La fecha prevista para el banquete habia llegado. Jaemin se encontraba en posición a la espera de una señal por parte de Jisung, todo debía salir según lo planeado de lo contrario pagaría con su cabeza.
Cuando el sol por fin se ocultó la celebración en honor al emperador de Ming dio inicio, la musica resonaba por los grades patios del palacio y no hacia falta los colores y la bebida, sin contar que la comida siendo servida olía de exquisito. Tan ostentoso como se esperaba. Cuando las bailarinas comenzaron a entrar para su presentación Jaemin logro ver una cabellera rubia bastante conocida caminar en dirección a él ¿Qué demonios hacia Zhong en el palacio?
-¿Qué hacen aquí?
-¿Lees mentes? Tengo la misma pregunta para ti ¿Qué demonios haces en palacio?
Ambos hablaban en susurros, aunque por razones diferentes, sabían que si alguien no conocido los escuchaba hablar podría interpretarse de muchos modos y era obvio que elegirían la peor opción.
-No me digas que...- dejo la frase al aire antes de abrir a tope sus ojos, si era lo que estaba pensando ni Park ni Na saldrían vivos esa noche de allí- ¿Dónde está él? Tienen que irse lo antes posible de aquí
-¿Por qué debería...
- ¿Chenle? -los colores en ambos se habia al es cuchar una voz que para el castaño no era conocida- Tu hermano te busca, su maj...
-¡Jeno! Gracias al cielo eres tú -Na pudo jurar ver como el alma del que tenia al frente regresaba. Debería relajarse también, de lo contrario levantaría sospechas- Hyung necesito de su ayuda urgentemente.
-Claro, pero dime ¿Quién es? No sabía que su alteza hubiese traído nuevos guardias -Estaba perdido...
-No lo hizo huyng, y por eso necesito tu ayuda -Un suspiro de resignación habia escapado de sus labios. Por su parte Jaemin estaba listo para sacar su espada y atacar al que ahora reconocía como Jeno- Es un amigo, le comenté algo sobre el evento de hoy y el muy estúpido vino con su hermano a ver como es el palacio por dentro -Tal vez no estaba perdido
-Vaya que eligieron mal día -el de cabellos obscuros se miraba mas relajado con la explicación ¿Sería amigo de Zhong?
-¿Por qué es mal día?
-Los guardias esperan un ataque de rebeldes
-Chenle... -Jeno advirtió
-Tranquilo, si va a morir por una estupidez, al menos debería saber el motivo ¿no? -Los tres rieron sin gracia alguna ¿Cómo habia ocurrido todo eso? - ¿Dónde está tu hermano? Hay que sacarlos antes de que su alteza el príncipe heredero los vea
-Del otro lado del patio
-De acuerdo... ¡Oh! Junie, llegas justo a tiempo
-Alte... Lele, tu padre solicita que regreses al banquete, parece que tu abuelo a enviado algo para ti... para que se lo des a su majestad- se corrigió-
-De acuerdo, yo iré allá, tú ayuda a Jeno a sacarlo a él y su hermano del palacio antes de que el príncipe heredero los vea
-¿Su hermano?¿Él también está aquí?
Luego de un asentimiento Chenle se retiró y como habían prometido Renjun y él tal Jeno se aseguraron de que tanto el cómo Jisung saliesen vivos del palacio. Una vez fuera Jisung envío la señal de retirada para los que seguían dentro del palacio.
-¿Qué sucedió?
-Tu noviecito me reconoció y le pido al sujeto que viste que nos sacara "a mí y a mi estúpido hermano" -hizo énfasis en lo último.
-¿De qué hablas Jae? Zhong no es mi noviecito y ¿Cómo que hermano? Para empezar ¿Qué diablos hace en palacio?
-Eso pregúntaselo tú, pero nos acaba de salvar el pellejo
-¿Qué quieres decir?
-La guardia real sabía que entraríamos hoy
-Por eso hicieron los cambios en la mañana...
-Correcto
-¿Cómo...?
-No tengo idea, pero de no ser por Chenle no hubiésemos salido vivos de allí
Na tenía razón, debía agradecerle en cuanto lo viese, pero... ¿Cómo se habia enterado la guardia cuando atacarían? Eso solo significaba que habia un traidor dentro del campamento y debían descubrir quién era lo antes posible. No solo eso, También debía averiguar cómo es que Chenle habia entrado al palacio y caminaba tan despreocupadamente por los pasillos.
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Destinos Entrelazados
Fiksi PenggemarEn una tierra gobernada por el poder absoluto de la dinastía Lee, los corazones de los hombres luchan por lo que creen justo, mientras otros se debaten entre el deber y el amor. En el horizonte, los tambores de la rebelión resuenan cada vez más cerc...