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Dolor

Me sentia cansada, mareada, hambrienta y deshidratada, estuve horas siendo sometida a todo tipo de experimentos, me sacaron sangre, cortaron un mechón de mi cabello, tomaron pruebas de saliva todo mientras me tenían sometida en aquella camilla.

Mis brazos y piernas estaban llenos de moretones y marcas, me dolían,  cuando por fin me desamarraron me llevaron a la celda donde me tenían, apenas y podía mantenerme de pie, sentia frio, nunca me devolvieron mi ropa, solo me dieron una manta delgada para cubrir mi cuerpo lastimado. 

Estaba temblando sentada en el suelo hasta que escache de nuevo sus pisadas, lo mire en cuanto entro conmigo, estaba en pánico ¿De nuevo iba a llevarme ahí? ¿No era suficiente con todo lo que me hicieron  hoy?.

--Ven conmigo.--Dijo de forma amable a la vez que me entregaba algo de ropa, la tome con miedo, esto podía ser un truco para que baje la guardia o que se yo.

Lo mire a detalle, era una vestimenta como todas las mujeres que me han venido a traer alimento, parecía de mi talla exacta, como si fuera hecho exactamente para mi.

--Cámbiate  con calma, te espero afuera.-- Dijo amable pero firme antes de salir al pasillo.

Me vestí con dificultad, mi cuerpo seguía débil pero tenia miedo de hacerlo esperar y que se molestara. Cuando por fin salí lo mire esperándome tranquilo, parecía otra persona, su mirada que tanto me aterraba ahora solo me confundía, ¿Qué significaba esa mirada?.

--Sígueme, tengo algo para ti.-- Empezó a caminar al sentido contrario de donde fuimos la ultima vez, este lugar es como un laberinto gigante con tantos pasillos.

Lo seguí confundida hasta una habitación, se veía acogedora, tenia una cama improvisada, un tipo tocador y un baño con una regadera o eso parecía.

--Ahora esta sera tu habitación, siéntete comoda y descansa.-- Dijo antes de salir y dejarme sola.

Me acerque al tocador que tenia un espejo, tenía tanto tiempo sin mirar mi reflejo, tenía ojeras, el cabello enmarañado y en general me veía fatal, incluso estaba mas delgada y palida.

Tome una ducha, el agua fría tocando mi piel adolorida me hacía casi gritar, aún me tambaleaba cuando estaba de pié. A paso lento camine hacía la cama y me tire sobre ella, era la primera vez en mucho que no iba a dormir en el suelo de piedra ¿Debería preocuparme? Este ser tan extraño me tenía tan confundida me trataba mal pero después ¿Me da una habitación decente para que pueda descansar? Algo me dice que estare aquí por algún tiempo, si no es por siempre.

[ . . . ]

Me había quedado dormida en la cama, era tan comoda y yo estaba tan cansada que no puede evitarlo, cuando iba despertando me di cuenta que me observaban, gire la cabeza para mirar hacía la puerta y era el de nuevo ¿Cuanto tiempo lleva mirando me?

Estaba en un tipo de trance mientras me miraba, en sus ojos había un brillo inusual, nunca lo había visto en su mirada. Cuando se dio cuenta que yo lo miraba se sobresalto, e intento disimular aclarando su garganta para hablar.

--¿Tienes hambre? Podría traerte algo de comida.-- Dijo de forma apenada.

Cada minuto que pasa lo entiendo menos, ¿Si van a matarme por que no lo hace de una vez? ¿Y por que esta siendo tan lindo conmigo?

--No tengo hambre, gracias.-- Dije cortés pero con la voz apagada, no eh hablado en tanto tiempo que casi no me escucho.

Seguía mirándome, era algo incomodo pero a el no le importaba, parecía tan fascinado mirando cada detalle de mi que estaba completamente concentrado.

--¿Has podido descansar mejor?.-- Su pregunta me saco de mis pensamientos.

--Bueno, es mejor que dormir en el suelo frío.-- Fui honesta, y creo que mas que honesta.

Para mi sorpresa se lo tomo con gracia, era la primera vez que miraba una sonrisa en el, de echo era la primera vez que miraba a detalle su cara, mire su cabello, sus ojos que aún conservaban ese brillo peculiar, su sonrisa y por último sus orejas puntiagudas. El noto que estaba examinando su cara a lo que me apene y baje la mirada temerosa.

--Tranquila, puedo entender tu temor pero te juro que no te hare nada para dañarte.-- Sus palabras eran muy convincentes pero me niego a creer en el.

No contesté, estaba sentada en la cama aún mirando el suelo, escuche sus pasos que se acercaban a mi, cuando menos lo esperaba ya lo tenía frente a mi, con una de sus manos me tomo de la barbilla eh hizo que lo mirará, nos miramos mutuamente, su cara de felicidad cambió a una expresión triste, como si un recuerdo amargo pasara por su mente. Me solto con delicadeza antes de salir de la habitación con un auro pesada.

Este hombre me deja tan confundida, sus cambios de humor me dejan así, esta feliz y después triste ¿Que sigue? ¿Furia?.

Después de unos minutos escucho destrozos mientras se aleja, tal parece que si seguía a furia pero ¿Por que? Es una pregunta de la cual dudo algún tener la respuesta.

Amor De Un Dios ( Namor Y Tu ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora