto.

— Amoor — Mara me suelta y corre a los brazos de su moreno. Él la recibe gustoso y la sostiene por la cintura, dándole un dulce y sonoro beso.

Mirándolos juntos hacían una pareja muy loca, Fabián se veía muy responsable y educado, mientras que Mara era alocada y muy de palabrotas. A pesar de sus carácter  se les veía desde lejos el amor que ambos se traían. En los ojos del moreno se veía ese brillo de fascinación cada vez que Mara sonreía, estaba embobado con ella. La pelirroja no se quedaba detrás. He notado como se sonroja y el tono de voz le cambia cuando me cuenta algo sobre él.

— ¿Listas chicas? — me saluda cuando Mara lo suelta. Asiento con la cabeza sonriendo de labios cerrados.

Esta vez voy en el asiento trasero, Mara se pone a contarle algunas cosas a Fabián mientras que yo miro mi móvil. Son las diez de la noche, tengo varios mensajes de Tieran y fotos de los lugares a los que ha ido hoy. En ella hay una foto en la que sale abrazado de una chica que no conozco de nada y se les ve muy feliz. Frunzo mis cejas intentando hacer memoria pero no la reconozco.

Apago el móvil luego de escribirle, llegamos a un edificio más sofisticado que el de nosotras y nos bajamos. Fabián había estacionado el auto en un parking y se dirigía a la entrada de mano dada con la pelirroja. Les sigo el paso cuando entramos a una recepción muy moderna, con muebles más cómodos y mesitas. Subimos al elevador y llegamos a uno de los pisos, las paredes eran negras y las puertas blancas haciendo contraste. Nos detenemos frente a la última puerta y el moreno saca sus llaves abriendo la puerta.

Un piso muy... varonil se presentó ante mis ojos. Al llegar había un pequeño salón con varios muebles y una mesa con un gran televisor de plasma encima. Las ventanas tenían cortinas marrones y estaban abiertas dejándo ver las calles iluminadas. A la derecha una cocina pequeña pero con todo, tenía un desayunador con cinco sillas. Sobre cada silla habían unas lámparas de techo en negras. Un pasillo más allá que daba supongo a las habitaciones y el baño.

— Ponte cómoda — pide Mara viendo mí asombro —. ¿Bonito verdad? — Asiento a su pregunta referida al piso y sonríe —. Le he dado algunos detalles, Fabián y Hart no son muy dados a las decoraciones.

La miro cuando menciona a ese último pero ella no me está mirando, se ha dado la vuelta y se está sentando frente al televisor.

— ¿Alguna peli en específico? — toma el control y enciende la pantalla. Me siento junto a ella y pienso en alguna buena película para ver.

— Mmm, ¿qué tal algo de romance? — Mara me mira divertida.

— Mmmm, yo digo que veamos una de terror. — propone y yo abro los ojos horrorizada.

Antes que me vaya (I) [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora