Daphne Greengrass y el niño que vivió -COMPLETO-

Capítulo 3: Serpientes y leones, gatos y perros

Capítulo tres: serpientes y leones, gatos y perros

A medida que pasaban los días, Daphne comenzó a notar varias cosas, en primer lugar, Draco Malfoy era una amenaza absoluta. Él solo lo haría no cállate sobre todos sus supuestos logros, y Crabbe y Goyle siempre se reían a carcajadas como el músculo tonto que eran.

Pansy Parkinson parecía querer congraciarse también con Malfoy, aunque para diversión de Daphne no parecía disfrutar de tener que fingir estar de acuerdo con todo lo que dijo.

Millicent Bulstrode había decidido claramente duplicar su físico musculoso para evitar que la gente la molestara.

Annabel Runcorn, aparte de Parkinson, no parecía ver la necesidad de complacer a Malfoy y realmente no se asoció con ninguno de ellos, prefiriendo trabajar sola siempre que pudiera.

Tracey Davis resultó ser bastante amable, aunque Daphne no estaba segura de si realmente podía llamarla amiga. Aunque era amigable, permaneció vigilada y en su mayoría solo habló cuando se le habló.

Theodore Nott y Blaise Zabini, mientras tanto, parecían disfrutar de molestos estudiantes de otras casas, para gran diversión de muchos de los Slytherins más antiguos.

Daphne ya no había hablado con Potter desde la primera lección de Pociones, aunque generalmente intercambiaban pequeñas sonrisas cuando sus ojos se encontraban. Snape había seguido recibiendo puntos de Gryffindor por razones estúpidas, y Daphne ocasionalmente respondía deliberadamente sus preguntas mal cuando lo hizo, para asegurarse de que Slytherin al menos no se adelantaría demasiado.

Malfoy no estaba impresionado por su desafío. "Cuál es tu problema, Greengrass? Aquí el profesor Snape está tratando de ayudarnos a ganar la Copa de la Casa, y nos está saboteando ", dijo en la sala común después de uno de esos incidentes.

"Lo he dicho antes y lo diré de nuevo: no me gusta ese tipo de acoso escolar. No sirve para nada más que hacer que todos nos odien. Sé que tu padre simplemente paga para salir de problemas, Malfoy, pero sería mucho más rico si simplemente invirtiera un tiempo en aprender a ser discreto ", dijo.

Malfoy se encogió de hombros. "Eso está en el mundo real. ¿Qué nos va a hacer alguien aquí? Dumbledore no va a despedir a Snape, entonces, ¿por qué no divertirse atormentando a Potter y sus amigos?"

"Porque dónde más pero aquí vamos a aprender sutileza? Piense en las posibilidades que tiene aquí para impresionar a las personas. Tu quiero Todos piensan que eres un niño mezquino que necesita a sus mejores para resolver sus problemas cada vez?"

Estaba un poco pesada en la charla formal, y era muy consciente de que palabras como estas, provenientes de una niña de once años, no causarían mucha impresión, pero ella tuvo que decir algo.

Los ojos de Malfoy se estrecharon. "Ten cuidado a quién insultas, Greengrass. No querrás que mi padre se entere de esto, ¿verdad?"

Daphne se burló. "Gracias por probar mi punto para mí, Malfoy."

Sin esperar una respuesta, ella lo empujó y salió de la sala común. No estaba realmente segura de a dónde iba, ya que no tendría más lecciones ese día, pero decidió dirigirse a la biblioteca para refrescarse un poco.

Cuando llegó, se sorprendió al descubrir que no era la única estudiante allí. La chica Granger se sentó sola en una mesa, rodeada de varios libros abiertos, tomando notas furiosamente. ¿Los Gryffindors realmente tenían tanta tarea?

Ella se acercó a la mesa. "Te importa si me siento aquí?" ella preguntó.

Granger levantó la vista, claramente sin esperar ver a un Slytherin, de todas las personas, pidiendo unirse a ella.