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Una vez que tomas una decisión, el universo entero conspira para hacer que ocurra.

-Ralph Waldo Emerson



¿¿De verdad habrá sido una buena idea? Por supuesto que no.

Jisung se estaba arriesgando demasiado al ir a aquel lugar en secreto y a plena luz del día. Pero le fue imposible resistirse a ese par de ojos avellanados...

- ¿Quiénes son? ¿Cómo llegaron aquí?

Ambos extraños habían dado un salto del susto. Aquel que reconoció como Lele fue más rápido que su acompañante y levanto ambas manos en señal de paz.

-Nos iremos pronto, es solo que desde aquí se ve mejor la luna - ¿Realmente creía que él se tragaría eso? El pueblo más cercano se encontraba a por lo menos 10km de la entrada a su refugio.

-No volveré a preguntar ¿Quiénes son? Y ¿Cómo demonios llegaron aquí? – El más pequeño miro con temor a su acompañante, sin embargo, ninguno contesto a las preguntas por lo que el de cabellos obscuros afianzo el agarre en su espada dispuesto a atacar con el mas minimo movimiento que hiciesen. – Si no piensan hablar...

-¡Nos perdimos!

-¡Renjun!

-Perdona Lele, pero tu padre me matara si encuentra un rasguño en ti

Jisung solo era espectador de la conversación entre lo que parecían ser sirviente y amo. Tomado un poco de aire, Renjun volteo al más alto para hablar.

-Nos perdimos, buscábamos un buen lugar donde ver la luna y las estrellas, al joven Le-

-Zhong

-Al joven Zhong... -continuo- le gusta observar y dibujar las estrellas, pero la luz en el pueblo no le permite verlas con claridad por lo que decidimos salir en busca de un buen lugar para que él pueda observarlas.

La mirada de frustración en el más pequeño no paso por alto para Jisung ¿Por qué no usa su apellido? No era importante. Luego de meditarlo un rato decidió envainar su espada sin relajar del todo su postura, realmente es un bobo por lo que iba a ser, dejarlos ir podria poner en riesgo la ubicación de su gente.

-A un par de kilómetros al sur hay una casa abandonada, vayan alli la próxima vez, aquí es peligroso. -Dándose la vuelta, se dispuso a regresar al refugio antes de que a Jaemin se le ocurriera salir a buscarlo.

-¿Por qué nos dejas ir así de facil? – Si Jisung... ¿Por qué?

El más pequeño le miraba con recelo, no creyendo que fuese tan facil. El alto simplemente lo ignoro y continuo su camino. Se le había hecho tarde.

Sus hombres llegaron al campamento pocas horas despues con información de palacio. Los preparativos para el festín de bienvenida al enviado de Ming habia iniciado hacia una semana. No les quedaba mucho tiempo para prever cada detalle del plan.

El rey habia aumentado los impuestos hacia un par de años, y en ese tiempo había celebrado sin fin de festines por casi cualquier motivo, y mientras en palacio se daban el lujo de comer exquisiteces cada día, quienes no formaban parta de la aristocracia se limitaban a comer rábanos y gachas, eso cuando lograba juntar el dinero suficiente. Llevaban un año siguiendo los movimientos del palacio, horas de entrada, salida, cambios de turno, ¡TODO! Con el fin de encontrar el momento exacto de colarse y acabar con todo de una vez por todas.

-El enviado Ming llegara en dos meses, el rey le recibirá con un desfile y guardias que le escolten a palacio desde el momento que pise Hanyang. No piensa dejar ningún punto ciego.

-De acuerdo, entraremos a la ciudad 3 días antes para conseguir los trajes de algunos guardias -Jaemin dirigiría a sus compañeros mientras Jisung se infiltraría con otros cinco hombres para despejarles el camino.

-¿Atacaremos durante la caravana?

-Atacaremos durante el festín, los guardias estarán ocupados vigilando las entradas

-Y para entonces ya debemos estar dentro -completo Park- hagámoslo.























Destinos EntrelazadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora