El olor a tierra húmeda y el sonido de las copas de los árboles chocando por el viento llenaban el ambiente. La luna brillaba en lo alto del cielo nocturno alumbrando el pequeño campamento oculto en los bosques alrededor de la capital. Niños corrían al redor mientras que las mujeres y ancianos se encargaban de preparar la comida y medicinas necesarias para ayudar a quienes se encargaban de velar por su seguridad.
-Jisung- Un joven de cabellos tan obscuros como la noche se encontraba contemplando el mapa frente a él, tenía que buscar los untos ciegos de la ciudad para cumplir su cometido y evitar perder a su equipo.
-¿Tienes noticias de ellos?
-Aún no, pero Hanyang se encuentra lejos, seguro llegan al amanecer
¿Al amanecer? Muchas cosas podrían pasar en aquel tiempo, podrían encontrarlos, Lee podría mandar su mensajero a Ming o, en el mejor de los casos, la fecha para el banquete podria ser decidida.
Ciertamente no era facil ser líder, sin embargo, alguien debía detener el abuso de autoridad. Los ministros aumentaban impuestos para aumentar su riqueza forzando a los miembros de Sangmin a volverse esclavos para obtener un plato de comida. Alguien debía pararlos.
-De acuerdo, yo hare la ronda en el exterior, hyung ¿Podrías ver si necesitan ayuda en las carpas?
-Por supuesto, ten cuidado Ji
Na Jaemin, más que su camarada era su mejor amigo. Desde que tiene memoria el de cabellos chocolate y el ayudaban a sus padres vendiendo artesanía hechas por la madre de Na, o los rábanos cosechados por el padre del más joven. Con el tiempo se hicieron buenos amigos, una noche, a causa de un descuido de sus padres, escucharon sus planes de venderse como esclavos para tener asegurado un plato de comida las los dos más jóvenes, fue entonces que decidieron cambiar las cosas por sus propios medios.
-Lo tendré, no te preocupes
Fuera de las murallas el silencio del bosque podía ser abrumador, sin embargo, a Jisung le traía cierta paz. Habia memorizado el sonido que hacían los distintos animales al moverse alrededor, por lo que se le facilitaba reconocer cualquier cosa fuera de los normal.
Siempre era sigiloso en sus movimientos para no molestar a los animales, ni dejar al descubierto la posición de su gente. Realizo el mismo recorrido de cada noche, se dirigía a la colina a unos metros del campamento, donde tenía una vista del mismo, luego se dirigía al camino más cercano para asegurarse que nadie transitaba cerca del lugar, y finalmente se dirigía al río que se encontraba detrás del campamento para no dejar ningún punto ciego. Pero habia algo distinto aquella noche, algo que no lo dejaba tranquilo
Al llegar al rio puedo divisar dos sombras moviéndose por los que inmediatamente tomo su espada y se puso en guardia, a medida que se acerba podía escuchar las voces de dos jóvenes que parecían tener la misma edad que Jaemin.
-Vamos, no te preocupes
-¡¿Qué no me preocupe?!
-¡Shhh!
Escondido entre los matorrales, Jisung pudo observar a un joven de cabellos como el sol, nariz pequeña y una peculiar risa que molestaba un poco sus oídos por lo escandalosa. Su acompañante era más bajito que él y llevaba un sombrero que cubría parte de su rostro, el joven de cabello rubio poseía el mismo sombrero peor se encontraba en sus manos
Yangban pensó Park. No tenía idea de cómo habían dado con el lugar o si de verdad eran tan estúpidos para caminar a medianoche sin ningún tipo de protección ¿Y si se topaban con bandidos? Se cual fuese el caso él se encargaría de que no regresasen nunca más.
-Vamos Lele, tu padre se enojará muchísimo si descubre que has salido
-Nunca se enterará, se encuentra muy ocupado alabando los logros de Yoon Oh como para notarlo
-¿Quiénes son?¿Cómo llegaron aquí? -Jisung salió de entre los matorrales con su espada desenvainada causando que ambos jóvenes dieran un brinco del susto.
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Hanyang: Actualmente Seoul, era la capital durante la dinastía Joseon
Sangmin: Conformado por la clase obrera de aquel tiempo
Yangban: Conformaban la aristocracia durante aquel tiempo

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Destinos Entrelazados
FanfictionEn una tierra gobernada por el poder absoluto de la dinastía Lee, los corazones de los hombres luchan por lo que creen justo, mientras otros se debaten entre el deber y el amor. En el horizonte, los tambores de la rebelión resuenan cada vez más cerc...