La batalla final había comenzado en el campamento de la rebelión, el eco de los gritos y el choque de espadas llenaba el aire mientras la resistencia luchaba ferozmente contra las tropas de la dinastía Lee. Jisung, al frente de sus compañeros, lideraba con una determinación que inspiraba a los demás, sus movimientos eran precisos, sus decisiones calculadas, pero su mente estaba dividida. Mientras luchaba, una parte de él seguía pensando en Chenle, en la decisión imposible que los había separado y en las promesas que nunca se cumplirían.
Por otra parte, Chenle, desde el palacio, observaba la batalla desde una ventana, sintiendo el peso de la culpa en cada herida infligida a los quienes llego a considerar amigos. La ambición y la lealtad a su familia habían cobrado un alto precio, y aunque su corazón anhelaba estar junto a aquel joven de cabellos obscuros que lograba distraerlo de su realidad, comprendía que sus caminos los habían llevado a un destino trágico. Finalmente, incapaz de soportar el conflicto en su interior, Chenle decidió enfrentarse a Jisung una última vez, habia que darle un final a todo esto y él se encargaría de hacerlo.
Cuando la batalla se desplazó a los terrenos del palacio, entre el humo y la destrucción, Jisung y Chenle se encontraron cara a cara. Los ruidos de la batalla parecían desvanecerse a su alrededor; el mundo se reducía a ellos dos, a ese momento cargado de amor, ira y desilusión.
-Así que finalmente has decidido aparecer, Lele... - habló con la voz ronca, aun conteniendo la mezcla de emociones que lo invadía- Pensé que el palacio sería suficiente para mantenerte alejado de esta realidad.
-La voz de Chenle era suave, pero sus ojos reflejaban el dolor y la resignación de alguien que había perdido todo- Jisung... No vine aquí para justificar mis decisiones. Sé que te he fallado, pero necesitaba verte. Incluso si este es el último momento que compartiremos.
Ambos sostenían sus espadas listos para atacar ante cualquier movimiento, aunque el verdadero duelo ocurría en sus corazones. Con cada movimiento, el dolor de sus decisiones y de su separación se hacía más evidente. Entre el frío acero y la tensión, sus almas chocaban, cada golpe era un reflejo de sus miedos y de los sentimientos no expresados.
-¿Qué querías lograr al venir aquí, Chenle? -Jisung bajo su espada un segundo intentando no perder el aliento- Si realmente sentías lo mismo, ¿por qué elegir un camino que nos obliga a enfrentarnos así?
-Porque... lo que siento nunca fue una elección -lagrimas rodaban por sus mejillans mientras decia aquello que le atormentaba-. Pero mi deber, mi responsabilidad... lo fue. No podía abandonarlo sin traicionarme a mí mismo. Y, aun así, cada parte de mí desea que las cosas hubieran sido distintas."
-Todo este tiempo, pensé que quizás el amor podría ser suficiente para salvarnos... -amargura y tristeza teñía su voz- Pero parece que incluso eso fue solo una ilusión.
Ambos se miran en silencio, el peso de sus palabras los abruma mientras el enfrentamiento continúa, aunque sus movimientos son cada vez más lentos, como si ambos se resistieran a terminar ese último momento juntos. Finalmente, Jisung detiene su espada, incapaz de seguir luchando contra la persona que amaba.
-Debemos terminar esto- un susurro apenas audible para ambos salió de sus labios- Chenle... ni tú ni yo podemos seguir así.
-Lo sé -sus manos temblaban- Pero, por favor, recuérdame no como el príncipe de la dinastía Lee, sino como el hombre que te amó en silencio y en soledad.
-Siempre serás eso para mí. Aunque nuestros caminos nos separen, el recuerdo de lo que fuimos será eterno.
Jisung se acercó a Chenle lo suficiente para aquellas palabras furan escuchadas únicamente por ellos. Por un instante, el tiempo parece detenerse, se miraron por última vez, sus miradas cargadas de amor y resignación. Sin decir una palabra más, se dan la espalda y se alejan, cada uno hacia un destino distinto, sus corazones heridos, pero sus espíritus liberados.
A medida que Jisung se aleja del palacio, sabe que la batalla por la libertad aún no ha terminado, pero que su lucha interna ha encontrado un cierre. Mientras tanto, Chenle regresa a las sombras de su trono, sabiendo que ha sacrificado su amor por el bien de su familia y de su reino.
El amor entre Jisung y Chenle fue un fuego encendido en el lugar equivocado, ardiendo intensamente solo para consumirse en el dolor de lo imposible. Atrapados entre el deber y sus propios corazones, fueron condenados a amarse desde la distancia, con el eco de lo que pudo ser resonando en sus almas. Cada latido dolía como una promesa rota, y aunque sus caminos jamás volverían a cruzarse, en cada susurro del viento y en cada mirada perdida, se buscarían siempre, como almas eternamente entrelazadas por un amor que el mundo nunca permitió.
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Gracias por su paciencia, se que me desaparecí de un momento a otro y que tal vez el final pueda no ser lo que muchos esperaban, y por eso mismo tengo una pregunta muy importante.
¿Debería hacer un final alternativo como epílogo?
Espero que Corazones Entrelazados les haya generado tantas emociones como me las genero a mí. Y de todo corazón, agradezco el apoyo que le dan a la historia.
E_Hope
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Destinos Entrelazados
FanfictionEn una tierra gobernada por el poder absoluto de la dinastía Lee, los corazones de los hombres luchan por lo que creen justo, mientras otros se debaten entre el deber y el amor. En el horizonte, los tambores de la rebelión resuenan cada vez más cerc...